Una breve descripción de la nueva ministra de Economía argentina, Silvina Batakis: se trata de una burócrata con muchos años en el Estado, de mala gestión durante la gobernación en la Provincia de Buenos Aires del también malísimo Daniel Scioli. De su gestión, sus acciones, su actuación política previa, sus declaraciones, sus escritos y tuits, es fácil afirmar que cree en la emisión monetaria sin consecuencias inflacionarias, en el aumento de impuestos para subvencionar a las clases pobres, en el aumento de retenciones al campo y es una militante peronista ferviente que funcionará como amanuense de Cristina Kirchner. Mencionada antes de la mascarada del domingo como una alternativa de emergencia, se debió recurrir a ella luego de que el gobierno y la jefa del peronismo argentino se encontraran con un escenario absolutamente previsible en el que ningún economista serio y respetado aceptaba hacerse cargo de la doble bomba de tiempo que estallará: la económica y la política.
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