Para el caso, una de las excepciones notorias en la historia del
cine, el adagio popular "no hay dos sin tres" se queda corto por bastante. También es inexacto el que afirma: "No hay segundas partes buenas", y hasta el otro que dice que "la tercera es la vencida".
Entre las noticias cinematográficas de la actualidad se destaca una sobre la cual se viene insistiendo desde hace semanas, y son los problemas existente entre dos actores protagonistas de la saga, Tyrese Gibson y Dwayne Johnson "The Rock", que estaría retrasando la filmación de
Rápidos y Furiosos 9, la cual ya tiene fecha de estreno para el año 2020. En cine, salvo excepciones como
El padrino, segundas y terceras partes nunca han sido todas buenas
. El extraordinario éxito, incluso de crítica, que tuvieron las ocho entregas de la serie Rápidos y Furiosos cambió la perspectiva respecto a las continuaciones ad infinitum de sagas que fueron exitosas en la primera entrega, pero luego paulatinamente se fueron desinflando, en calidad y apelación masiva, como, por ejemplo, Duro de matar. Con Rápidos y Furiosos ha pasado algo inaudito que seguramente debe tener sorprendidos incluso a los productores de la franquicia que hizo popular y millonario al actor Vin Diesel, del cual en sus comienzos había quienes se reían por su escaso talento artístico.
Se han estrenado películas de Rápidos y Furiosos en los años 2001, 2003, 2006, 2009, 2001, 2013, 2015, y 2017. En total, la saga lleva recaudados cerca de US$ 6 mil millones, cifra que ni siquiera los involucrados en la producción y creación de la serie han de haber imaginado al comienzo.
Es decir, estamos ante un fenómeno casi único, en la misma liga que otra saga ilustre y duradera, La guerra de las galaxias. El caso evidencia una cuestión que los mayores expertos en tendencias de entretenimiento no han podido dilucidar con claridad, y que es la siguiente: ¿qué es lo que la gente quiere ver cuándo va al cine?
La película, evidentemente, es un imán taquillero que cabe analizar con mayor detenimiento, pues cada año la industria de
Hollywood invierte billones en producciones costosas, pero solo pocas devuelven la plata y menos aún son las que dejan ganancias monumentales.