Los Pumas cerraron un Mundial contradictorio: ahora necesitan un DT que aproveche el potencial de este equipo

Por primera vez en el torneo Los Pumas mostraron una identidad de juego clara. Irónicamente, porque no se quedaron en una sola herramienta, y fueron eclécticos: patearon mucho más que hasta ahora, defendieron cuando el partido lo pedía. Y luego se impusieron en el contacto y pusieron el equipo adelante con los forwards. No fue perfecto, ni mucho menos, porque demoraron 30 minutos en hacerlo, cuando ya perdían 16-3, y porque en ataque no fueron efectivos y desprediciaron oportunidades. Pero tras casi dos meses de Mundial se van de Francia con una mucho mejor cara que las que mostraron a lo largo del torneo. Lo cual puede parecer poco, especialmente en el final del ciclo de Michael Cheika, pero no es poco pensando en el futuro, sobre todo de muchos jóvenes que levantaron la mano para ser los líderes del futuro.

Ante todo, Los Pumas volvieron a demostrarse que tienen el talento para pelear arriba. Tienen que encontrar un nuevo plan, luego que en los últimos tres años tuvieran que improvisar cuando la pandemia les desarmó el que tenían con Jaguares y los obligó a empezar de cero. No quedó claro que buscó Cheika en el Mundial, porque el australiano tampoco nunca lo encontró. Pero las herramientas para empezar el nuevo ciclo están sobre la mesa.

El partido

El arranque de Los Pumas fue coherente con el inestable torneo que tuvo el equipo argentino, que los llevó al partido por el tercer puesto aun sin un juego que convenciera. Esos primeros minutos estuvieron a la altura de los peores momentos del torneo. Sin conducción, tomando malas decisiones de hacia dónde llevar el juego en momentos delicados, cometiendo errores no forzados (sobre todo de manejo, y con el pie) sin poder jugar nunca en las condiciones que al equipo argentino le servían más. Porque Inglaterra tuvo más la pelota, y con ella hizo lo que le marca su plan: patear para poner la pelota en campo rival, y una vez allí apelar a un juego físico. Sin abrir la pelota a canal 3, como no lo hizo nunca en el torneo, pero imponiéndose en ese contacto, armó la jugada que terminó en el try de Ben Earl para el 10-90 parcial a los 8', luego que Owen Farrell abriera la cuenta a los 8 con un penal.

El mejor resumen de la desorientación del equipo argentino en ese arranque fue que en uno de sus pocos ataques en campo rival, en el que consiguió un penal frente a los palos, Santiago Carreras jugó mal la ventaja con el pie, luego decidieron ir al scrum pero perdieron la posesión en esa formación por un knock on de Facundo Isa tras presión inglesa.

Marcos Kremer, la figura del equipo en el torneo, tuvo un arranque negro, con dos knock ons y un penal tras quedar en offside en un juego aéreo, que lo puso 3-16 a los 29'. 

Sin embargo, a pesar de los errores argentinos el partido ya no se jugaba tanto en las 22 yardas defensivas de Los Pumas. Eso, y que Inglaterra desaprovechó alguna nueva chance en la zona defensiva argentina (Los Pumas ajustaron el juego en el contacto allí) armaron una jugada dinámica, con frontalidad y dominio físico, que terminó en try de Cubelli a pesar de un aparente forward pass en el inicio.

En el segundo tiempo Argentina logró colocar la pelota en campo rival, y allí puso la pelota adelante con los forwards, con rucks rápidos. Finalmente Santiago Carreras, con una gran lectura de espacios, con forwards enfrente, largando su pique de wing vestido de 10 para vencer a Marcus Smith y apoyar el try del 17-16.

Peero... la historia de la inestabilidad de Los Pumas: en la salida inglesa, kick tapado a Carreras y try inglés para el 23-17.

A partir de ahi Argentina por fin se sintió cómodo con el intercambio en el juego con el pie, y con una defensa agresiva y con intensidad, que hasta logró un penal para ponerse 23-20.

La defensa aguantó bien en ese lapso, desnudando a una Inglaterra sin muchas ideas más que su pie. Pero tampoco encontró herramientas para volver a imponerse en ataque, en buena medida porque el juego con el pie en ese lapso no estuvo tan ajustado y generalmente fue largo, lo que le dio segundos valiosos a los ingleses para esacapara la presión. Un penal de cada lado puso el partido 26-23 llegando a los 10 minutos finales, aunque con una leve superioridad argentina, superiores en el contacto y con una intensidad que no se les había visto en todo el torneo.

Argentina tiró el resto en los últimos minutos, jugó en campo rival, buscó por todos lados. Y tuvo una chance de penal, que falló Nico Sánchez. 

Al final, más por imprecisiones propias que por virtudes inglesas, fue derrota 26-23. Que cerró un torneo frustrante, y difícil de analizar. Porque perdió tres partidos y ganó uno ante rivales Tier 1, y porque tuvo un accesible fixture. Pero es cierto que jugó los siete partidos, y que consolidó a jugadores como Mateo Carreras, Thomas Gallo, y la confirmación de otros como Marcos Kremer (ni que hablar de un clase A como Emiliano Boffelli). En definitiva, Los Pumas se fueron después que otros 16 equipos, y eso no se los puede sacar nadie. Pero ahora tendrá que venir un DT que, a diferencia de Cheika, le saque el 100% del talento que este equipo tiene y que no terminó de mostrar en Francia 2016.