Nueve ovinos con calidad genética premium, algunos de ellos distinguidos este año en la Expo Durazno con el premio al Reservado de Gran Campeón, otros preparándose para la Expo Prado 2023 y entre ellos un carnero adquirido por US$ 18.000, fueron ferozmente atacados por dos perros que les provocaron heridas de tal magnitud que se espera que varios vayan muriendo con el paso de las horas.
“Los perros hicieron un destrozo, algunos animales quedaron muy mal, hasta sin orejas, fue terrible, la amargura que tenemos es enorme”, comentó a El Observador Pablo Caorsi, uno de los directores de la estancia y cabaña Granja Roland, ubicada cerca de Trinidad, en Flores.
Uno de los animales atacados. Panorama dantesco
“Llegamos a la cabaña a las 6 y media de la mañana y el panorama era dantesco, un perro cruza Pitbull y otro barbilla mediano saltando de potrero en potrero, mordiendo a los pobres animales”, contó Caorsi.
Lo más rápido que pudo, de modo de disminuir el impacto del ataque, el productor buscó un rifle y, a las patadas con los perros que lo atropellaron, los mató, amarado en lo que el Código Rural autoriza: matar a los animales agresores si se los encuentra dentro del establecimiento y en actitud de ataque.
La Sociedad de Criadores de Corriedale del Uruguay (SCCU) también se expresó sobre esta problemática. Lo hizo en la red social Twitter y su posición fue respaldada por diversos actores del sector, entre ellos la Federación Rural y el Secretariado Uruguayo de la Lana.
El productor, amparado en la ley, eliminó a los animales agresores. Caorsi pasó lista a los animales de cabaña que quedaron heridos, varios al borde de la muerte: cuatro borregas (una de ellas parida y las otras próximas a parir); una cordera; una oveja de 15 años que se la utilizaba para que enseñe a los animales nuevos (por ejemplo a alimentarse del modo adecuado); y tres carneros, uno de ellos incorporado en una elevada inversión con cabañeros socios por US$ 18.000.
Esta cabaña es de las más prestigiosas en el país en la raza Corriedale (también lo es en razas bovinas) y se la considera como una de las que más inversiones en genética concreta, produciendo así animales que a su vez son mejoradores de las majadas en otros establecimientos, tras los remates anuales que Granja Roland desarrolla.
Sobre los perros, señaló que “será muy difícil” ubicar un tenedor responsable, porque cuando pasan estas cosas de ataques de perros que llegan del pueblo al campo “nadie se hace cargo”.
Se hizo la denuncia a la Policía, que llegó rápido, en cinco minutos y procedió de muy buen modo, “vino el comisario, sacaron fotos, se preocuparon”, comentó.
“Acá hacía tiempo no teníamos un ataque, pero en toda esta zona sí hubo casos, es un tema grave, que no se logra solucionar y que para el productor es un daño muy importante”, dijo.
En una cuenta rápida, considerando solo la pérdida inmediata, puede ascender hasta US$ 35 mil, lo que dependerá de los animales que puedan recuperarse y de qué modo.
Se incrementan los gastos por las atenciones veterinarias inesperadas, se pierde carne y lana y descendencia y producción futura.
A eso se le añade lo anímico: "La impotencia que se siente, hay años de esfuerzo genético y en dos minutos dos perros te hacen perder todo”, mencionó Caorsi, aludiendo a una adversidad emocional que no se puede medir en dólares.
En varios casos las heridas son graves.
