No hay más remedio que seguir soñando

"Hay que seguir soñando", dice Cavani, y tiene razón. No hay más remedio que seguir soñando. Uruguay está entre los ocho mejores, faltan tres partidos y todo puede suceder. Y en ese todo está lo que todos estamos pensando en Uruguay, aunque muy pocos se atrevan a admitirlo.

Pero estaba claro que este partido era obligatorio. Había que ganarlo. Era el encuentro que todos imaginábamos desde que se habían sorteado las series. Y se ganó con un esfuerzo monumental de todo el equipo en lo que fue el mejor partido de la selección en lo que va del mundial.

Se ganó con una concentración de todo el equipo, sin perder los papeles en ningún momento. Desde los delanteros hasta los zagueros, parecía que todos estaban en su mejor momento. Portugal tenía la pelota y era un placer observar cómo estaba parado el equipo uruguayo. Lo que hicieron Suárez y Cavani en el primer gol fue espectacular: un tuya mía con dos cruces de 30 metros y a la red. Los dos marcadores de punta jugaron como nunca; Bentancur dio un pase de gol cuando lo estaban por sacar. Y Torreira es el número cinco con el que venimos soñando hace tiempo.

Estoy escuchando los comentarios que dicen que ganamos en el más puro estilo uruguayo, sufriendo hasta el final, pero me permito discrepar. Yo estaba preparado para sufrir mucho más. Fuimos ganando casi todo el partido. Cuando nos empataron y parecía que se nos venían encima, cayó el segundo de Cavani.

Tampoco hubo innumerables oportunidades de gol para el rival, no era que pegaban en los palos y que no les cobraron tres penales. Crearon muy poco peligro. Cristiano Ronaldo estuvo controlado, tuvieron un solo tiro libre cerca del área.

"En cada pelota dejamos la vida", dice Torreira y también tiene razón. La entrega de Uruguay fue superlativa, tanto que el propio técnico de la selección dijo después del partido que quería hablar del tema y tratar de no emocionarse.

Y también dijo: "Y cuando nos toque perder, hacerlo con dignidad, con humildad". Espero que no tengamos que hacer gala de esos valores en el próximo partido, pero a juzgar por lo que mostraron contra Argentina, los franceses le pueden ganar a cualquiera. Incluido un equipo tan bravío como el uruguayo.

Yo creo que el que viene es el partido perfecto para ganar a la uruguaya, porque el poderío que tiene el equipo francés es avasallante. Tienen grandes figuras en todos los sectores de la cancha. Y vienen de ganar a la francesa, desplegando un fútbol espectacular.

Contra Portugal había que ganar un partido parejo. Contra Francia, hay que ganarle a un equipo superior. Lo que está claro para mí es que Uruguay está jugando lo mejor que puede. Habrá que ver si es suficiente para seguir adelante en el torneo. Pero este momento, con este equipo jugando de esta manera, es una maravilla.

En esa necesidad de seguir soñando de la que hablaba Cavani, yo sueño con que quedan los mismos cuatro que quedaron en el 50: Uruguay, Brasil, Suecia y España, aunque no pueda darse la misma final.

La única noticia triste de la tarde fue la lesión de Cavani. Si se llegara a confirmar que no puede estar ante Francia, ahí sí no habrá más remedio que apelar al milagro y tenerlo al máximo de su rendimiento para la semifinal contra Brasil o contra Bélgica.

"A disfrutar el momento, porque pueden venir momentos diferentes", dijo Godín, y claro que tiene razón, porque Uruguay está entre los mejores ocho por segunda vez en los últimos tres mundiales y porque se logró llegar hasta acá jugando con ese espíritu indomable que le ha ganado las cuatro estrellitas en la camiseta.

A partir de ahora nada debería sorprendernos: perder con Francia; ganarle a Francia y perder con Brasil; ganarle a los dos y perder la final. O volvernos todos locos y roncos y el domingo 15 de julio.