El promedio de venta de este año es US$ 2.776 por toro, un 10% menos que en 2022, según Diario Rural 610 AM, precio base para los cálculos del ingeniero agrónomo Esteban Montes, Coordinador de Grupos del Instituto Plan Agropecuario.
“Las cabañas tienen que haber quedado muy conformes con los resultados de la zafra de venta de reproductores”, considera Daniel Dutra, director de Escritorio Dutra.
El calendario de remates de cabañas y exposiciones fue nutrido y estuvo concentrado en las primeras semanas de octubre. Los toros se vendieron con agilidad “a precios corrientes y superiores a los esperados”, mencionó.
Se esperaba una zafra “más complicada en cuanto a valores, demanda y porcentaje de colocación”, teniendo en cuenta que los precios de la hacienda gorda están muy por debajo del año pasado, y que el poder de compra de los criadores se resintió como consecuencia de la sequía.
Juan Samuelle Remate en Durazno. “La zafra salió bien, con más oferta que otros años en remates y exposiciones, y un ajuste lógico en valores”, apuntó por su parte Alejandro Zambrano, director de Zambrano y Compañía.
Un cabañero coincide en que la zafra de toros fue algo mejor de lo esperado, como también fue mejor de lo que se proyectaba la zafra de terneros, y señaló que en la ganadería “cada tantos meses” hay una sensación de extrema inquietud.
“Tal vez hay señales de algo que no estamos sabiendo leer, el clima viene respondiendo bien, la venta de terneros fue buena y los valores ya sabemos que van y vienen”, consideró.
Toros Angus, los más buscados. El número de toros vendidos aumentó 2%, de 6.705 a 6.853, aunque estuvo por debajo de los cerca de 7.000 reproductores colocados en 2021, y “se vendió menos este año en proporción a la ofrecido, 91% respecto a 94% en 2022”, fue otro de los conceptos que expuso Montes para este análisis.
La relación de valores entre terneros y toros bajó 8% este año, indicó Montes: en 2022 se precisaban 9 terneros para comprar un toro y a los valores de este año se necesitan 8,4 terneros.
Sin embargo, cuando se compara con otras categorías de referencia para la cría, los toros de 2023 fueron 8% más caros que las vacas preñadas y 4% más caros que las piezas de cría. Este año se precisaron 4,2 vacas preñadas para adquirir un toro frente a 3,9 el año pasado, y 8,2 piezas de cría en contraste con 7,9 en 2022.
Juan Samuelle Los cabañeros y ganaderos en general mirán más allá del momento. Despejado ya desde el arranque de la temporada el temor de una demanda floja, se detectan algunas señales previas. “Veíamos una posible demanda agregada por la sequía; con una torada que se iba eliminando por falta de estado corporal se iba a necesitar una reposición importante”, indicó Dutra.
El presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y titular de la cabaña La Ceferina, Patricio Cortabarría, consideró que “el rumbo de la producción ganadera se mantiene firme”, y la base de clientes que busca buenos toros para cría se ensanchó.
Desde su perspectiva “con el cambio radical de tecnologías, sobre todo de alimentación, en los últimos siete u ocho años los ciclos de invernada se acortaron, y se puede hacer recría e invernada, por lo que mucha gente ha incorporado vacas para hacerse de la reposición propia con la genética que elija”.
La aceleración de los procesos se refleja en la reducción del stock de novillos de tres años y un mercado muy demandado de la recría.
Toros Aberdeen Angus. Angus mayoritario
Según Cortabarría, cabañero de Hereford y Polled Hereford, el número de toros de la raza se ha mantenido estable pero el crecimiento importante de la oferta de reproductores en la última década ha sido absorbido por la raza Angus.
Este año casi el 60% de los toros vendidos fue de raza Angus frente al 28% de Hereford, una diferencia mayor al año anterior, aunque estos últimos tuvieron un promedio de precios 10% más altos.
Dutra destacó el crecimiento de la genética Angus en un país de rodeo basado en Hereford y subrayó que son “afines entre ellas porque del cruzamiento entre las dos razas, ese híbrido es muy importante en kilos”.
Juan Samuelle La inversión en genética sigue firme. Cría con buenas perspectivas
“En algunas zonas se han echado los toros a los rodeos, en otras zonas con campos atrasados las vacas no han recuperado el estado corporal y los productores están esperando que se acomoden esos vientres; en Lavalleja, Maldonado, Rocha que son los departamentos más sentidos por la seca, históricamente se entora un poco más tarde”, indicó Dutra.
