Los salones de fiestas reclaman por medidas que ayuden a transitar la crisis

A pesar de que algunas empresas del sector se vienen reconvirtiendo, desde la agrupación afirman que "hay una debacle de cierre de salones"

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20 de mayo de 2020 a las 05:00

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El sector de los salones de fiestas sigue parado desde el 13 de marzo, cuando el gobierno declaró la emergencia sanitaria y emitió un decreto que prohíbe los eventos. En ese entonces, la mayoría de los empresarios del rubro pospusieron las fechas que ya tenían reservadas, pero con el pasar de los meses la situación se agravó.

Por esta razón, la Asociación de Salones de Fiestas de Uruguay (ASFU) tiene previsto manifestarse el próximo lunes 25, en reclamo de medidas que puedan paliar la crisis que sufre el sector. “Desde que empezó todo esto, hay una debacle de cierre de salones de fiestas”, comentó a El Observador unos los dirigentes de ASFU, Daniel Serrato.

Añadió que el reclamo consta de la exoneración de todos los cargos fijos, con retroactividad desde marzo. “Queremos que nos ayuden exonerándonos de BPS, DGI, UTE, Antel y OSE”, afirmó Serrato.

Aún no han recibido una respuesta concreta de las autoridades nacionales, pero Serrato adelantó que este miércoles sobre las 11 se reunirán con el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.

Una situación que se fue complicando

Si bien los primeros meses los empresarios pudieron sobrellevar la situación, hacia fines de abril todo empeoró porque la mayoría se encuentra sin liquidez para afrontar los costos fijos de los salones. “Tenemos que pagar el alquiler, la luz, el agua y los impuestos municipales que llegan todos los meses”, contó Serrato.

El dirigente explicó que se empezó a generar un efecto dominó, ya que otros negocios también viven de las fiestas. Puso como ejemplo los servicios de catering o el sector audivisual que trabaja en conjunto con los salones a la hora de hacer eventos, y sostuvo que en total se han perdido 50 mil puestos de trabajo. “Es como cuando hay sequía, los agricultores se empiezan a quedar sin dinero y todo lo que está alrededor se ve afectado”, comparó Serrato.

Con estos argumentos, el lunes 25 los 200 integrantes de ASFU se concentrarán en la Plaza Independencia en pos de lograr “una cierta visualización del problema por parte de la ciudadanía”, explicó. Serrato especificó que respetarán todos los protocolos que se requieren y se procurará “hacer algo colorido, que llame la atención y sea con respeto”.

Esta manifestación, explicó, no apunta a que el Poder Ejecutivo permita la vuelta a la actividad del sector, sino que busca medidas alternativas para transitar estos meses. “Nosotros sabemos cuál es nuestra realidad, pero le pedimos al gobierno que nos apuntale porque nos estamos muriendo agónicamente”.

Más allá de estos reclamos, Serrato subrayó que muchas empresas del sector optaron por reconvertirse para generar ingresos. Contó que muchos salones de fiestas se están dedicando al rubro gastronómico. Sin embargo, los ingresos siguen siendo magros y no alcanzan para cubrir los costos fijos que tienen los locales, explicó.

“Nosotros sabemos cuál es nuestra realidad, pero le pedimos al gobierno que nos apuntale porque nos estamos muriendo agónicamente”.

Por otro lado, muchos otros empresarios no tienen posibilidad de reconvertirse porque “están muy endeudados y no pueden realizar ni la más mínima inversión”, subrayó el dirigente de ASFU.

En cuanto a una posible vuelta de la actividad, el dirigente prevé que sea muy complicada porque los empresarios no tienen dinero para empezar con todas las condiciones. “Vamos a empezar de menos diez”, manifestó.

De salón de fiesta a cowork con niños

Cuando el coronavirus se instaló en Uruguay, Ana Cardozo, directora del salón de fiestas Espacio F comenzó a idear una posible reinvención de su negocio. “En ese momento me pareció una locura lanzarlo, porque sentía que era un aliciente para que la gente saliera de sus casas”, contó Cardozo a El Observador.
La idea surgió porque Cardozo se llevaba a sus hijas al salón de fiestas para que pudieran jugar en la parte de niños, mientras ella trabajaba en el sector que está previsto para los adultos. Bajo esta premisa, entendió que a más uruguayos les podía estar pasando lo mismo por eso decidió validar la idea. Cuando otros sectores comenzaron a funcionar, Cardozo comenzó a   tramitar los permisos y protocolos necesarios.
El modelo de negocio consta de un cobro por hora, pero se busca que el precio sea económico para que los clientes puedan “usarlo como un pase libre de un gimnasio”. La persona puede pagar cuatro horas por días y utilizarlas de acuerdo a sus necesidades, siempre y cuando avise con antelación para evitar aglomeraciones. En este momento, la empresaria prevé abrir entre el próximo jueves y la semana siguiente, cuando estén todos los permisos aprobados.
“No quiero que sea un cowork normal, porque buscamos que cada persona tenga la distancia necesaria. Además, contamos con luz natural y es un espacio bastante minimalista”, detalló. El edificio posee una puerta que separa la parte de juegos de la de adultos, por eso las personas pueden estar trabajando y tener a sus hijos a un máximo de 10 metros.
Otros de los cambios que ofrece Espacio F, es poder alquilar la cancha de fútbol entre seis niños para jugar durante una hora. El precio de este servicio es de $ 600 y “los padres pueden estar distendidos en otro espacio como ser un living que tenemos”, comentó Cardozo.
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