X es un escritor uruguayo, fallecido en su mejor juventud (la que llega después de los 50). En mis memorias lo menciono con nombre y apellido, hoy aquí no hace falta. Un día de hace mucho me llamó deprimido para decirme que las cosas con su esposa iban de mal en peor. “Estamos muy distanciados”, fue tal cual lo que dijo, dejándome entre mano un enigma de difícil resolución. ¿Qué es eso de estar “muy distanciados”? ¿Dónde empieza la distancia?, ¿dónde termina?, ¿qué tanto más representa el muy? A lo largo del tiempo, la poesía y la música se han ocupado de ese misterio mayor, situado entre el estar y el no saber dónde. “La distancia es como el viento”, canta Domenico Modugno en una de las canciones italianas imprescindibles. Otro de los melódicos de blindada vigencia, Roberto Carlos, dice en La distancia, una de las imprescindibles de su repertorio: “Y en la distancia / Muero día a día / Sin saberlo tú”.
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