El emisario especial del papa Francisco para la paz en Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, se reunió en Beijing con el representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de China para asuntos euroasiáticos, Li Hiu, con la intención de abordar los "esfuerzos para fomentar el diálogo" con vistas a poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, según indicó la oficina de prensa del Vaticano.
En el marco de la visita de tres días a Beijing del purpurado y titular de la Conferencia Episcopal de Italia, la Santa Sede calificó el encuentro como una conversación "abierta y cordial" centrado en "la guerra en Ucrania y sus dramáticas consecuencias”, ocasión en la que Zuppi insistió “en la necesidad de aunar esfuerzos para fomentar el diálogo y encontrar caminos que lleven a la paz", explicó el Vaticano.
"También se abordó el problema de la seguridad alimentaria, con la esperanza de que las exportaciones de grano se garanticen pronto, especialmente para los países más expuestos", añadió el comunicado emitido por la Santa Sede.
Zuppi fue elegido en mayo por el papa Francisco para liderar una misión de paz y tratar de parar la guerra. El cardenal, de 67 años, viajó a Kiev en junio para reunirse con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky.
Tres semanas después visitó Moscú, donde tuvo un encuentro entre otros con María Lvova-Belova, comisaria rusa para la infancia y objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por la "deportación ilegal" de menores ucranianos a Rusia. Además, en julio, fue recibido por el presidente estadounidense Joe Biden para hablar del esfuerzo humanitario del Vaticano en Ucrania.
China ha sido el aliado internacional clave de Rusia, pero también reforzó su diplomacia con Ucrania y no llegó a brindar apoyo militar completo a Moscú.
En la previa del viaje, que tanto Beijing como la Santa Sede confirmaron a último momento y sin precisar la agenda de reuniones, el portavoz de la cancillería china, Nao Ning, consideró que “en la cuestión ucraniana, China siempre está comprometida con la promoción de la paz y las conversaciones, y está dispuesta a colaborar con todas las partes para seguir desempeñando un papel constructivo”.
Al día de hoy, la reunión oficial de más alto nivel entre China y el Vaticano es la que mantuvieron el arzobispo Paul Gallagher y el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, que tuvo lugar en 2020 al margen de una conferencia de seguridad celebrada en la ciudad alemana de Múnich.
De concretarse un encuentro de Zuppi con Li, una hipótesis improbable según los analistas, sería el primero entre un miembro de la jerarquía católica y un jefe de gobierno de la República Popular China, que rompió relaciones diplomáticas con el Vaticano en 1951.
En cualquier caso, según destaca AsiaNews, a pesar de estar estrechamente vinculado a los intentos del Vaticano de detener la guerra desatada por la invasión rusa de Ucrania, el viaje del cardenal representa un paso adelante en los vínculos entre Bejing y la Santa Sede, tras las fricciones de los últimos meses en torno al nombramiento de obispos.
Li, representante especial de Beijing para asuntos euroasiáticos, fue designada por el gobierno el pasado mes de mayo para buscar la paz entre Rusia y Ucrania. Diplomático de carrera, se desempeñó como embajador de China en Moscú desde 2009 hasta 2019, y anteriormente, en 1981 ocupó el cargo de segundo secretario de la embajada, por lo que tiene décadas de experiencia en la entonces Unión Soviética y en los años posteriores a su colapso.
Se trata de un renombrado rusófilo que habla ruso con fluidez y se encuentra entre los pocos extranjeros que recibieron la prestigiosa medalla de la amistad otorgada por el presidente Vladimir Putin.
La intención de la misión papal es tratar de presionar a Beijing para que convenza a Moscú de abrir canales de paz con Ucrania. Una misión apoyada también por el gobierno italiano, como repitió en Berlín el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, "pensando siempre que se trata de una paz justa, es decir, que los rusos deben abandonar los territorios de Ucrania que ocuparon con esta guerra".
Zuppi, que se encuentra en China desde hoy hasta el viernes, visitó Kiev y Moscú en junio y luego Washington en julio como parte de los intentos de la Santa Sede de llevar a Ucrania y Rusia a la mesa de negociaciones. Alojar a un enviado papal de alto nivel es, en cualquier caso, una medida significativa para China, dados los vínculos de Beijing con la Santa Sede.
(Con información de agencias)
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