Juan Samuelle

En los corrales de engorde de vacunos sacan el pie del acelerador

Con un precio de ternero estable, la disparada en los granos y dificultades para la colocación de la carne de animales terminados en encierros obligan a la cautela

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29 de enero de 2021 a las 12:00

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El negocio que involucra el engorde a corral ha venido creciendo en los últimos años, pero ahora se enfrenta a desafíos fuertes. El aumento en el precio de los granos –fundamentalmente maíz– pega de lleno en los costos de producción de ese sistema de terminación de vacunos, que además ha sufrido directamente el impacto de la pandemia a través de un desplome de la demanda europea y el precio de la carne de alta calidad, como es el negocio de la Cuota 481.

La relación entre el precio del novillo gordo y el grano de maíz está en los valores más bajos en nueve años: hoy en día con un kilo de novillo gordo se compran 6,7 kilos de maíz, casi la mitad que hace un año atrás. Normalmente 10 kilos de maíz tienen que rendir un kilo de novillo. Si el maíz cuesta US$ 250 la tonelada, esa cuenta convertida a peso carcasa con un rendimiento de 56% hace que el precio actual debería corresponder a US$ 4,45 por kilo de carcasa para generar un margen standard.

Pero el precio de venta de un novillo de corral está en baja. El precio de la carne que se consume en restaurantes sigue bajo intensa presión y el kilo de carcasa de ganado de corral se ubica entre US$ 3,50 y US$ 3,60, incluso con posibilidad de quedar por debajo de US$ 3,50 dada la dificultad de la industria para concretar los negocios.

En tiempos de precios normales, es decir de maíz por debajo de los US$ 200 por tonelada, el negocio cierra bien. Con un mercado normal de carne y el maíz a US$ 180 por tonelada, el costo de producción de US$ 3,50 por kilo se compara con un precio de venta de US$ 3,70 o US$ 3,80 y el negocio cierra. Pero esos balances se han perdido.

El precio del maíz en el mercado de Chicago, insumo esencial para la alimentación del rodeo, continúa con su tendencia alcista, dejando atrás la barrera de los US$ 175 la tonelada de diciembre para alcanzar los US$ 210 al cierre de la nota para la posición mayo, el máximo desde mediados de 2013. 

En Uruguay los precios acompañan la firmeza del mercado internacional, con un fuerte sobreprecio, cotizando en el eje de los US$ 260 la tonelada, es decir US$ 50 más respecto a la cotización de un año atrás.

La llegada de la nueva cosecha no parece en condiciones de bajar muy marcadamente los precios. Además, los granos alternativos, como trigo y cebada, utilizables para bajar el costo de las dietas, también se han valorizado, ubicándose por encima de los US$ 220 a 230 la tonelada.

El resultado de toda esa realidad es una caída de la cantidad de ganado en los corrales.

“Muchos agricultores que usaban su grano para engordar el ganado prefieren vender el grano este año, para quienes venden ganado fuera de la cuota 481 los números no cierran. La cantidad de ganado en corrales va en baja”, explicó Álvaro Ferrés, presidente  de la Asociación de productores de carne intensiva (Aupcin).

Récord en 2020 

Esta caída interrumpe lo que venía siendo una tendencia ascendente. Según cifras oficiales, la faena de ganados provenientes de corral fue récord el año pasado y representó un porcentaje muy elevado de la faena total, un 14,2% que corresponde a 280.000 animales, un aumento respecto a los 274.500 faenados en 2019 (con una participación del 12,3% del total). Y fue aún superior a los 253.000 de 2018 (10,8%).

Este incremento está dado por una mayor proporción de novillos de corral sobre el total de la faena, que en 2020 alcanzó el 22,3%, superando el 19% de 2019 y el 17,8% de 2018, mientras que las vaquillonas provenientes de corral bajaron un punto porcentual su participación respecto a 2019, alcanzando el 25,4%. De todos modos, se ubican muy por encima del 18,3% de 2018.

Más allá de los detalles, de qué ganado ingresa en la estadística y cuál no, es factible que la tendencia haga una pausa en este año.

Con un precio de ternero estable, tanto la disparada de los granos como las dificultades de colocación de la carne de corral habitualmente destinada al cupo 481 obligan a la cautela. Es mejor negocio este año, por una cuestión de costos, el novillo pastoril.

Toda la cuenta

Considerando una dieta de engorde con un 65% de maíz, 20% de afrechillo de trigo, 10% de silo planta entera y 5% de núcleo –minerales, vitaminas–, el costo por animal durante los 100 días de encierro es de US$ 308, de los cuales US$ 211 corresponden al maíz. Si lo comparamos con un año atrás los costos se incrementan en un 31% o US$ 73 por animal, y el maíz pasa de tener una participación del 48% sobre el total de los costos a una del 62%.

La relación de reposición –pese a que está por debajo del promedio de los últimos años–  no logró amortiguar la suba del alimento que encarece los costos del encierro. La última grilla de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) marcó un precio promedio de US$ 1,73 por kilo para el novillo especial en pie, mientras el promedio para ternero estuvo en US$ 1,98 por kilo.

Como consecuencia, el índice flaco/gordo (cociente entre el precio del ternero y el del novillo gordo) fue de 1,15, tres puntos por encima que la semana anterior, pero cinco puntos menos que el promedio de los últimos cinco años (1,20).

La consecuencia es que se está encerrando menos ganado. Es factible que la faena de ganado de corral a partir de febrero se modere. “Frente a la incertidumbre de los mercados, el productor agrícola ganadero –que tiene a la ganadería como una alternativa de colocación de sus granos– va a tender a vender los granos. Por lo tanto, la oferta de ganado gordo proveniente de corrales de engorde va a ser aún menor como consecuencia del incremento de costos de producción y de la señal tibia que hay de los mercados de carne de alta calidad”, explicó Ferrés.

En la segunda mitad del año, como consecuencia de los programas de vacunación a nivel internacional, y el propio precio de los granos que encarece la producción de carne en el mundo entero, el panorama debería cambiar y la demanda incrementarse. El segundo semestre puede traer el retorno de precios de la carne que justifiquen un uso más intenso de granos.

Europa en mínima expresión

Se suma una Europa muy complicada en la negociación para la Cuota 481 en el segundo trimestre, ante un freno en la demanda por el endurecimiento de medidas sanitarias impuestas en la Unión Europea y Gran Bretaña para intentar contener el avance de la segunda ola de coronavirus.

Un operador del mercado cárnico dijo a Blasina y Asociados que la colocación del enfriado en el mercado europeo sigue muy complicada.

“La carne que llegó en enero no encontró el mercado que esperábamos a causa del lockdown (restricciones de la actividad). Incluso habiendo entrado poca carne en el primer trimestre, todavía quedan 1.100 toneladas disponibles de las 5.500 que hay por trimestre”, dijo.

Esa carne está en stock en las industrias y de no lograr colocarse entre enero y febrero deberá congelarse, lo que implica una pérdida de valor.

Dada la menor demanda de cortes de alto valor, por la pandemia de covid-19, la Cuota 481 se achica y urge la necesidad de encontrar mercados alternativos en volúmenes y condiciones para que la industria en Uruguay se mantenga o crezca.

Producción: Cecilia Pattarino

Juan Samuelle

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