Leonardo Carreño

Morales, fiscal de Homicidios: “Uruguay está armado hasta los dientes"

“Hay una nueva forma de hacer crímenes que hay que atender, pero no con la receta de antes", dijo la fiscal

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12 de septiembre de 2022 a las 05:00

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Cuando no encuentra las respuestas, da vueltas, y vueltas, y más vueltas. No resiste no saber qué fue lo que pasó, por eso Mirta Morales se define como una fiscal "dura" para archivar y lo hace en contadas ocasiones, cuando realmente no le queda otra opción. Persigue homicidas y como fiscal titular tiene que gestionar la muerte: ordenar las investigaciones, encabezar audiencias y preparar juicios para que haya Justicia por las víctimas. 

"La verdad, como algo absoluto, nunca la vamos a saber, pero acercarnos a cómo se produjo ese final para la sociedad es importantísimo porque si no lo que hay es impunidad. Para la familia... no quiero estar nunca en esos zapatos, pero sería lo primero que reclamaría: quiero saber qué pasó. Y el Estado ahí tiene que dar respuesta. Si no pudo prevenir, por lo menos dar una respuesta", valoró.

Comenzó su camino en la fiscalía en 2013, a diferencia de los otros dos fiscales de homicidios en Montevideo que tienen cerca de dos décadas en la institución. Fue abogada en un estudio particular en el que tenía pocos casos penales, trabajó en defensa del consumidor y defensa de la competencia en el Ministerio de Economía y terminó por concursar en la fiscalía. "Por la etapa de la vida en la que estaba no perdía nada por presentarme y concursar", contó. Ahora es parte clave de su vida, tanto, que ocuparía buena parte de un libro que hace años piensa en escribir. 

A continuación, un resumen de la entrevista que mantuvo con El Observador

¿Qué tiene para contar?

Muchas cosas. Desde la desesperación de una mujer que se divorcia y tiene un hijo a cargo y tiene que buscar trabajo en época de crisis económica. Eso hizo que tuviera muchos trabajos. Trabajé en un liceo, he hecho mucha cosa... Siempre desde el lado del Derecho. La oportunidad que la fiscalía me dio no se la voy a terminar de agradecer nunca, como a la universidad pública. 

¿Dudó de seguir cuando la fiscalía pasó a ser solo penal?

No, ya me había picado el bichito y ya estaba contaminada, esa parte ya me encantaba. Cualquier compañero de escuela que pueda leer esto que estoy diciendo sabe que siempre hablaba de lo mismo. Nunca me imaginé entrar a la fiscalía, pero siempre amé el Derecho. 

Está en la fiscalía de Homicidios desde fines de 2018. ¿Qué cambios vio entre los primeros homicidios que tuvo en ese momento y los que tiene ahora?

Yo ya tuve homicidios como fiscal departamental cuando estuve en el interior. Me tocó estar en Rivera que es un lugar con un índice de homicidios importante. Me parece que lo que cambió es que en todo el país hay una alta criminalidad con un grado de violencia que no se veía anteriormente. Había un homicidio por turno y ahora hay un homicidio por día. Además, antes el homicidio eran problemas mal resueltos, que son horribles, pero se trataba de dos personas que no podían resolver bien el conflicto y a uno se le saltaba la térmica, como dicen los chiquilines, y resolvió muy mal una situación conflictiva. Pero siempre había un motivo. Era una cosa que, frente a lo irracional del homicidio, era más racional. Ahora es terrible porque no existen esas motivaciones, existen otras que generan mayor violencia. Es cruel. Todos son crueles, pero ahora es mucho más cruel. Es la mera sinrazón. No es un momento en el que perdí la calma y tomé una solución incorrecta. Ahora es la sinrazón con mayúscula. En muchos casos es para hacer sufrir, lo que no logro entender. 

Está asociado a otros problemas que tiene esta sociedad. Sin dudas la droga está en el medio, la falta de valores y oportunidades, el interrumpir de alguna manera el proceso de socialización de todo ser humano. Es terrible. La represión es importantísima, pero hay causas mucho más complejas y múltiples de las que debemos ocuparnos como sociedad. 

¿La mayoría son planeados?

