El trasfondo colorado sobre el préstamo BID y por qué no hay coalición opositora en Montevideo

La pulseada, que por ahora perdió Cosse, implica poner pausa a su plan de invertir US$ 70 millones en saneamiento y, sobre todo, en limpieza, en una administración que no ha tramitado fideicomiso y que no tiene, más allá de este, grandes proyectos de obras anunciados.

El Partido Nacional fue el primero –y el más contundente– en negarse a levantar la mano con el argumento de que la prioridad debía estar puesta en los 200 mil montevideanos que todavía no acceden a redes de saneamiento. Hoy, el proyecto de Cosse pretende destinar algo más de US$ 20 millones de ese fondo y que la red se extienda a 2.000 personas. 

El Partido Colorado, sin embargo, se mostraba más dispuesto a negociar los votos a cambio de que sus planteos fueran tomados en cuenta. De hecho, los ediles estaban inclinados a apoyarlo porque, en términos generales, y más allá de algunas cuestiones menores vinculadas con la compra de bienes incluidos en el préstamo, el proyecto de la intendencia está alineado con el plan de gestión ambiental que impulsa el ministro de Ambiente y líder de Ciudadanos, Adrián Peña. 

Pero a nivel de gobierno nacional la coalición atraviesa su momento de mayor tensión desde que asumió: el primer veto llegará a un proyecto que impulsó Cabildo Abierto, uno de los socios, que además se valió de los votos del Frente Amplio para sacarlo adelante pese a la negativa del resto de los integrantes del bloque gobernante.

Eso se suma a un año en que los proyectos de cabildantes y colorados en el Parlamento no han tenido margen para ser considerados y quedaron en un segundo plano, porque la prioridad estuvo primero en la ley de urgencia, después en la Rendición de Cuentas y ahora en el referéndum. 

En ese contexto, en el Partido Colorado entienden que votar con el Frente Amplio en Montevideo no sería una buena señal para la coalición a nivel nacional. 

Y eso se sumó a otra lectura que se hizo en el ejecutivo del partido: el oficialismo se prepara para dar batalla en el referéndum sobre la LUC y la intendenta está en la vereda opuesta, por lo que entendieron inconveniente darle los votos para su gestión en Montevideo en este momento. El año que viene, con la votación por el referéndum ya saldado, será otra historia.

Entonces, mientras el Partido Nacional tiene una postura contraria al préstamo del BID por cómo está diseñada la inversión, el Partido Colorado optó por hacer pesar más la cuestión política que su postura sobre el plan en sí, al que, en otro contexto, hubiese apoyado. Esa decisión puso en un lugar incómodo a los ediles que ya estaban proclives a levantar la mano. 

El Frente Amplio en la junta tiene 18 ediles y necesita tres votos más para llegar a la mayoría especial que requiere un préstamo cuyo endeudamiento excede el quinquenio de gestión. Los ediles colorados son cuatro, pero si bien se rigen por disciplina partidaria y pueden votar según su convicción personal, harán valer los lineamientos que les llegan desde su partido.

¿Coalición opositora? No tan rápido

El edil Diego Rodríguez Salomón, que ha liderado las negociaciones por el Partido Nacional –y fue quien llevó el tema a la órbita de Presidencia tras una reunión con Álvaro Delgado–, enseguida quiso plasmar que el hecho de que blancos y colorados le negaran los votos al Frente Amplio en la junta es la muestra de que la coalición que se da en el gobierno puede replicarse en la capital. Un intento de dar señal de buena salud en medio de las turbulencias a nivel nacional.

Incluso planteó la propuesta de que blancos y colorados puedan presentar un proyecto común para negociar con la gestión de Cosse y, en caso de haber acuerdo, retramitar el préstamo del BID con los cambios que la oposición quiere.

Sin embargo, en el Partido Colorado matizan esa posibilidad. En todo caso, “habría que ver la forma”, repiten, para que eso no termine poniéndolos en contradicción de lo que proponen a nivel nacional con lo que luego hacen en lo departamental. 

Además, lo que sirve a nivel nacional no necesariamente tiene su correlato en las intendencias. Los colorados han hecho notar sus molestias porque todas las cuestiones que tienen que ver con el Partido Nacional en la junta de Montevideo solo se enteran una vez que sale en la prensa, como pasó con la reunión que tuvieron con la intendenta Cosse. Eso demuestra la ausencia de coordinación entre las bancadas opositoras.

En el gobierno nacional, los socios de la coalición firmaron el Compromiso por el país, un documento con los lineamientos que se comprometieron a seguir durante este período, como una forma de asegurarse la gobernabilidad. Cada vez que un partido –sobre todo Cabildo Abierto– tiene una propuesta con la que alguno del resto no coincide, tiene la respuesta para excusarse: “Eso no está incluido en el Compromiso por el país”. Lo ha usado más de una vez el presidente Luis Lacalle Pou y lo volvió a decir ahora, cuando mandó su veto al Parlamento contra el proyecto de ley forestal aprobado a impulso de los cabildantes.

La falta de un acuerdo de ese tipo en la oposición capitalina hace que trasladar las acciones de coalición a Montevideo sea hoy una posibilidad muy incómoda y, salvo en proyectos puntuales, de difícil ejecución.