Ines Guimaraens

La contradicción de Toma: ¿cuándo se enteró de la confesión de Gavazzo?

El jerarca había negado que el 20 de febrero estuviera en conocimiento de la confesión, pero para la fiscalía no hay duda

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24 de septiembre de 2019 a las 15:56

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El 20 de febrero de 2019. Esa fue el día en que Miguel Ángel Toma, secretario de Presidencia, se enteró de la confesión realizada por José Nino Gavazzo en abril de 2018 durante su comparecencia en el Tribunal de Honor. Ese es un hecho que el fiscal Rodrigo Morosoli tiene probado por testimonios y documentos, según dijeron fuentes de la investigación a El Observador.

Sin embargo, luego de que El Observador publicara parte del contenido de las actas del Tribunal de Honor en el que el represor admitió haber arrojado el cuerpo de Roberto Gomensoro al río Negro en 1973, el jerarca sostuvo otra versión.

En diálogo con el diario El País, en una nota publicada el 2 de abril, Toma negó haberse enterado de esa confesión el 20 de febrero, como ahora Morosoli no tiene dudas de que ocurrió. Consultado entonces por la reunión mantenida con el exministro de Defensa, Jorge Menéndez, y dos asesores de la cartera, Toma respondió: "Lo que recibió Presidencia fue el expediente. No declaraciones de nadie".

Lo que había en el expediente, según palabras textuales del jerarca, eran "fallos del Tribunal de Honor", y luego dio una explicación para justificar por qué no sabía nada sobre el delito confesado por Gavazzo.

"Pero cómo voy a estar al tanto del expediente… (risas) El expediente… Los expedientes que llegan a la Secretaría de la Presidencia van a Jurídica. Jurídica lo analiza y después se emite la resolución. Y en los dos casos se emitieron las resoluciones. En uno homologando el fallo, y en otro homologando otro fallo. Y luego el expediente pasa al ministerio a los efectos de tomar ciertas acciones".

Luego aseguró que si hubiera sabido ese 20 de febrero que en las actas estaba la admisión de la desaparición, se hubiera hecho la denuncia enseguida. "Si fuese así se hubiese presentado la denuncia penal. Y la denuncia penal la presentamos nosotros hoy", en referencia al primer día de abril.

El 3 de abril, la Secretaría de la Presidencia emitió un comunicado como respuesta ante la supuesta "divulgación insistente de hechos que generan confusiones y contradicciones, que en puridad no existen".

Pero en ninguna parte del texto se hizo mención al hecho de que Toma se había enterado de la confesión antes de la publicación de El Observador. Se aseguró, en cambio, que el presidente Vázquez había advertido "conductas con apariencia delictivas" en los fallos del tribunal, que concluyeron que tanto Gavazzo como Jorge Silveira fueran pasados a reforma por no informar a la Justicia que en 2010 había un militar preso siendo inocente –el coronel Juan Carlos Gómez–, y evitar así la demora que hubiera supuesto esperar la intervención de la justicia penal.

Tiempo récord
Toma declaró ante Morosoli que su oficina trató el expediente de Gavazzo –una vez que se lo entregó Menéndez el 20 de febrero– en "términos récord", según publicó El País este martes y confirmó El Observador.
Declaró al fiscal lo siguiente, cuando fue citado días atrás: "Hay tres tipos de expedientes ministeriales. Los que tienen una extensión normal duran siete u ochos días en Presidencia. Esos son de trato normal. Después existen expedientes de alta complejidad, donde Jurídica pide 'retiro a estudio'. ¿Por qué? Por la materia que se trata o proyectos de ley con connotaciones jurídicas o políticas o porque el asunto que viene tiene una complejidad jurídica. Estos demoran un tiempo mayor. Pueden hasta pasar un mes en Presidencia. Y tercero, están los expedientes de alta complejidad jurídica y alta sensibilidad política, como es este caso. Este caso se tramitó en términos récord".
El expediente salió de Presidencia hacia el ministerio el 12 de marzo. Pero 18 días más tarde, cuando El Observador publicó las confesiones de Gavazzo, la denuncia del Ejecutivo aún no había sido hecha. 
El delito

Morosoli, que ya lleva casi seis meses de investigación, continúa recabando datos antes de definir si solicitará a la Justicia que se inicie un proceso penal contra Toma, contra el excomdandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, contra el presidente Tabaré Vázquez o contra algunos de los seis militares que integraron los tribunales de honor que juzgaron la conducta de Gavazzo y Jorge "Pajarito" Silveira en los hechos conocidos como el "segundo vuelo" en 1976.

Una de las principales hipótesis de delito que maneja el fiscal –si es que decide formalizar la investigación– es que alguno de los indagados –todos funcionarios del Estado– hayan incurrido en lo que el Código Penal define como omisión o retardo en la denuncia de cualquier ilícito "de que (se) tuviere conocimiento por razón de sus funciones", como está descrito en el artículo 177.

Hasta el momento, no obstante, el más comprometido en la investigación es Manini Ríos, hoy candidato a presidente por el partido Cabildo Abierto, según dijeron las fuentes a El Observador. El general aún no pudo probar que puso en conocimiento a Menéndez de la confesión del torturador antes de entregarle el expediente del tribunal en febrero de este año, como también lo ha asegurado en declaraciones a la prensa. 

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