Orsi asume liderazgo en el FA y va en apoyo a candidatos que disputan intendencias

El aspirante a la reelección canaria es invitado por frenteamplistas de otros departamentos para apuntalar la campaña municipal

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23 de septiembre de 2020 a las 05:04

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Aunque sus raíces son canarias, a Yamandú Orsi no le resulta extraño ni casual trascender las fronteras de su departamento. Lo hizo primero como profesor de historia cuando dio clases en ciudades y pueblos de Florida y Maldonado. Ya metido de lleno en la política, lo volvió a hacer como secretario general de la Intendencia de Canelones primero y, después, como intendente y dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP) que integra. Los caminos del país no le son ajenos a este hombre que patea su departamento en busca de una reelección casi segura. Pero lo que rompe los ojos en estas circunstancias –un poco extrañas por el aditivo de la pandemia– es que Orsi, otra vez, vuelve a trascender las líneas divisorias de Canelones y lo hace en medio de la extendida certeza entre los frenteamplistas de que competirá para quedarse con la candidatura presidencial de la izquierda en 2024.

Es así que en los últimos días fue invitado a hablar en los actos que, en Maldonado y Salto, realizaron los candidatos comunes del Frente Amplio a la intendencia de esos departamentos, y mantuvo reuniones por Zoom con el postulante de Rocha, Aníbal Pereyra, y con frenteamplistas residentes en Buenos Aires. En junio había sido convocado por los candidatos de Florida, y en julio estuvo de visita en Paysandú.

Además, en discursos callejeros y a través de su cuenta de Twitter, Orsi tiró lazos de concordia hacia el Partido Colorado y el Partido Nacional, con cuyos dirigentes, o al menos con muchos de ellos, ha mantenido una relación amistosa que, literalmente, se materializó en las calles canarias.

Fue durante su gobierno que, en Canelones, se inauguró un monumento al caudillo nacionalista Wilson Ferreira Aldunate y se reacondicionó la vandalizada escultura que recuerda al dirigente colorado Julio César Grauert, asesinado en la dictadura de Gabriel Terra.

Incluso la mayoría de los proyectos aprobados por la Junta Departamental de Canelones contaron con el apoyo del Partido Colorado y de un sector del Partido Nacional. Eso sí, con la veta herrerista blanca no se lleva del todo bien, aunque a Luis Lacalle Pou le reconoce méritos, y lejos estuvo en estos últimos meses de remedar la lengua picante de su líder José Mujica. Es más, suele utilizar la palabra “amor”, un vocablo extrañísimo en la combativa literatura política.

Además, en estos tiempos en los que la militancia del Frente Amplio anda golpeada por la derrota que expulsó a la coalición del gobierno nacional, Orsi mandó mensajes destinados a  aquellos que buscan una explicación de lo sucedido. Y, en una treintena de asambleas realizadas desde el 7 de febrero –día en el que renunció a la intendencia para intentar conquistarla nuevamente– repitió que el Frente Amplio perdió en noviembre por responsabilidades compartidas del gobierno nacional, de la fuerza política y de los protagonistas de la campaña, extremo del que se hizo cargo por encabezar el comando hacia el balotaje.

Precisamente esa segunda vuelta en la que no solo hay que convocar a propios sino enamorar a extraños, parece preocupar a ese Orsi que en el futuro puede estar pidiendo los votos para llegar a la presidencia.

En discursos callejeros y a través de su cuenta de twitter, Orsi tiró lazos de concordia hacia el Partido Colorado y el Partido Nacional, con cuyos dirigentes, o al menos con muchos de ellos, ha mantenido una relación amistosa que, literalmente, se materializó en las calles canarias.

“Un aplauso para aquellos referentes que vienen de los partidos tradicionales, para aquellos votantes anónimos que, a pesar del triunfalismo y del pizarreo, deciden con cabeza propia dar el paso en momentos que quizás no son los más oportunos (…). No tenemos el izquierdómetro, no somos quienes para calificar al que hace más o menos tiempo que está”, dijo el sábado 19 en el Obelisco de Las Piedras.

Ese mismo día fue invitado para cerrar un acto callejero en Maldonado en el que hablaron los tres candidatos del FA a la intendencia y otros dirigentes locales. Allí, Orsi contó de sus visitas a otros departamentos y sugirió que el próximo presidente será del interior del país.