Las bajas temperaturas de la primavera demoraron el rebrote de las pasturas en esas zonas, lo que consolidó esa tendencia.
Para Montes, este año viene bien la perspectiva de la cría “y lo que no está bien tiene posibilidades de acomodarse, ahora que llovió”.
Aunque falta un poco de temperatura, en la condición corporal de los ganados “hay indicios de mejora”.
“No se ve acumulación de pasto porque el crecimiento no da para mejorar la condición corporal y acumular pasto, todo el pasto que crece se come”, observó.
Afirmó que “están dadas las condiciones como para tener buenas preñeces, sobre todo porque hay pariciones muy tempranas; en el entore pasado hubo pocas pariciones tardías, en esta oportunidad no hubo preñeces tardías”.
Juan Samuelle Informe ganadero Según el técnico del Plan Agropecuario dentro del aumento de 30% en las declaradas vacas de invernada en el Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG), “la gran mayoría son vacas jóvenes que van a volver al rodeo, y se van a preñar fácilmente y temprano; no se pudieron entorar en junio, no se engordaron porque no había precio y no había pasto”.
El signo de interrogación es cómo están las vaquillonas, que pueden estar más sentidas, particularmente en Lavalleja, Maldonado, Rocha y Florida.
“El porcentaje de preñez si no ocurre nada extraordinario va a ser bueno, con pariciones tempranas y buenas condiciones en todo el país”, afirmó.
“La preñez del ganado por cantidad de vacas de cría no creo que vaya a bajar tanto como adelantó el SNIG”, entiende Montes, con un registro de 100.000 vacas menos en 2023, de 4,22 a 4,12 millones.
Juan Samuelle Informe ganadero Montes sostiene que la baja de terneros de 2,9 a 2,6 millones que sucederá como consecuencia de la sequía pasada, no afecta tanto los stocks y “se equipará en el corto plazo”. “Si uno proyecta la extracción que está habiendo, que es baja, con los 2,6 millones de terneros, el stock se mantendría o bajaría muy poquito”.
“Eso marca que la ganadería vacuna se está moviendo a un ritmo de 2,5 millones de nacimientos y de extracción, cuando es una ganadería preparada para producir 3 millones de terneros y ya lo ha hecho”, reflexionó.
“Está sobrando paño para apretar un poco más el acelerador y retomar el ritmo que traíamos hasta 2022, que se cayó por el efecto de la seca en la cría; pero como la extracción no es extraordinaria no afecta casi nada, se equipara en el corto plazo”, considera el técnico del Plan Agropecuario especializado en ganado de carne; “la cría está preparada para responder bien y así lo va a hacer”.
Columna
Un examen salvado
Por Eduardo Blasina
Para la ganadería, productivamente el 2023 es un año aprobado con muy buena nota. Para muchas zonas fue el tercer año consecutivo sin primavera por la sequía. En el otoño la situación era crítica y los productores se preguntaban si sus vacas pasarían el invierno. El faltante de comida fue agudo, aunque también lo fue la inversión de los productores y el apoyo en entrega de raciones.
Los rodeos llegaron a la primavera en diversas condiciones corporales, pero no hubo ventas masivas a precios bajos, sino más bien lo contrario: ante la suma de crisis productiva y de precios, los productores tuvieron capacidad de retención.
Esa sensación de alivio por cruzar el invierno es también la de muchos cabañeros y operadores del mercado que vieron un interés inalterado por la genética en un período del año que sirve como termómetro de la ganadería.
Las preocupaciones crecientes por el precio del ganado gordo en este año y seguramente en el primer semestre de 2024 no alteraron la apuesta a largo plazo que necesariamente es la compra de un toro.
Y con la llegada de las lluvias tan ansiosamente esperadas el escenario puede estar sentando las bases para que en la próxima primavera (2024) se vuelva a una marca cercana a los tres millones de terneros que permita recuperar rápidamente la producción, que será más menguada en la actual parición.
La ganadería se ha vuelto mucho más resiliente a la adversidad. Falta ver cuándo se revierten las dificultades comerciales del presente, un segundo examen que tras la sequía debe enfrentar el sector ganadero.