Incomodidad por un reclamo "desmedido" y preocupación por incidentes en el extranjero: la otra cara de la "apretada" a Peñarol

Sin embargo, el incidente llamó la atención tanto de la Justicia como de la Asociación Uruguaya de Fútbol, mientras que al plantel de Peñarol no le resultó indiferente. 

Cuando Referí sondeó en la interna de Peñarol cómo cayó el hecho del sábado se encontró con la palabra "incomodidad" y reclamo "desmedido". 

"Es cierto que no fue nada grave y así como arrancó se terminó, incluso muchos ni se enteraron de que Cachila y Kevin habían salido a hablar, pero sí fue un momento incómodo para todos y además desmedido porque somos los últimos campeones, ganamos la Supercopa y también ganamos los clásicos; pero así es el fútbol", expresaron. 

El lunes, el fiscal de flagrancia de noveno turno, Fernando Romano, citó a declarar, en calidad de testigos, al presidente del club, Ignacio Ruglio, y a los jugadores Kevin Dawson y Ramón Arias, dos de los referentes del plantel que salieron el sábado del predio de Los Aromos a charlar con los hinchas y a escuchar sus reclamos. 

Tanto el domingo como el lunes, Ruglio relativizó el hecho. 

"Todo lo que me dicen es que cuando salieron los referentes del club a hablar, en ningún momento se pasó ningún límite. Por suerte, queda solo en una anécdota y en la manifestación del grupo de hinchas que no siempre es lo deseado, pero mientras sea en el ámbito del respeto y sin agresiones, sin entrar en Los Aromos y con alguna bandera, queda no más por eso. No fue más de eso lo que pasó". 

El presidente salió incluso en defensa de Pablo Ceppelini, uno de los jugadores que fue señalado por los hinchas con el mote de "discoteca". 

"Cuando hablamos de jugadores que quieran jugar en Peñarol y no se nos vayan, Ceppelini rechazó dos muy buenas ofertas para irse a China. Además es un jugador que nunca pasa por sanidad, juega todos los partidos y entrena siempre al máximo. Con su vida privada puede hacer lo que quiera", expresó Ruglio. 

Lo único que Ruglio criticó fueron las pintadas que realizaron los hinchas: "Es nuestra casa y no está bueno pintarla". 

El lunes, el presidente se manifestó en idénticos términos, recordó que Peñarol estuvo tres meses sin bombos ni banderas y dio a entender que los dirigentes no le hacen favores económicos a los hinchas: "Por cómo está la normativa, si vos entregás plata a barras, si vos apañás amenazas y no las denunciás, las cargas penales son contra vos. Se los digo cada vez que tengo una charla. Si yo doy $ 3.000 para que un ómnibus viaje al exterior, el que termina yendo en cana soy yo. Los tiempos cambiaron. Realmente, de las cosas que yo he visto y averigüé, realmente no fue nada". 

"No veo que haya pasado algo como para hacer una alarma pública y más como yo les decía, que normalmente estoy enterado de todas las cosas de Peñarol y ni me enteré de que iban a ir. Fue gente que inclusive no es muy conocida", agregó. 

"No hacemos la denuncia porque realmente creemos que no hubo nada grave", manifestó. 

Eso fue criticado por el fiscal Romano que el martes declaró: “Yo lo califico como que estamos naturalizando un hecho de violencia que no es normal. Más allá de que el apriete existió siempre. A mi juicio es un tema que no debió dejarse pasar. Si no pretenden hacer la denuncia, a mí me atan de manos”, agregó.

Sobre la naturalización de la violencia también se expresó el domingo en entrenador Mauricio Larriera: "Hay una molestia que yo diría que es lógica porque no es más molestia que la que tenemos nosotros porque no se dan los resultados y porque no se da el funcionamiento que queremos; pero le bajo el perfil porque en definitiva está tan naturalizado y normalizado que no tengo mucho para decir. Me hubiese gustado, y ojalá en el futuro pueda, conversar con la gente, pero no se dio. Y sí socialmente lo normalizamos, ¿qué podemos hacer nosotros que estamos ahí adentro?", agregó el entrenador. 

El incidente también llegó a AUF donde su comisión de seguridad está en permanente contacto con el Ministerio del Interior y donde se han entablado contactos con el propio Romano en las últimas horas. 

En la AUF ya estaban muy alerta por una serie de incidentes que protagonizaron hinchas de Peñarol y también de Nacional en el extranjero. 

En Uruguay, el retorno de los hinchas a las canchas fue muy gradual y paulatino en el marco de la pandemia de coronavirus, pero a nivel extranjero, las puertas se abrieron de la noche a la mañana. Además, los controles que se realizan no son los mismos que se hacen en Uruguay. Y eso ambientó la posibilidad de que se generaran hechos de violencia. 

Lo que se investiga por distintas autoridades es si hay hinchas que integran a nivel local la lista de inhabilitados para ingresar a escenarios deportivos, que estén yendo a seguir a los grandes en el extranjero. 

Desde cinco años a esta parte, la comisión de seguridad, en acción coordinada con el Ministerio del Interior, ha logrado erradicar a muchos violentos de las canchas. Tanto es así, que los últimos hechos graves ocurrieron fuera de los escenarios deportivos y los de comienzos de este año en episodios totalmente alejados cronológicamente de partidos. 

Lo que no puede hacer la comisión es cumplir funciones de policía o ejercer tareas en el terreno de la seguridad pública. Además, en este caso puntual ocurrido en Peñarol, el tema es resorte en primer lugar de la seguridad privada del club y ahora está en manos de Fiscalía que no dispone de cámaras en las afueras de Los Aromos. De todas formas, a ese nivel, el incidente no se naturaliza y se pretende seguir investigando.