El senador empresario, de sonrisa amplia y que está más en el exterior que en Uruguay, ha sido noticia casi exclusivamente desde hace tres años por el diferendo que mantiene con la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), el organismo encargado de prevenir la corrupción, por negarse a presentar en su declaración jurada, los bienes de su esposa, la rusa Yekaterina Rybolóvleva.
Sin embargo, todo este episodio encierra mucho más que el hecho de que Juan Sartori se enfrenta a ser sancionado –con la retención de medio sueldo de senador- por infringir la ley cristal. En el fondo acá hay una promesa de campaña incumplida hasta ahora, un senador que se burla de las leyes, y en definitiva un organismo omiso e incapaz de cumplir con sus funciones de combatir la corrupción.
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