Hay de todo. En general son locuras, tienen motivos que a una persona con cierto grado de racionalidad le resulta inadmisible, pero motivos hay. No lo de antes que era una discusión a la que le sumabas bebida y se le iba la térmica a alguno de ellos. Eso existe pero ya es lo mínimo. Ahora es: "Pertenezco a esta banda, él a esta otra banda, me miró torcido, no me gustó, no me pagó la droga, o acá en esta zona mando yo". 

Cuando le toma declaración a los indagados ¿ponen excusas? ¿qué le dicen?

En general no quieren declarar, hacen uso de ese derecho. La gran mayoría hace eso. Los que declaran es porque tienen algo para contarnos en cuanto a la justificación de lo que pasó. Tenés de todo, desde el que te miente y te das cuenta hasta...

¿Y usted le dice: 'me estás mintiendo'?

Sí, por supuesto. Si tengo la oportunidad, delante de su abogado, sí. ¿Por qué no? Tiene derecho a saber lo que estoy pensando. Hay otras personas que no, que vivieron un mal momento y te están contando lo que les pasó. Hay de todo, pero en general no quieren hablar. 

¿Se pueden prevenir los homicidios?

No es mi especialidad la prevención. Habría que hacer un estudio más sociológico y criminalístico, que creo que es la deuda que tiene nuestro país para con nosotros mismos. Saber cuáles son las causas y ahí prevenir. 

¿Falta eso?

Sí, creo que nos hemos enfocado solo en la última parte: la represión y la condena. Tiene que estar y tiene que estar fortalecida, pero la prevención es fundamental. Tendrían que trabajar múltiples equipos: criminalístico, la parte de actuación policial preventiva, la sociológica, educativa, oportunidades laborales, recreación. La presencia del Estado. Yo pienso, como ciudadana, que eso es lo correcto. Que el Estado debe estar presente en todos los rincones del país. 

¿El mayor acceso a las armas ha perjudicado la situación?

Sí, yo estoy convencida de eso. No tengo estadísticas, pero que esta sociedad está armada hasta los dientes, que no te quepa duda. Hay armas por todos lados. Hay armas regulares que fueron hurtadas y hay otras que son de procedencia ilegal totalmente. Hay de todo. No logro entender cómo todavía las normativas de armas son tan complejas en nuestro país. Se prorrogan los plazos permanentemente de autorizaciones para el registro de armas. Entonces se vuelve una ley que no se puede aplicar porque las prórrogas son permanentes. A mí me preocupa mucho. Este incremento del delito y la agresividad están muy vinculados al tema del tráfico de drogas que creo que como se está encarando no funciona. No lo digo por esta administración sino a nivel mundial. Hay algo en lo que estamos fallando. 

Después, cómo estamos fallando a nivel nacional el tema de las armas. No me gusta cómo se está haciendo, es un problema. 

Para mí es preocupante encontrarte jovencitos que con una naturalidad espeluznante te diferencien una pistola, de un revolver, una 9 milímetros de una 45, de un 22. Quedas de cara. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo aprendió? ¿Cómo sabe usarlas? ¿Por qué las distingue? No importa el barrio, es en todos lados. Hay un tráfico de armas que no podemos negarlo. Después en cualquier escena encontrás 30 vainas tiradas como nada, porque participaron 3, 4, 5 armas de fuego en un único hecho. No puede ser natural. Está mal. De una manera o de otra se tiene que regularizar. 

A mí en lo personal no me gustan las armas y no estoy a favor de que se liberen, pero eso es una manera mía de pensarlo. La sociedad, en una mayoría democrática, podría decidir que se libere, pero si se liberan que se regulen para que estén bien liberadas. Esto que estamos teniendo ahora es preocupante. No entiendo por qué un tema que es trascendente no está en el tapete de la discusión. 

¿Cómo está la relación con la Policía?

Falta. Falta muchísimo, pero estamos mucho mejor que cuando arrancamos en 2017. La Policía se ha ido preparando pero va a tener que prepararse más, igual que nosotros, para una nueva forma de criminalidad. Tiene que ser más científica y más profesional. Igual que nosotros. Y tienen que tener un diálogo mucho más estrecho con nosotros, creo que vamos en ese camino. Cuesta mucho que el oficial que arranca el caso sea el que lo termine. 

