El Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio (FA) determinó este lunes que Leonardo de León, senador de la lista 711, encabezada por el expresidente Raúl Sendic, incurrió en "múltiples actos indebidos en perjuicio" de ALUR –subsidiaria de Ancap de la que fue presidente en el gobierno pasado– y "del interés y patrimonio públicos".
Para el tribunal de ética del FA hubo 219 gastos realizados desde 2013 –cuando se hizo un instructivo de rendición de cuentas de gastos en Alcoholes del Uruguay (ALUR)– que son “irregulares” porque, cuando se trató de alojamiento o alimentación, debieron haberse pagado con el dinero de los viáticos y no con la tarjeta corporativa. En todos los restantes, agregó el tribunal, no se rindió cuentas cuando la normativa obligaba a hacerlo.
El informe destaca que algunos gastos en restaurantes y estaciones de servicio pagados con la tarjeta corporativa se hicieron cuando el actual senador estaba de licencia. En tanto, el fallo señala que en 18 casos pagó alojamientos con la tarjeta corporativa, cuando al mismo tiempo había recibido viáticos. Además, no entregó comprobantes de esos gastos.
El Tribunal observó que en los estados de cuenta de la tarjeta corporativa aparecen 10 gastos en restaurantes uruguayos en los que "no se registra la devolución de 9 puntos porcentuales del IVA que está prescrita por la Ley 17.934, a diferencia de otros 162 gastos similares en que esa devolución figura consignada. Esta anomalía, que al parecer no dio lugar a reclamación ni fue detectada, significaría un perjuicio económico para ALUR".
A continuación, los gastos de De León en restaurantes en los cuales el Tribunal de Conducta Política no encontró la devolución del IVA.
Estos son los gastos para los cuales De León contaba con viáticos:
Y luego, los gastos que realizó con las tarjetas corporativas mientras se encontraba de licencia:
Respecto a un pago de hoteles en Madrid y Barcelona en febrero de 2014, De León aseguró que devolvió el dinero porque había recibido viáticos, y para demostrarlo presentó un papel en el que figura una devolución de 630 euros. Sin embargo, ese documento no es un recibo, no está firmado ni tiene sello de autenticación alguno, y fue emitido por el asistente de De León, por lo que fue rechazado como verdadero comprobante de la devolución.
Ante el tribunal, De León señaló que los estados de cuenta bancarios que venían con la tarjeta “hacían las veces de rendiciones de cuentas y eran los debidos comprobantes respaldatorios de los gastos realizados”. Sin embargo, esto fue rechazado por el tribunal, que señaló que estos estados contables “no pueden sustituir un comprobante que indique circunstancias, motivos, concepto y detalle del gasto”.
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