Los blancos ante el desafío de construir liderazgos y no pelearse en el intento

Lo que esconde la polémica

Como pocas veces se ha dado, esta vez se rearma el juego electoral con el Partido Nacional en el gobierno y sus principales figuras en puestos clave, con la carga de enfrentarse al desafío de lograr algo que hasta ahora la historia no mostró: que un blanco le pase a otro blanco la banda presidencial.

Aunque el tema se maneja por lo bajo y la frase que más repiten los gobernantes es que “no son tiempos electorales”, ya está trazada una lucha puertas adentro por construir las candidaturas que competirán en la interna. Pero una cosa es reunir apoyos de sectores y buscar el voto voluntario de los correligionarios (las internas de donde salen los candidatos no son obligatorias) y otra muy distinta es tener liderazgo para llegar a ser votado por el electorado indeciso, el que define cada elección y el que no vota con corazón partidario sino en base a su propio termómetro. No hay que olvidarse que Luis Lacalle Pou ganó el balotaje por 30 mil votos. Por eso además de trabajar por las candidaturas, los dirigentes deben preocuparse por construir liderazgos.

La principal debilidad de estas luchas (tan viejas como la colectividad) es que el único líder indiscutido del partido, que es el presidente Lacalle Pou, está fuera de juego para 2024.

En política el don de conducción está trazado por rasgos de la personalidad del dirigente. Para ser líder se necesita además de autoridad, carisma, inteligencia y compromiso.

Sin duda, Lacalle Pou demostró tener esos atributos pese a haber sido minimizado por sus adversarios. Y si bien las crisis pueden ayudar a posicionar a líderes, como ocurrió durante la pandemia, no fue sólo por eso que el presidente llegó a consolidarse en ese rol. Como decía el publicista experto en comunicación política Francisco Vernazza en esta columna de El Observador “la llave del éxito de Lacalle Pou no han sido las horas sumadas de comunicación por la pandemia ni la prolijidad escenográfica de las conferencias de prensa, sino su capacidad de construir un personaje que luce serio,  responsable, sensato, más bien inteligente y sobre todo auténtico”.

Los cruces que trascendieron esta semana, luego de la celebración del congreso de Aire Fresco del domingo en Flores, reflejan justamente que no hay entre los posibles candidatos una figura con ese liderazgo.

Lo que motivó el malestar de algunos dirigentes del propio sector y también de otros grupos fue la afirmación del intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, quien luego de pedirle al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que sea el candidato del sector, le dijo: "Permitime hoy decirte que todos los que estamos acá, todos –y si hay alguno que no esté de acuerdo, que levante la mano– queremos que vos seas nuestro precandidato".

Como contó esta nota de El Observador del martes, ese hecho no sólo mostró diferencias internas en la agrupación mayoritaria del Partido Nacional –porque aún no hay una resolución formal sobre el tema candidaturas– sino que generó molestias en otros sectores blancos que integran el paraguas electoral Todos hacia adelante, que impulsó la candidatura de Lacalle.

Principales nombres que suenan para candidatearse por el Partido Nacional

 
Liderazgos en construcción

Si bien Delgado es el candidato “cantado” por ser el que logra más reconocimiento de las encuestas (es mencionado primero en las preferencias de los blancos) y ser una figura importante del gobierno, tiene competidores, incluso dentro de su sector, y enfrenta algunos desafíos.

En su carrera política tiene el capital de haber sido el principal articulador de la candidatura de Lacalle Pou y es muy cercano al presidente. La pandemia le permitió posicionarse públicamente al ser uno de los gobernantes más mediáticos y que comunicó mejor.

Entre los retos que tiene por delante están convertirse en el candidato del sector Aire Fresco, esto es despejar las dudas sobre los competidores. Además si deja el cargo para dedicarse a la campaña tendrá que remar más para tener visibilidad mediática.  

Martín Lema es justamente el otro dirigente de Aire Fresco que emerge. Ha reconocido públicamente que quiere ser candidato, aunque por ahora no queda claro si se largará en estas elecciones o esperará al próximo período, como inicialmente había dado a entender. En las últimas semanas ha logrado posicionarse con el debate generado en torno a la existencia de las ollas populares y a cuántos uruguayos tienen que recurrir a estas para alimentarse.

Otra figura que ha sido colocada en el mapa electoral de cara a 2024 es Jorge Gandini. Es un gran articulador en el Parlamento en donde ha demostrado tener fuerza de trabajo. A comienzos de setiembre el sector Por la Patria le pidió a su líder que fuera precandidato. “Queremos que esté en la discusión, en el ruido; que sea uno más de los nombres que hoy se están manejando”, explicó el intendente de Río Negro, Omar Lafluf. Gandini, que en 2020 se alejó de Alianza Nacional enfrentado con Jorge Larrañaga, dijo que está dispuesto a recorrer el camino, como contó Santiago Soravilla en esta nota.

Beatriz Argimón corre con la ventaja de ser la vicepresidenta -lo que la convierte en una de las posibles candidatas por su exposición mediática- y de ser mujer (al partido le vendría bien una candidata mujer). Aunque no ha logrado marcar agenda por fuera de temas como el feminismo, creó el sector Futuro Nacional y se propuso reunir al wilsonismo. Aún no termina de dar señales claras sobre si irá pero si lo hace necesitará una estructura y otros dirigentes que la sigan.

Tímidamente también aparece como posible candidata Laura Raffo, que cuenta con el apoyo del Herrerismo. La excandidata a la Intendencia de Montevideo tiene algunas cualidades como su rol de comunicadora, y su experiencia en la campaña como candidata por Montevideo de la coalición, construida en poco tiempo. Si bien ha intentando marcar agenda desde su cargo de presidenta de la departamental blanca, aún tiene el desafío de posicionarse como líder política. 

Entre otros nombres que pueden aparecer de acá a 2024, también está Juan Sartori, quien dice que volverá a competir en las próximas elecciones luego de su irrupción en el panorama electoral del 2019. El senador, que pasa poco tiempo en el país, resulta una incógnita y está por verse si logra posicionar su liderazgo.

Aunque faltan muchas definiciones, el tiempo de armar las candidaturas es ahora por lo que los dirigentes  tendrán que esforzarse por, además de conseguir apoyos internos y minutos en televisión, que sin duda son importantes para posicionarse, demostrar que tienen capacidad de gobernar, presentar objetivos con los que el electorado pueda identificarse, y también atraer, conquistar y motivar.