En la fiscalía nos falta encarar la institución para enfrentar lo nuevo. Hay una nueva forma de hacer crímenes en nuestro país que debe ser atendida, pero no con la receta de lo que hacíamos antes. Eso da resultado para algunos crímenes, no para todos. Supongo que vamos en ese camino, pero el Parlamento también lo tiene que saber cuando votan el presupuesto y las leyes. Tengo la expectativa como ciudadana que estamos en un buen camino, que vamos a ir aprendiendo. 

Gestionar la muerte

Leonardo Carreño
Mirta Morales cuando era presidenta de la Asociación de Fiscales

¿Siente que convive con la muerte?

En un conversatorio que hubo en la Facultad de Derecho esta semana el ministro del tribunal de apelaciones Julio Olivera Negrín dijo algo que me pareció fantástico: los que hacemos (materia) penal convivimos con la miseria humana. Eso ya es un primer aprendizaje. Desde que entré a la fiscalía y tengo más cerca esa miseria, solo puedo sacarla para el lado positivo. En que puedo contribuir y en qué afortunada que soy, por la familia y los amigos que tenés, en la oportunidad que me dio la vida de nacer donde nací, entonces lo trato de sacar por ahí. 

Trato de decirles a mis alumnos que el mundo no es esa miseria, que el mundo es mucho más lindo y más rico. Ahí te calmás un poquito y te concentrás en eso. Entonces no siento que comparta tanto con la muerte, porque cuando te gusta tanto la vida no compartís con eso, por más de que estés cerca. Quiero un mundo mejor y si puedo contribuir en algo, lo voy a hacer siempre a través del Derecho. Quizás soy muy utópica, pero todavía creo que lo puedo hacer intentando buscar respuestas y tratando de que las personas tengan acceso a saber qué pasó con ese ser querido que se cruzó con alguien que le quitó la vida. Es lindo poder utilizar las herramientas del Derecho para poder das respuestas. Lo más lindo es tener trabajo y si es de lo que te gusta sos un afortunado. 

¿Hay algo que le haya sorprendido que no sabía antes de ser fiscal?

Algo que me marcó cuando entré como adscripta en San Carlos, porque no lo sabía, era la situación de muchas personas que vivían en el interior de Maldonado que no supieran leer y escribir o no tuvieran los servicios mínimos necesarios. Yo nací en una familia muy humilde, pero para mí tener luz y agua y saber qué iba a cenar era cosa de todos los días. Era normal. Enfrentarme a muchos uruguayos que eran chiquilines y habían visto interrumpido la costumbre de ir a la escuela, eso me... Y eso que yo ya era grande... Yo pensaba que era una persona consciente, ubicada en tiempo y espacio, en la realidad, informada, pero conocerlo así...

Cuando le pone cara es distinto...

Es eso. Cuando le ponés cara es totalmente distinto, no es lo mismo que leerlo o saberlo. Eso es algo que le agradezco a la fiscalía, la posibilidad de ver más que la sombra de mi nariz. No todos tenemos esa oportunidad. 

Hace unos años contó que el caso de Juan Fígoli, el estudiante de medicina asesinado a la salida de un boliche, le quitaba el sueño. Casi dos años después lo pudo resolver. ¿Qué hace cuando un caso le quita el sueño?

A mí, en lo personal, lo que me desvela es no tener respuesta. Después, cómo se soluciona lo resuelvo más aliviada, qué delito se le tipifica y hasta dónde se puede llegar con la prueba para alcanzar una prueba pertinente, pero lo que me mata es no saber qué pasó. 

Muchos somos los que no podemos entender una sociedad en donde no sepamos qué le pasó a una persona que no estaba haciendo nada, que estaba bailando, haciendo cosas propias de su edad en un día festivo y una persona malnacida le roba la vida. Eso no puede ocurrir. Como tampoco puede ocurrir que una persona, con o sin antecedentes penales, vaya caminando por la calle en esta ciudad y se termina su vida de un disparo que no sabemos ni de dónde viene. Son cosas que... (piensa), sí, te quitan el sueño, a veces te quitan el sueño, pero también te revelan, en el mejor sentido de la palabra. Tenemos que saber qué pasó, entonces para eso es que estamos. 

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