Si la patente del nuevo invento de Apple pasa del papel a la práctica, ya no será necesario apagar o silenciar el iPhone cuando se ingresa al cine o al teatro, los propietarios de los derechos de autor de la película u obra no se preocuparán porque su trabajo sea colgado a internet sin su permiso, los profesores no correran el riesgo de que sus alumnos copien en el examen.
Todo esto y más será posible si la compañía de Cupertino materializara sus “aparatos y métodos para refuerzo de políticas de un dispositivo inalámbrico”.
Es que se especula que esta nueva licencia concedida a Apple podría ser el adelanto de un nuevo iPhone que, basándose en sistemas de geolocalización como GPS, establezca sus funciones respecto al lugar donde el usuario se encuentra.
Así, el smartphone de la manzana podría ponerse en silencio automáticamente al momento de ingresar a la sala de teatro, bloquear la función de la cámara de fotos y filmación cuando se entra al cine o deshabilitar la función de comunicación con otros dispositivos inalámbricos cuando está por comenzar un examen.
Antecedentes
Una tecnología similar ya está presente en la versión 5 de iOS, el sistema operativo de Apple. Según
explica el sitio Apple Insider, esta cuenta con una función que permite a los usuarios preestablecer alertas de perfiles, que se activan o desactivan según el lugar donde se encuentra la persona.
El mismo sitio recuerda, además, que en junio de 2012 Apple presentó una “perturbadora” patente que permitiría a ciertas señales infrarrojas
deshabilitar de forma remota las cámaras de los iPhone 4S.Estos smartphones no serían fabricados por Apple sino por una empresa de Singapur, se aclara en
Apple Weblog. Estos estarían destinados para los militares de dicho país, quienes no tienen permitido registrar nada dentro de las bases de operaciones.
Papeles que quedan en el olvido
Por su parte, el blog de fotografía
Petapixel opina que si bien “las compañías suelen archivar patentes para todo tipo de tecnologías”, estas casi nunca “ven la luz del día”.
Así que estos documentos podrían no ser más que “una advertencia de lo que el futuro podría deparar potencialmente”.