La 19a edición de la Encuesta de Expectativas Empresariales de la consultora Deloitte de abril volvió a recoger juicios muy críticos respecto al clima de negocios en Uruguay, con solo el 9% calificándolo de “bueno” o “muy bueno”. Las expectativas sobre el desempeño de la economía el próximo año fueron algo menos negativas que en el relevamiento anterior de octubre, pero siguen pautando un escenario relativamente pesimista. Concretamente, el saldo neto entre quienes esperan una mejora y quienes aguardan un deterioro de la situación económica el próximo año pasó de -56% en octubre a -47% en esta oportunidad.
De acuerdo al sondeo, el 73% de los empresarios considera que la economía está peor que un año atrás, ocho puntos menos que el sondeo de octubre. En tanto, la imagen negativa del clima de inversión bajó del 79% a 76% en igual período. En la misma línea, los ejecutivos que esperan que la situación económica empeore dentro de un año descendió del 61% de octubre al 54% en la última medición de abril. Estos parámetros muestran cierto freno en el pesimismo de los empresarios uruguayos respecto a seis meses atrás, aunque todavía prevalece una percepción más negativa que positiva.
En promedio, los ejecutivos aguardan un crecimiento modesto del PIB (0,9% en 2019 y 1,3% en 2020) y niveles de inflación algo superiores a 8%. También prevén que el tipo de cambio seguirá evolucionando al alza, aunque en un horizonte de mediano plazo la mayoría espera que la devaluación sea similar a la inflación.
Como suele ocurrir en este relevamiento, los juicios sobre la situación y las perspectivas de las propias empresas volvieron a ser más favorables que en relación a la marcha del contexto económico y el clima de inversiones. Sin perjuicio de ello, el 51% de los consultados indicó que la rentabilidad de su empresa es menor que un año atrás y son relativamente pocos (18%) los que esperan una mejora en ese frente el próximo año.
En la misma línea, el 64% de los ejecutivos indicó que no espera mayores variaciones en sus niveles de inversión y solo el 8% respondió que prevé un aumento de la dotación de personal en su empresa. La introducción de tecnología ahorradora de mano de obra sigue siendo un fenómeno extendido (el 70% la ha introducido o planea hacerlo), pero la mayoría de los consultados (78%) indicó que el bajo crecimiento del volumen de negocios es el mayor condicionante del empleo en sus empresas.
Los patrones de reinversión de utilidades de las empresas consultadas resultaron ser bastante heterogéneos. De todas formas, el 29% de las empresas relevadas asegura haber reinvertido más de la mitad de las utilidades generadas en los últimos cinco años, según Deloitte.
Las opiniones sobre la gestión del gobierno de Tabaré Vázquez volvieron a ser muy críticas, con el porcentaje de desaprobación trepando a un nuevo máximo (76%) desde que se comenzó a hacer el relevamiento en 2010. De hecho, durante el mandato de José Mujica los empresarios que rechazaban la gestión durante su último año de gobierno apenas superaba el 40%, es decir, se ubica unos 30 puntos porcentuales por debajo de la evaluación que los ejecutivos realizan hoy de Vázquez.
Los indicadores donde el actual gobierno sale peor evaluado por los ejecutivos de las empresas uruguayas son: seguridad pública (-88%), situación fiscal (-83%), educación (-80%), competitividad internacional (-75%) y desempleo (-61%).
Más del 90% de los empresarios consultados anticipa que el próximo gobierno implementará medidas de ajuste fiscal, pero es menos extendida la expectativa de que la nueva administración introduzca modificaciones en otras áreas de la política económica. Por ejemplo, sobre las tarifas públicas un 61% proyecta como bastante probable un cambio en ese sentido. En tanto, las perspectivas sobre incrementos de impuestos a la renta empresarial y personal se encuentran divididas en partes iguales como bastante probable y poco probable. En cambio, apenas el 27% espera que la próxima administración de gobierno opte por modificar los impuestos al consumo.
La encuesta de Deloitte recoge la opinión de grandes y medianas empresas que operan en Uruguay. En esta oportunidad se recogió la opinión de 360 gerentes y altos ejecutivos de compañías representativas. El trabajo de campo se realizó entre el 2 y el 28 de abril. El 51% de los ejecutivos consultados representa a empresas de origen nacional, 40% a firmas extranjeras y otros 9% a capitales mixtos.
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