Energía solar: entre su gran potencial y la necesidad de mayor promoción

La ESFV es un tipo de energía renovable que se obtiene de la radiación solar para generar electricidad y desde el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) la definen como  “una de las alternativas tecnológicas de desarrollo actual más significativo y con futuro promisorio en el corto plazo”.

De acuerdo al Balance Energético Nacional 2020 —elaborado por el MIEM— la generación de electricidad de tipo eólico representa un 40% de la matriz energética, mientras que la solar un 4%. En 2005, ninguna de ellas aportaba a la producción nacional.

Según la contadora Katherin Viera, de la consultora BDO Uruguay, si bien la fuente solar tiene una participación menor en el total generado, también ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años, a partir del decreto nº 133/13 que convocó a empresas interesadas en generar energía mediante plantas solares fotovoltaicas de gran escala.

Los protagonistas

Ignacio Morga, gerente de Servicios de O&M de la empresa Teyma, uno de los principales jugadores en lo que refiere a ESFV, dijo a El Observador que la principal ventaja de la utilización de este tipo de energías “radica en su característica inagotable” y que “poseen varias ventajas que las posicionan como una de las mejores alternativas para satisfacer los requerimientos energéticos del Uruguay y a la vez fomentar el desarrollo”.

En esa línea, destacó que la utilización de la ESFV “favorece la independencia energética y disminuye la variabilidad de los costos” y que “debido a las características geográficas del Uruguay se obtienen niveles de generación muy razonables, lo que permitiría cubrir gran parte de la demanda eléctrica nacional”. Morga también expresó que la construcción de infraestructura para utilización de ESFV y su posterior operación y mantenimiento, generan un importante desarrollo económico, conocimiento y creación de puestos de trabajo de calidad, fundamentalmente en el interior del país.

Por su parte, Martín Bocage, directivo de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (Augpee), destacó en diálogo con El Observador que una de las grandes ventajas de la utilización de la ESFV es que los precios de energía son más bajos en la comparación con los combustibles fósiles. 

En lo que refiere al impacto ambiental, Bocage señaló que, a diferencia de la energía convencional, la ESFV “no genera emisiones por lo que es fundamental para lograr la descarbonización completa de la matriz energética”.

El directivo de la Augpee también destacó “el carácter modular” del diseño de las plantas de generación que “permite que se adapten a atender consumos domésticos, industriales y hasta proveer energía a nivel de empresas distribuidoras”. 

En tanto, para Morga, el Uruguay tiene el potencial de multiplicar por varias decenas los niveles de generación actuales de ESFV. “La posibilidad real de generación no depende únicamente de la disponibilidad del recurso energético, sino que también depende fuertemente de la existencia de una demanda que requiera energía y además tenga la capacidad de asegurar la compra de esta a largo plazo. Conjuntamente, el país necesita completar el desarrollo de las redes de transmisión y distribución de ESFV de forma de canalizar adecuadamente y a costos razonables la energía producida”, explicó. Y agregó: “En este sentido, visualizamos a la movilidad eléctrica y a la generación de hidrógeno verde como claros caminos para impulsar fuertemente un nuevo desarrollo de la generación eléctrica, fundamentalmente a partir de fuentes renovables no convencionales”.

Bocage, por su parte, señaló que los estudios de optimización del sistema eléctrico prevén que la próxima incorporación de nueva generación será entre 2026 y 2028 y será de fuente solar.

“Esto se debe fundamentalmente a que la necesidad de más energía va a ser en el horario diurno lo que juega a favor de esta fuente y no de la energía eólica. Su potencial expansión también podrá estar atada al desarrollo de la industria del hidrógeno y del almacenamiento de energía”, sostuvo.

Cámara solar con luces rojas

Eliseo Cabrera, presidente de la Cámara Solar del Uruguay, alertó que el mercado de la ESFV se encuentra con “problemas muy graves” debido al “desestímulo” de su utilización.

Según Cabrera, los cambios realizados por el gobierno a la ley 16.906 de Promoción de Inversiones “han reducido de manera drástica todo lo vinculado a la promoción de la ESFV”.

Por otro lado, señaló que en Uruguay hay un “retraso muy grande” en la utilización de ESFV en los hogares pero que existe una oportunidad muy grande de revertir esa situación a través de la promoción para su uso en ese ámbito. Si bien el empresario destacó el Decreto 173/010 para microgeneración de energías renovables consideró que no es suficiente.

“Nos llenamos la boca hablando de energías renovables y vivimos en una nube como que en Uruguay somos los número uno pero no es así. No estamos haciendo los deberes, no estamos haciendo las cosas como hay que hacerlas. Un incentivo: ¿querés poner paneles solares? Lo que gastes te lo descuento del IRPF o del Impuesto al Patrimonio. Ese tipo de acciones son claves”, dijo a El Observador.

Cabrera informó que la Cámara Solar del Uruguay se está “desmembrando” y que dejará de funcionar durante el año 2022. “No está habiendo ventas porque no hay ningún incentivo. Se cayó el incentivo para las empresas y nunca existieron incentivos para los hogares. Las perspectivas para la ESFV desde el punto empresarial son muy malas”, explicó.

La expectativa del gobierno

Fitzgerald Cantero, director Nacional de Energía del MIEM, estimó que para el 2050 la participación de la ESFV en la matriz de generación de energía eléctrica podría estar entre 15% y 20% “si se considera únicamente la energía que será utilizada para el mercado local”. 

Cantero explicó a El Observador que además del abastecimiento del mercado local, se está vislumbrando un mercado de exportación de hidrógeno, combustibles y productos verdes en general, que serán realizados a partir de energías renovables. “Este tipo de exportación puede demandar una generación de energía renovable varias veces mayor a la que se necesita para el mercado doméstico. Algo similar a lo que nos sucede al día de hoy con los alimentos, que Uruguay produce alimentos para más de 30 millones de personas y tiene mucha exportación en ese rubro”, sostuvo.

En ese sentido, Cantero señaló que si se toma en cuenta toda la generación que se puede realizar en Uruguay, tanto mercado local como exportación, en 2040 la participación de ESFV podría estar en el orden del 30% e ir creciendo con el tiempo.

“La forma más económica de producir hidrógeno verde en Uruguay es a partir de la instalación de parques eólicos y solares fotovoltaicos combinados. Con lo cual, el potencial de la ESFV es muy importante. A futuro será una fuente clave para el desarrollo energético del Uruguay y también para un posible desarrollo de la industria verde en general”, indicó.

El costo de invertir en un parque solar de gran escala al día de hoy puede estar en el entorno de los US$ 600 mil a US$ 700 mil por MW (megaWatt), con lo cual se obtiene un costo de energía eléctrica aproximado de entre US$ 30 a US$ 40 por MW/hora.