La dedicatoria de esta foto de Blanca Luz está fechada en 1931, pero probablemente fue tomada en México en diciembre de 1929.
Miguel Arregui

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La odisea de Blanca Luz Brum

Una morocha de Pan de Azúcar que migró del comunismo al nacionalismo y usó su belleza como medio para el ascenso social y la figuración
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01 de febrero de 2017 a las 05:00

Primer post de una serie de cinco sobre una uruguaya relativamente poco conocida, quien frecuentó parte de los círculos intelectuales y artísticos más destacados del Río de la Plata, Perú, Chile y México durante las primeras décadas del siglo XX. Viajó del radicalismo izquierdista hasta la extrema derecha, al servicio del dictador chileno Augusto Pinochet, previo paso por los Partidos Comunistas de Uruguay y México y el nacionalismo peronista. Y se destacó en cada una de esas trincheras.

Blanca Luz Brum, natural de Pan de Azúcar, fue una morena bonita que fungió como poeta, escritora, periodista, artista plástica, militante política. La verdadera obra de arte fue ella misma, cualquiera fuese el ciclo que transitara, movida por la compulsión, el oportunismo, el idealismo y la aventura.

Ella representó muy bien, como una tempestad, algunas de las grandes pasiones y dilemas del siglo XX

Fue una gran belleza "destinada a trastornar al sexo masculino", según el líder comunista chileno Volodia Teitelboim; una feminista temprana y una agitadora que se miró en el espejo de Rosa Luxemburgo; y también una trepadora que coleccionó maridos y amantes por pasión, dinero o figuración: desde el poeta Parra del Riego hasta el magnate Natalio Botana o el coronel Juan Domingo Perón, pasando por el artista plástico mexicano David Alfaro Siqueiros.

Se convirtió en leyenda por su peregrinaje personal, más que por su obra literaria o su acción política, cuando "había que ser para figurar, no como ahora que hay que figurar para ser", según escribió el chileno Luis Sánchez Latorre.

Con el poeta Parra del Riego

Blanca Luz nació el 31 de mayo de 1905 en Pan de Azúcar, departamento de Maldonado, un pueblo que entonces tenía alrededor de 1.000 habitantes, hija de Clemencia Elizalde y Gregorio Brun Olivera (luego ella cambiaría la n por la m en su apellido). Fue la menor de siete hermanos de un hogar modesto. Vivió buena parte de su niñez y adolescencia en el campo.

En 1922, con 17 años y una gran belleza física, ingresó como pupila a un colegio de monjas de las Hermanas Domínicas en Montevideo. Conoció al poeta peruano Juan Parra del Riego, un notorio agitador cultural, cuando residía en el colegio y trabajaba fuera como empleada doméstica. La leyenda dice que Parra la secuestró.

Él la incorporó en 1924 a las tertulias del café Tupí Nambá, de Juncal 211 casi Buenos Aires, y al grupo Teseo –que editó el Boletín de Teseo, dirigido por el ensayista y narrador Eduardo Dieste. No era común entonces, sino más bien escandaloso, que las mujeres participaran en esa clase de reuniones.

Blanca Luz y Parra, quienes llevaron una vida bohemia, se casaron el 26 de febrero de 1925 en Montevideo. Uno de los padrinos de la boda fue Alberto Demicheli, personaje de larguísima actuación pública: pionero de la aviación militar, político del Partido Colorado, legislador, ministro de Gabriel Terra, catedrático de Derecho y presidente de la República en 1976, durante la última dictadura.

Eduardo Juan Luz Parra, hijo de ambos, nació en el Hospital Pereira Rossell el 16 de noviembre de 1925. El poeta Juan Parra murió de tuberculosis seis días después, el 22 de noviembre, con 31 años, después de haber escrito un libro de poesía en homenaje a su mujer titulado Blanca Luz. El discurso de despedida en el Cementerio del Buceo corrió por cuenta del periodista y poeta Alberto Zum Felde, autor de Proceso Intelectual del Uruguay (1930), una referencia crítica e histórica ineludible. Los padrinos de bautismo de Eduardo Juan Luz fueron Susana Soca (poeta y mecenas, hija del legendario médico Francisco Soca) y el pintor Manuel Carbajal Victorica.

Agitadora en Perú junto a Mariátegui

En 1926 Blanca y su hijo se instalaron en Perú en lo de la familia de Parra, que gozaba de una holgada posición económica. Blanca se integró a círculos intelectuales, en los que leía poemas propios y de Parra. Se vinculó al grupo del escritor y líder marxista José Carlos Mariátegui, que editaba la prestigiosa revista Amauta, indigenista y vanguardista. Brum publicó poemas suyos en muchas ediciones de esa revista hasta 1930 y también un libro de poesía: Levante (1926). En 1927 dirigió Guerrilla – Atalaya de la Revolución, una efímera revista opositora al gobierno autoritario peruano, e inició en la izquierda radical un largo ciclo de militancia política.

Fue detenida junto a Mariátegui y otros el 5 de junio de 1927. Recuperó la libertad pocos días después con orden de abandonar Perú. Se casó por poder con el joven César Miró Quesada, preso en la cárcel de San Lorenzo, quien, por presiones de su poderosa familia, dueña del diario El Comercio, luego fue deportado. En julio de 1927 ambos viajaron con Eduardo Parra a Valparaíso, Chile, y en febrero de 1928 se instalaron en Buenos Aires. Le escribió a Mariátegui para contarle que ella fue objeto de burlas en la comunidad de emigrados peruanos cuando propuso crear un "ejército libertario" y marchar a Nicaragua para combatir junto a Augusto César Sandino.

Buenos Aires, Montevideo y el Partido Comunista

Su marido consiguió un puesto público en Buenos Aires gracias a la influencia de su familia y ella publicó una novela: El reloj de las imágenes caídas (1928). Viajó seguido a Montevideo y alternó con el grupo Ariel que editaba una revista estudiantil, y, en particular, con la poeta y ensayista Esther de Cáceres, quien abandonaba el comunismo para volverse una católica ferviente.

Blanca Luz trató en Montevideo a Juana de Ibarbourou, ya una exitosa poeta. También, "loca de felicidad", visitó a familiares y amigos en Pan de Azúcar y Piriápolis. Desde entonces Luis Eduardo Pombo, "Pombito", un crítico de arte, de pequeña estatura y homosexual, a quien Guillermo Laborde realizó un conocido retrato al óleo, se convirtió en su amigo y confidente.

Retrato de Pombo por Guillermo Laborde
El retrato que Guillermo Laborde pintó del escritor Pombo, que formó parte del círculo que frecuentó Blanca Luz
El retrato que Guillermo Laborde pintó del escritor Pombo, que formó parte del círculo que frecuentó Blanca Luz

A fines de 1928 se separó de Miró Quesada en Buenos Aires: ella regresó a Montevideo y él viajó a París.

Desde el 1º de diciembre de 1928 y hasta junio de 1929 dirigió la página literaria de los sábados del diario Justicia, órgano del Partido Comunista de Uruguay (PCU).

Por entonces Blanca Luz Brum brillaba con luz propia, y no como mero reflejo de la que emitía su ocasional pareja.

Próxima nota: La "devoradora de hombres" en la corte de David Siqueiros, Diego Rivera y Frida Kalho

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