“Nos tocó ir a ayudar a los compañeros de Paysandú en barriadas, en tareas, en diálogo con el movimiento sindical; el otro día fuimos a saludar al Beto, a aquel compañero de Salto que fue apuñalado por la intolerancia, a acompañar al compañero Andrés Lima y a la compañera Soledad para hacer fuerza para que Salto siga siendo frenteamplista y hoy, estamos acá porque creemos que el retorno de nuestra fuerza política al gobierno nacional vendrá desde el interior y es ahí desde donde tenemos que hacer la fuerza mayor”, sostuvo el dirigente canario.

En esa visita a  Salto, ocurrida el viernes 11, Orsi dio una conferencia de prensa junto a los dos candidatos frenteamplistas del departamento y luego se detuvo en la Meseta de Artigas, lugar a orillas del río Uruguay donde fueron arrojadas las cenizas del líder histórico del Frente Amplio, el general Líber Seregni.

En eso de mandar señales de conciliación hacia dentro y fuera del Frente Amplio, -porque en el 2024 habrá que ganar adentro para después convencer afuera- el sábado 19 en menos de media hora Orsi subió a su cuenta de Twitter, dos mensajes con objetivos directos y claros: uno dirigido al Partido Colorado y otro a la “familia comunista”.

En la capital salteña, la pregunta acerca de su eventual candidatura para el 2024 y los nuevos liderazgos en la izquierda estuvo sobre la mesa y Orsi reconoció que su nombre está “ahí”.

“No es lo mismo ser referente de un sector que ser líder. Para ser líder falta, falta… Yo, por estar donde estoy, intendente de un departamento como Canelones, me ubico como un nombre de los que está ahí, pero con otros tantos y eso creo que es bueno. Hoy no tenemos figuras de la talla de un Seregni que era influyente, o de Tabaré o Pepe o Danilo. Va a ser bastante más amplio esto”, dijo.

Por esas horas, en el marco de “La Mesa del Interior”, un espacio de diálogo y coordinación que conformó con los exintendentes y actuales parlamentarios, Sergio Bottana (Partido Nacional) y Marne Osorio (Partido Colorado), Orsi dio entrevistas a medios de Paysandú, Rivera, Cerro Largo, Durazno y Colonia en donde habló de temas departamentales y nacionales.

Colorados y rojos

En eso de mandar señales de conciliación hacia dentro y fuera del Frente Amplio –porque en el 2024 habrá que ganar adentro para después convencer afuera– el sábado 19 en menos de media hora Orsi subió a su cuenta de Twitter, dos mensajes con objetivos directos y claros: uno dirigido al Partido Colorado y otro a la “familia comunista”.

Ese sábado se cumplieron 186 años de la batalla de Carpintería, en donde surgieron las divisas tradicionales, y Orsi ha hecho explícita su defensa del Estado como “el escudo de los pobres” delineado por el batllismo a principios del siglo XX.

“Admiro la pasión con la que siempre has condimentado tus razonados planteos o posturas. Esa es la esencia de la política, de la política de verdad. Voy a seguir coincidiendo y discrepando contigo, porque no solo lo permites; lo requieres. Salud Colorados, Salud Gustavo!!”, escribió Orsi en un mensaje dirigido a Gustavo Toledo, un profesor de historia y militante colorado con el que compartió horas docentes en un liceo de Maldonado.

Luego, Orsi decidió postear un texto y una foto por el centenario de la fundación del Partido Comunista.  El dirigente canario aludió a los comunistas como “forjadores de la unidad sindical y de la izquierda”. “100 años de una historia con aciertos y errores, como todos los mortales. Por Enrique, Jaime, Julia y Rodney. En ellos, a los que dieron todo: la vida misma”, escribió.

A la vez que saluda a los comunistas y mantiene una relación amigable con los sindicalistas de Adeom, Orsi se vincula con importantes referentes empresariales del país y de la región, y ha visitado Washington, donde mantuvo reuniones con representantes del Departamento de Estado, el BID, el Banco Mundial y varias fundaciones del norte.

Cuando este domingo 27 se abran las urnas en Canelones, seguramente Yamandú Orsi se habrá impuesto sobre sus contrincantes. Pero este hombre parece pensar en un octubre más lejano en el que la pelea electoral será otra, más trascendente, más compleja, y en la que le gustaría ver su nombre entreverado y ya abiertamente liberado de los límites de su tierra natal.

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