El Poder Ejecutivo publicó a mediados del mes pasado el decreto que aumentó la Base de Prestaciones y Contribuciones (BPC) a $ 6.177 —con validez desde el 1º de enero de este año— desde los $ 5.660 del año pasado, una suba de 9,13%.
La BPC es la unidad de referencia que está detrás del cálculo de las franjas del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS).
Con el nuevo ajuste, los ingresos por pasividades que son inferiores a $ 55.593 no están alcanzados por el IASS.
En tanto, las pasividades mensuales que van entre $ 55.594 y $ 92.655 (15 BPC mensuales) están gravadas a una tasa de 10%.
La franja entre $ 92.656 a $ 308.850 (50 BPC mensuales) tributan a 24%.
Por su parte, quienes superan los $ 308.851 (más de 50 BPC) están gravadas a 30% que es la tasa más alta del impuesto.
Reducción de tasas del impuesto
Vale recordar que desde enero entró a regir un cambio en el impuesto que grava las jubilaciones más altas.
La ley de Rendición de Cuentas aprobada en 2023 estableció una reducción de las tasas progresionales que se aplican sobre los ingresos anuales.
Desde 2024 la tasa aplicable de este impuesto al tramo que va desde 108 BPC anuales ($ 667.116) y hasta 180 BPC anuales (algo más de $ 1.111.860) se redujo de 10% a 8%. Esa tasa volverá a caer hasta 6% en enero de 2025.