La reedición de las elecciones generales en
España generó un reagrupamiento de los sectores de la izquierda de ese país. Los movimientos Podemos e Izquierda Unida se presentarán juntos a las elecciones generales del 26 de junio con el objetivo de desbancar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como primera fuerza política de izquierda en el país ibérico.
Las dos agrupaciones, Podemos, fundada en 2014, e Izquierda Unida (IU), coalición construida en torno al Partido Comunista de España (PCE), califican ya de histórico su "preacuerdo" sellado en la tarde del lunes. El pacto aún debe ser aprobado por las bases de los dos partidos, que también tienen que seguir negociando distintos detalles esta semana.
"Lo que ya está cerrado es lo fundamental: vamos a estar juntos en estas elecciones para ganarlas, y sospecho que la militancia nuestra como la militancia de IU va a responder con una participación entusiasta ante una oportunidad histórica", declaró ayer en una entrevista radial el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Iglesias y el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, publicaron en las redes sociales un video con su abrazo en la Puerta del Sol, la céntrica plaza de Madrid donde hace cinco años nació el movimiento de los indignados contra la austeridad.
Tomando como base los resultados de las elecciones de diciembre pasado, que no permitieron formar gobierno, la alianza de las dos formaciones podría desplazar a la tercera posición al PSOE, que había conseguido más de 5,5 millones de votos, por detrás del gobernante Partido Popular que obtuvo 7,2 millones de votos.
Las elecciones de diciembre pusieron fin a la división tradicional del Parlamento español en dos grandes bloques, conservador y socialista, con la emergencia de Podemos y los liberales de Ciudadanos. Pero, estas cuatro formaciones fueron incapaces de formar una coalición de gobierno, obligando a los españoles a volver a las urnas en junio.
Segundo intento
Tras el fracaso de las negociaciones por una coalición de gobierno y la falta de un candidato firme, el rey de España,
Felipe VI, comunicó al Parlamento español la orden de realizar nuevas elecciones.
Las negociaciones entre los partidos en España sobre la posibilidad de un gobierno de coalición de izquierdas comenzaron luego de la renuncia de Mariano Rajoy a la Presidencia.
Aunque el PP logró la victoria en los comicios con 123 diputados, el oficialismo no consiguió la mayoría absoluta de 186 diputados que logró en 2011 y tampoco ninguno de sus aliados.
El desafío se abrió así para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, un partido que había logrado 90 diputados en las elecciones y que afirmó querer negociar con todos los sectores de izquierda y derecha para formar un gobierno de coalición, excluyendo de todos modos al PP.
Sin embargo, el PSOE solo logró un acuerdo con el partido Ciudadanos, lo que desembocó en sucesivos fracasos de las votaciones de investidura celebradas durante el pasado mes de marzo, por el rechazo de los partidos Podemos y PP.
Todos se cuidan
Podemos logró en diciembre 5,18 millones de sufragios y 69 escaños, mientras que Izquierda Unida más de 900 mil votos, pero solo dos diputados. Todos los sondeos realizados desde entonces han constatado una bajada de la intención de voto para Podemos y una progresión para sus nuevos aliados de origen comunista.
Un éxito de su alianza podría incluso cambiar el equilibrio de fuerzas entre derecha e izquierda si el PSOE sigue perdiendo votos, como ocurre desde hace varios años, y se decide a gobernar con ellos. "Para gobernar necesitaremos hacerlo con el PSOE. Queremos pactar con el PSOE", aseguró Iglesias.
El PSOE, que no se fía de Podemos, partido que no dejaba de atacarlo y que aspira abiertamente a sustituirlo como fuerza hegemónica de la izquierda, había negociado un programa de gobierno con Ciudadanos, pero esta alianza, minoritaria en escaños, no obtuvo la confianza del Parlamento.
El jefe del gobierno conservador saliente, Mariano Rajoy, ya hace campaña contra una coalición de "radicales y extremistas", mientras que el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, denunció "una especie de asociación entre la Cuba comunista y la Venezuela populista".
"Si la gran novedad es el Partido
Comunista, apaga y vámonos", dijo, por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para el que con esta alianza Podemos "no podrá hablar de cambio ni de nueva política".
"Nos facilita las cosas", declaró el líder de una formación que busca, como Podemos, atraer los votos de los jóvenes hartos de la corrupción, que ha salpicado, principalmente, a la derecha española.