OSE, tan olvidada por años, volvió a ser protagonista esta semana. Por un lado, el agua recuperó los niveles normales de cloruros y sodio, para tranquilidad de todos, y principalmente de los más 500.000 uruguayos que dependían del Estado para comprar agua embotellada y arreglarse con esos dos litros por día para el consumo. Eso llevó a que el presidente firmara el decreto que levantó la emergencia hídrica. Además se asignó la obra de Arazatí –o proyecto Neptuno- a un grupo privado conformado por varias empresas. Esa obra permitirá contar con otra fuente que no sea el río Santa Lucía ya que potabilizará el agua del Río de la Plata a una altura en la que no es tan salobre.
Pero la agenda informativa también trajo otra noticia vinculada a la OSE y fue la decisión de la fiscal Gabriela Fossati de imputar al presidente del sindicato del organismo Federico Kreimerman, por un delito de atentado especialmente agravado luego de que prendiera una bomba de humo dentro del edificio del organismo público.
Es por eso, Natalia que en esta Newsletter Member te hablaré de la polémica que ya genera la obra y del sindicalismo y la justicia.
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