Si Zelensky quiere liderar el proceso de incorporación a la UE tiene un requisito que también le resultará complejo

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La lucha contra la corrupción de Ucrania como requisito indispensable para integrarse a la Unión Europea

El grupo de los 27 se muestra aliado a Volodímir Zelensky, pero los estándares de transparencia del gobierno de Kiev son un escollo para una rápida incorporación como espera el mandatario. Todavía “los oligarcas ucranianos” manejan resortes de poder
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28 de febrero de 2023 a las 05:04

El pasado 3 de febrero, los representantes de la Unión Europea (UE) viajaron a Kiev para reunirse con el presidente Volodímir Zelensky. Fue mucho más que un gesto por parte del grupo de las 27 naciones que integran el bloque comunitario que preside la belga Ursula van der Leyen.

En efecto, en las semanas siguientes a ese encuentro, varios de los mandatarios de la UE aceleraron los pedidos de armamento por parte de Ucrania. El fundamental fue el canciller alemán Olaf Scholz, quien firmó la autorización para que la empresa alemana Rheinmetall pudiera vender los tanques Leopard 2. La compañía armamentista alemana tuvo un boom bursátil tras ese visto bueno.

Zelensky logró una victoria política con ese apoyo en un país que no tiene con qué pagar aquellos aviones o tanques que sus aliados le venden. Por supuesto, el tiempo dirá cómo hace el país para reconstruirse. Por de pronto, los cálculos de los consultores europeos cifran en no menos de U$S 650.000 millones la puesta en valor de las rutas, edificios, sistemas de electricidad y puesta en marcha de las fábricas y otros ámbitos de trabajo y producción.

Tampoco hay fecha para un diálogo o un punto de partida que avizore una paz duradera en la región. Por el contrario, el domingo, Zelensky dijo que no veía ninguna posibilidad de paz en la separación de Crimea o de la República del Donbás. Lo cierto es que Crimea estableció su autonomía de Kiev en 2014 y la región del Donbás está mayoritariamente en manos de las fuerzas armadas rusas, del grupo Wagner y de las milicias del Donetsk y del Lugansk, los dos oblast en los que se habla mayoritariamente ruso y que están devastados por la intensidad de los combates.

Si Zelensky quiere liderar el proceso de incorporación a la UE tiene un requisito que también le resultará complejo. Y es su frente interno, el de un Estado con bajísimos estándares de transparencia en la gestión. La propia Van der Leyen dijo en Kiev en aquella reunión de hace casi un mes que Ucrania debía hacer múltiples reformas para lograr la adhesión. Un proceso que a otros países que se integraron a la UE les llevó muchos años de auditorías y cambios en su administración.

Podría pensarse que el contexto político juega a favor de Zelensky. Sin embargo, él mismo cifró en “dos años” la posibilidad de convertirse en el socio número 28 del bloque europeo. Mientras tanto, en Bruselas, sede de la UE, se preparan borradores de acuerdos energéticos y comerciales además de la provisión de armamentos.

El gabinete de Zelensky cuenta con una ley votada por el Congreso ucraniano a instancias del gobierno, que va en consonancia con los reclamos de la UE. Los propios autores la llaman la "ley antioligarcas”. Un despacho de la agencia alemana DW dice que “son considerados oligarcas quienes cumplan tres de estos cuatro criterios: poseer una fortuna superior al equivalente a unos U$S 80 millones, ejercer influencia política, controlar medios de comunicación o tener un monopolio en algún campo económico.

La norma establece que quien figure en el registro de oligarcas, no puede financiar partidos políticos ni participar en grandes privatizaciones y debe presentar una declaración especial de ingresos.

Hasta ahora, “la política ucraniana se encontraba en un círculo vicioso de corrupción. Oligarcas financiaban partidos políticos para influir en legislaciones o normativas que les permitieran maximizar sus beneficios, por lo general de forma encubierta”, agrega el artículo de la agencia DW.

Para ponerse a tono con estos requisitos, algunos millonarios ucranianos buscaron la manera de ajustarse. Por ejemplo, el hombre más rico del país, Rinat Ajmétov, entregó al Estado las licencias de su grupo de medios de comunicación System Capital Management (SCM) Holdings. Ajmétov era considerado el “oligarca” más importante cercano a Moscú antes de la llegada al poder de Petro Poroshenko en 2014 y el distanciamiento radical de Kiev con Moscú. Pero Ajmétov tiene empresas mineras, de construcción y de otros rubros. Un detalle no menor, es dueño del club de fútbol Shakhtar Donetsk, que está precisamente en el oblast de ese nombre y en la actualidad bajo dominio militar ruso o pro-ruso. Es fiel representante del estilo de los oligarcas rusos que hizo negocios con Moscú y desde la invasión los hace con Kiev.

Otro multimillonario que busca formatear sus negocios con esta ley “antioligarcas” es el propio Petro Poroshenko, que llegó al gobierno en 2014 siendo presidente del Partido Solidaridad Europea y con un holding que incluye medios de comunicación. El ex presidente renunció a la titularidad de la licencia de televisión. Otro millonario, de nombre Vadim Novinsky, para no dejar sus empresas hace unos meses renunció a su escaño parlamentario.

Una gran pregunta es si las auditorías de la UE lograrán saber si estos cambios son sólo un maquillaje para quedar encuadrados en la normativa o realmente significarían una mayor transparencia en la gestión y las concesiones o compras del Estado.

La destrucción de la industria ucraniana en el curso de la guerra hizo disminuir la fortuna de los oligarcas. En un estudio publicado a fines de 2022, el Centro de Estrategia Económica (CES) de Kiev cifró en U$S 4.500 millones las pérdidas de los oligarcas. Ajmétov fue el más perjudicado. Con la conquista rusa de Mariúpol, su holding Metinvest perdió la acería de Azov y otra empresa.

La revista Forbes Ucrania estima que las pérdidas ocasionadas a Ajmétov por la guerra superan los U$S 9.000 millones. No obstante, sigue encabezando la lista de los ucranianos más ricos. Los oligarcas perdieron considerables recursos para poder influir en la política ucraniana, según Dmitro Horjunov, experto del CES. "Mientras tengan fortuna, harán todo lo posible por defenderla o multiplicarla”, dice.

Los expertos del CES esperan que, en el marco de la integración europea, en lugar de oligarcas lleguen grandes inversionistas de la UE a Ucrania después de la guerra. Al mismo tiempo, demandan que las instituciones financieras internacionales, de las que Ucrania depende en extremo, condicionen la asistencia a Kiev al avance en la "desoligarquización” y apoyen a empresas que harían competencia a los oligarcas.

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