Los presagios de una niña sabia

Ella es inteligente y sabe hablar siempre con gracia y sus dichos poseen encanto

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29 de noviembre de 2019 a las 05:04

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Han pasado cinco años. Me encontraba yo entonces en el teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo en una tarde otoñal. Las vestimentas elegantes y un aire de solemnidad lo envolvía todo. Era la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, un acontecimiento delicadamente diseñado y llevado a la práctica. Allí, en la imponente sala operística ovetense, tiene lugar cada año un acto académico con encanto. Desde pocos meses atrás el premio lleva el nombre de la heredera de la corona española. Son los premios Princesa de Asturias.

Fue en 2014 y Joaquín Salvador Lavado -Quino- iba a recibir el Premio a la Comunicación y Humanidades. En tiempos de María Antonieta las modistas ostentaban el nombre de “vendedoras de modas”. Allí, en el Campoamor, habían coincidido el buen gusto y la elegancia.

Los Reyes de España asistían a la ceremonia grandiosa y al mismo tiempo rodeada de la sencillez que saben darle mis colegas egresados de la Universidad de Oviedo. Sin apabullar con datos, sé que cada año y para esta ceremonia se prepara una ambientación floral propia. No exagero pero debo admitir con orgullo que los Premios requieren el estudio serio de especialistas. No se deja nada librado a la improvisación o a un “a piacere”.

Envuelto en estos pensamientos y sin dejar de recordar las clases de mis maestros, seguí desde muy cerca, la ceremonia de 2014. Cuando nombraron a Joaquín Salvador Lavado y leyeron una brevísima reseña de su personalidad, acompañé con el corazón los pasos que debió dar hasta la mesa presidencial.

Quino es el padre de Mafalda, una niña sabia y filósofa. Ella fue la más mimada de aquella noche ovetense de reconocimientos. Le perdonamos con cariño su aversión a la sopa. Ella volvió, en cambio, a expresar interiormente uno de sus pensamientos. Mafalda dio cátedra y hasta con emoción contenida la saludé con el corazón. Escuché en mi interior sus palabras: “Yo diría que nos pusiéramos todos contentos sin preguntar por qué”.

Mafalda es una creación de Quino. Ella es inteligente y sabe hablar siempre con gracia y sus dichos poseen encanto. No olvido otras notas mías en El Observador antes y después de las elecciones. La enseñanza de la niña sabia nos anima para estar contentos.

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