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En sus zapatos: historias de uruguayas que lideran en sectores masculinizados

Una maestra cervecera, una encargada de una fábrica y una referente en seguridad cuentan cómo es estar al frente de sectores en los que predominan los hombres

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11 de marzo de 2022 a las 05:00

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"Hay que seguir abriendo puertas”, dice la ingeniera que está al frente de una fábrica que abastece de café tostado a todo el continente y ve a su familia como un equipo

Se trata de Lorena Heydel, una mujer que nació para liderar. Hizo carrera en Nestlé, una de las multinacionales más conocidas del mundo. Comenzó en el área de Calidad con los testeos a los alimentos y, desde entonces, no paró de ascender: se convirtió en la encargada de esa sección y después pasó al área de Operaciones, también como encargada. Posteriormente, llegó el momento de “la pausa” en Nestlé. “Me fui cuatro años a Buenos Aires para encargarme de una fábrica de helados en Argentina”, recuerda.

Gentileza Nestlé
Lorena Heydel

En 2018, Heydel tuvo, lo que es hasta ahora, su “mayor oportunidad laboral”. La convocaron para que volviera a su país y montara “desde cero” una fábrica. “Fue una gran oportunidad, pero también una importante responsabilidad porque no siempre, como profesional, existe la posibilidad de empezar una fábrica y mudar un modelo productivo, que ya funciona en otro lado”, dijo Heydel en diálogo con Café & Negocios

Al poco tiempo, en 2020, a esta iniciativa ya en funcionamiento se le sumó un nuevo desafío. Tras una inversión de US$ 35 millones para ampliar el parque industrial que comandaba Heydel, la marca Starbucks llegó a Uruguay con la misión de abastecer a toda América con una línea de café tostado y molido. 

“En este proceso hubo capacitaciones que, en total, sumaron 5.000 horas para generar nuevas habilidades y competencias para todo el personal, viajes a la fábrica de Oporto, Portugal, workshops, y 1.200 horas para aprender sobre el desarrollo del producto. Fueron años de una gran construcción de equipo y de futuro”, explicó a Café & Negocios.

Lorena Hydel se especializa en Ingeniería en Alimentos, es egresada de la Udelar y desde que entró al mercado laboral —mientras estudiaba— han pasado 20 años. “Comencé en otra industria y fui viendo lo que me gustaba y cuando estaba por terminar mi carrera se abrió la vacante en Nestlé, donde creo que realmente empezó mi verdadera carrera profesional y tuve la posibilidad de evolucionar”, declaró Heydel.

En este sentido destacó también el constante apoyo de su familia. “Yo veo a mi familia como un equipo”, enfatizó.

“Nunca sentí barreras por el solo hecho de ser mujer”, sostuvo al rememorar su trayectoria en perspectiva. Sin embargo, Heydel reconoció enseguida que se trata de su propia historia y que no necesariamente es así la regla general: “Creo que el haber hecho una carrera dentro de una misma compañía es una ventaja porque conocés a la gente desde hace años y vas construyendo vínculos”, dijo la gerente de fábrica.

En esta línea recapitula que cuando comenzó a tener gente a cargo, “el 99% de sus subordinados en la fábrica eran hombres’’ y “te lo hacen notar”, recalcó. 

La gerenta de la fábrica dijo que, si bien ha aumentado el número de mujeres que se desempeñan en la planta —tanto en el rol de operadoras como en altos cargos—, “aún falta mucho por hacer” en el ámbito de la equidad de género. 

Lentamente se notan cambios, pero es necesario que aprovechemos todas las posibilidades para abrir nuevas puertas y seguir llegando a más lugares”, concluyó Heydel sobre el espacio que logran las mujeres en las fábricas y en los roles de toma de decisiones.

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“Las mujeres tenemos que seguir involucrándonos en las áreas que nos interesan”: es ingeniera, maestra cervecera y, pese a creer que su vida estaba en la investigación, se enamoró de la industria

Guadalupe Paolino es la responsable de liderar el equipo de elaboración para todas las cervezas de Minas. El proceso incluye el recibimiento y control de las materias primas, cocimiento, fermentación y filtración de la cerveza. 

“Lo que más me gusta son las innovaciones y creación de nuevas recetas para los consumidores uruguayos”, dijo Paolino a Café & Negocios, que se desempeña como maestra cervecera de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) desde 2019 empresa a la que ingresó en 2008.

Gentileza FNC
Guadalupe Paolino

Allí empezó como pasante en el área de Laboratorio de Control de Calidad, en Montevideo. En ese momento, estaba rindiendo las últimas materias de una maestría en Microbiología en la Facultad de Química (Udelar) y su objetivo era tener una experiencia en la industria antes de dedicarse plenamente a la  investigación. “Nunca pensé que esa decisión fuera a cambiarme así el rumbo; pasé por varios puestos antes de llegar al que estoy actualmente, pero desde que ingresé supe que quería trabajar en Elaboración”, explicó y confirmó que, al dar sus primeros pasos en  FNC, se enamoró de la industria de la cerveza. “El proceso de elaboración me apasiona porque me permite combinar mi gusto por la investigación con la adrenalina de los desafíos diarios y el liderazgo de equipos”, admitió. 

