La transformación de Diego Laxalt: de aquel volante ofensivo a este lateral de selección

Y a la distancia observaba venir al chico que había salido de una lesión.

Cuando Meroni lo vio llegar lo miró a Ahuntchain y le dijo por lo bajo: “Juan… ¿con ese fisiquito va a ser desnivelante?”.

No era para menos. El chiquilín era bajito, de piernas flacas. No daba la sensación de ser exuberante ni mucho menos. “Ya lo vas a ver…”, fue la escueta respuesta del coordinador de las juveniles violetas.

Cuando terminó la práctica Meroni se cruzó con Ahuntchain que le disparó: “Viste que no me equivoqué”.

Diego Laxalt había deslumbrado al entrenador de tal manera que lo hizo su volante titular por la zona izquierda donde hoy se transformó en pieza inamovible de la selección uruguaya.

Lo curioso del caso es que Laxalt fue transformado a lateral en la selección. Un puesto en el que, con la viola, solo jugó ante un caso de emergencia.

Hasta la selección sub 20, en la que llegó a la final del Mundial de Turquía 2013, Laxalt jugaba siempre como volante por izquierda aprovechando su ida y vuelta por ese sector, en donde su influencia ofensiva quedaba reflejada en cada intervención en el juego. Apenas puso un pie en la mayor, las necesidades del equipo obligaron a que se retrasara unos metros.

El cambio lo había comenzado a procesar en Italia, cuando en Genoa, que utilizaba línea de tres, se retrasó unos metros en el campo, como carrilero. Ese fue el disparador para Tabárez, quien en la China Cup de 2018 lo llevó al lateral y allí se quedó con el puesto.

¿Tiene las características físicas para jugar de lateral? ¿Siente la marca? ¿Qué puede aportar? Preguntas que Referí trasladó a los entrenadores que tuvieron que ver en la formación de Laxalt que se destacó en el Genova y recaló la última temporada en el poderoso Milan.

Román Silva, uno de los captadores de la viola, contó a Referí que lo reclutaron del barrio Santa Catalina cuando era un niño de 10 años. De inmediato lo llevaron a la escuelita de los violetas en el Complejo del Ejército frente a Canal 5.

“No era lateral izquierdo, era un volante, en todo caso un puntero izquierdo pero en el fútbol moderno se puede adaptar perfectamente a pararse como defensa y trabajar en toda la banda. Para mí es un carrilero ideal”, comenzó diciendo Silva.

Es más, el técnico reveló que llegó a colocarlo como doble cinco, una posición en la que jamás fue considerado en la selección nacional.

“En juveniles era el polifuncional. Vino como un punta por izquierda, con pierna zurda, muy rápido. Con nosotros se desempeñó como volante y hasta de doble 5 porque tiene ida y vuelta. Incluso en sub 16 salimos campeones con él jugando de doble 5 y como volante por izquierda. Tiene una dinámica extraordinaria, fuera de lo normal”.

En la misma dirección apuntó el entrenador que lo tuvo en la Sub 17, Ricardo Meroni que comentó a Referí que ponía a Laxalt como volante por afuera.

"Como lateral jugaba en una situación de emergencia pero actuaba de doble 5 por izquierda o jugaba por afuera. En ese entonces nosotros teníamos una categoría muy buena que ganó el Uruguayo cuatro años seguidos. Jugábamos 4-2-2-2 y él jugaba por los dos perfiles. Diego marcaba una diferencia por la velocidad. Y técnicamente es muy bueno. Entonces tiene lo que se pide en el fútbol mundial de hoy día: velocidad y técnica”.

El actual conductor de la Tercera división violeta agregó: “Si jugás con línea de 5 la función de volante por afuera la puede hacer espectacular porque tiene ida y vuelta. Es un atacante que defiende. Te recorre los 100 metros de cancha a la misma velocidad sin inconvenientes. Cubre sin problemas la zona de defensa, el medio o adelante. Se adapta a jugar perfectamente a jugar con línea de 3 o 5, mucho más que con línea de 4 porque el lateral ahí es más conservador, se debe medir más para subir”.

Toma decisiones

A la hora de hablar del aporte que puede brindar Laxalt jugando sobre la banda o como lateral, su exentrenador fue claro explicando a Referí.

“Es un jugador con una dinámica impresionante, con capacidad aeróbica, y sobre todo se destaca en la toma de decisiones. Con la inteligencia de juego se destacaba por el resto de los compañeros”.

“A medida que fue creciendo incorporó más en lo técnico-táctico y tiene virtudes del punto de vista de la inteligencia de juego para desempeñarse en varias funciones”.

Ambos entrenadores coincidieron en señalar la seriedad y el compromiso de Laxalt.

Rosmán Silve dijo que “es un pibe muy humilde, muy serio, pintaba con ese perfil de profesional, de cuidarse”.

Ricardo Merino destacó de Laxalt su constancia. “Vivía bastante lejos de Pichincha y nunca llegaba tarde ni faltaba a una práctica. Además la otra vez me encontré con el representante (Ariel Krasouski) y me habló de la humildad que tiene. Salía de estudiar, almorzaba y se iba derecho a la práctica y al regreso, derecho a su casa”.

¿Cómo lo ven de lateral?

Después de jugar el Mundial juvenil de 2013 como volante por afuera por su zona, Laxalt llegó a la selección mayor.

Primero fue probado como alternativa para ser el recambio de Cristian Rodríguez como volante externo por izquierda. Sin embargo, la carencia de laterales llevó al técnico de Uruguay a mover piezas.

Cumplido el ciclo de Maximiliano Pereira se apeló a Guillermo Varela por derecha. Pero todo duró un suspiro y Martín Cáceres terminó cambiando de zona. Y en el Mundial de Rusia, Laxalt se terminó consolidando como lateral por izquierda.

Respecto a su desempeño como lateral, Silva argumenta: “Se adapta a jugar pese a que su potencial de marca no es tan fuerte como su potencial ofensivo. Puede jugar perfectamente de lateral pero lo que creo es que iría mucho mejor como carrilero con un zaguero más en la espalda, pero es mi opinión y el Maestro sabe lo que hace. No es un jugador para estar estático, posicional. Hay que ver como prepara el técnico los partidos, va a depender de otras cosas. No es el típico lateral pero te da una mano”.

Por su parte su extécnico en sub 17, Meroni, comentó: “Estar en una selección es lo máximo, yo estuve un vez sola, en la Copa de Oro y si me decían jugá de 9, jugaba de 9. Creo que se adaptó a esa posición, porque además sorprende. Con ese desdoble, junto con otro zurdo por ese lado, él perfectamente se transforma en desnivelante. Va y vuelve. Tiene un ida y vuelta brutal. Se adapta sin problemas. Pero yo lo veo más de llegada. El Maestro lo puso en esa posición y lo vi contra Panamá que se aplicó más a la marca”.