La experta cree que se ha “avanzado mucho” en cuanto a los obstáculos que se les presentan a las mujeres en la industria. “Cuando llegué a Minas éramos solo tres mujeres, todas en el área de Calidad y solo había una en la mesa de gerencia de planta. Hoy somos 45 en la cervecería y el 50% de la mesa de gerencia es integrada por mujeres”, explicó Paolino.

“En algunas oportunidades sentí que me explicaban demasiado las cosas, como si fuera necesario por ser mujer o, por el contrario, que tenía que hacer grandes fundamentaciones para que se aceptara mi punto de vista".

"Con respecto a las barreras propias, tuve que tomar decisiones para adueñarme de mi desarrollo personal y profesional rompiendo con mis propios estereotipos”, recordó la ingeniera al analizar su trayecto profesional.

Paolino ocupa un espacio que suele estar integrado más por hombres que por mujeres. Al ser consultada por esta regla no escrita, pero que se cumple, la ingeniera dice: “Me encanta. Disfruto mi trabajo y siento que abrí las puertas para que vengan muchas más mujeres atrás. Yo creo en el valor de los equipos diversos, me parece que las distintas miradas enriquecen el trabajo”.

Además, reconoce que la empresa donde trabaja le ha dado oportunidades de crecimiento, desarrollo y capacitación y sostiene que desde hace unos años está en una búsqueda de mayor equidad y balance en los distintos equipos de trabajo. “Al estar en la empresa desde el 2008 soy testigo y parte de este cambio y esto es una de las cosas que me motivan a trabajar en FNC.  Por supuesto que aún quedan cosas por hacer pero el camino está trazado”, reconoció la experta.

Como reflexión basada en su experiencia, la maestra cervecera aseguró: “Las mujeres tenemos que seguir involucrándonos en las áreas que nos interesan, tenemos que estudiar y estar preparadas para ocupar cargos de responsabilidad. El camino que se está construyendo va hacia un mundo en el que las oportunidades serán para las personas mas talentosas. Nuestro aporte es fundamental en esta construcción”.

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“El cambio está en la acción”: desarrolló su carrera en un sector con fuerte impronta masculina y cree que el cambio empieza por reconocer la brecha que existe entre hombres y mujeres 

Ximena Arroyo es la directora de Recursos Humanos de Prosegur, una compañía que ofrece servicios de seguridad desde marzo de 2019. Forma parte de la empresa desde 2007 y, desde entonces, su vida profesional dentro de la organización no dejó de evolucionar

“Siempre estuve, a nivel laboral, mayoritariamente rodeada de hombres”, reflexionó Arroyo en diálogo con Café & Negocios. “Yo inicié mis actividades en la industria del cuero, una actividad  también muy masculina y luego seguí en la seguridad privada”, añadió.

Arroyo es licenciada en Comunicación Organizacional, egresada de la Universidad Católica del Uruguay. Inició su carrera en el área de comunicación interna, dentro del Departamento de Recursos Humanos de una curtiembre, y se apasionó por la gestión de los trabajadores y su rol dentro de las organizaciones. Esto la impulsó a hacer una maestría en Psicología del Trabajo y las Organizaciones en la Universidad de  Lille (Francia), donde pudo ampliar su formación en el área donde venía desempeñándose. 

Gentileza Prosegur
Ximena Arroyos

“En ambas organizaciones me desarrollé y crecí profesionalmente por lo que no puedo decir que el ser mujer me haya impedido el desarrollo profesional. Por supuesto que el mundo laboral para las mujeres está lleno de obstáculos impuestos por la sociedad en la que vivimos y que exigen un esfuerzo doble” sostuvo y agregó: “Esto es lo que tenemos que cambiar, que nuestras posibilidades de acceso a cargos jerárquicos sean iguales, que nuestros ingresos no sean dispares por el simple hecho de ser mujeres, que la maternidad no sea vista como una debilidad para el desarrollo de la carrera”, explicó la especialista en Recursos Humanos. 

En la misma línea estimó que en organizaciones o sectores con predominancia masculina por la naturaleza de la actividad se valora mucho la capacidad de aportar una mirada, competencias, habilidades y sensibilidades distintas. “Eso enriquece al equipo y a la gestión. Hombres y mujeres no somos iguales y en esas diferencias nos enriquecemos”, señaló la experta en relación a su propia vivencia.

Arroyo aseguró que tiene “la suerte” de trabajar y de haber trabajado en organizaciones que creen “genuinamente en la equidad de género y no como un slogan”.  Según su punto de vista esto le brindó las oportunidades y garantías necesarias para desarrollarse.

Sin embargo, Arroyo cree que es necesario resaltar el esfuerzo de cada una, “que siempre debe estar, porque sabemos que la sociedad en la que vivimos es aún muy masculina”.

En este sentido apuntó que hay estudios que muestran que Uruguay está muy lejos aún de la equidad de género en el mundo laboral , “y no solo comparándonos con el primer mundo, sino en relación a países de nuestra región”, expresó la representante de Prosegur.

“El cambio empieza por reconocer esta brecha para luego trabajar en acortarla y acelerar el cambio”, agregó.

Finalmente sostuvo que los cambios se logran con acciones y no con palabras. “Cada uno desde su lugar tiene la responsabilidad de actuar por lograr esta equidad, por acortar esta brecha, muy especialmente quienes tenemos cargos de responsabilidad en las organizaciones. El cambio está en la acción”, concluyó. 

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