Pocos vuelos y más caros: los cierres de fronteras dispararon precios de boletos

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, señaló el jueves en conferencia de prensa que el gobierno no tenía una fecha definida para reabrir sus fronteras y reconoció que en el Poder Ejecutivo estaban pensando “todo el tiempo” y “cruzando los dedos” para poder hacerlo. “Cuando determinemos una fecha vamos a comunicarla y justificar por qué”, agregó.

El cierre en las fronteras se ha transformado en un problema para quienes necesitan viajar, con vuelos cancelados, reprogramados y costos de pasajes que han aumentado. En el caso de Uruguay, la conectividad se ha reducido tanto, que el único destino posible es San Pablo a través de la aerolínea Amaszonas, además de algunos vuelos específicos que se acuerdan entre países. 

El 31 de mayo saldrá de Madrid un vuelo de Iberia con uruguayos que regresarán de España y otras partes de Europa, el cual retornará a Madrid al día siguiente con cientos de españoles que están varados, informó este viernes el canciller Ernesto Talvi. 

La cancillería acordó con Amaszonas una tarifa para los vuelos de regreso al país de US$ 199 dólares hasta el 2 de mayo y de US$ 299 dólares desde esa fecha. “El objetivo fue procurar un precio por debajo del de mercado para los uruguayos y extranjeros residentes que regresan al país”, dijeron a El Observador desde la oficina del canciller. 

Pese a esto, los precios acordados para los vuelos entre Montevideo y San Pablo son “más elevados”, reconocieron en el Ministerio de Relaciones Exteriores. El precio de un boleto en clase económica alcanza los US$ 600, casi el triple del valor previo a la pandemia, de acuerdo con billetes revisados por El Observador.

La cancillería está trabajando para mantener la conectividad con Brasil también por el mes de junio. La empresa, en tanto, expresó la semana pasada su interés al gobierno de volar regularmente a San Pablo y volver a conectar con Lima una vez que se reabran las fronteras.

Las embajadas y consulados de los países emitieron documentos en los que señalan a los residentes o quienes estén varados que aprovechen cada una de las oportunidades porque no saben cuándo volverá a normalizarse la situación.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estableció una serie de medidas previas a los vuelos con el objetivo de comenzar a restablecer lentamente las conexiones.

El documento propone que los gobiernos recolecten información de los pasajeros antes de llegar al aeropuerto; que los accesos a la terminal solo sean permitidos para pasajeros y trabajadores; que se realicen controles de temperatura; se gestione el distanciamiento social y se requiera el uso de máscaras.

La IATA también señala que los pasajeros utilicen tapabocas en el vuelo, haya servicios de catering simplificados y se prohiban colas en los baños.

Al arribar al destino, se deberán realizar nuevos controles de temperatura, prever procesos de automatización para controles de aduana y migratorios, acelerar la entrega de equipajes y tomar declaraciones de salud, como complemento de un sistema robusto de rastreo de pasajeros para reducir el riesgo de cadenas de transmisión importadas.

Temor en la frontera

La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) comenzó este viernes a realizar tests de diagnóstico de coronavirus aleatorios en los departamentos fronterizos para evaluar la situación sanitaria.

Con cinco casos de coronavirus confirmados, la Intendencia de Rivera resolvió instalar una “aduana móvil” y comenzó a controlar vehículos que llegan desde Brasil.

El jueves venció el decreto de Brasil que cerraba sus fronteras, aunque desde la cancillería dijeron a El Observador que seguía vigente y que en los próximos días será emitido uno nuevo que mantendrá el régimen.

La intendenta de Rivera, Alma Galup, y la prefecta de Santana do Livramento, Mari Machado, hablan por teléfono todos los días para coordinar acciones espejo en ambas ciudades cuya vida binacional impide el cierre de fronteras total.

Las autoridades de la salud creen que en la ciudad el virus es comunitario, ya que solo dos de los contagiados tuvieron contacto entre sí.

Dos personas se encuentran internadas en cuidados intermedios porque tienen comorbilidades y se realiza en análisis epidemiológico para evitar la propagación de la enfermedad, informaron a El Observador fuentes de salud.

Del otro lado de la frontera han muerto dos personas, hay 33 casos confirmados, 28 ya están recuperados, y hasta este jueves había siete casos en análisis.

El primer caso en Livramento se confirmó el 20 de marzo y en Rivera el 7 de mayo. Sin embargo, la permeabilidad del virus en la frontera preocupa a las autoridades departamentales y nacionales en Uruguay.

Rafael Radi, bioquímico integrante del Grupo Asesor Científico Honorario del gobierno, indicó en conferencia de prensa este jueves que en la primera reunión del grupo en Presidencia se planteó que la frontera con Brasil es un punto débil para el control epidemiológico y que, a medida que se abran las fronteras y los viajes, hay riesgo de introducción o aumento de la carga viral que viene de afuera.

“Con eso debemos convivir y requerir adaptaciones sostenidas. El monitoreo de frontera tiene que ser enfatizado y aquellas ramas de actividad que pueden comenzar e impliquen tránsito de trabajadores deben ser monitoreados a diario. Es un problema que no nos podemos sacar de arriba como país”, enfatizó.

Radi explicó que los científicos tienen acceso a un sitio web que utilizan epidemiólogos de Río Grande donde rastrean cuántos casos hay en la zona y qué tan cerca de la frontera están.

“En el sentido de la prevención, vamos a crear una barrera sanitaria justo en la entrada de la ciudad, verificando la temperatura de los ocupantes del vehículo utilizando termómetros con lectura remota. Si alguien tiene algún síntoma de covid-19, lo enviaremos directamente al servicio médico para una mejor evaluación”, explicó Machado en conferencia de prensa, según consignó la prensa local.

Galup sabe que el pasado fin de semana ingresaron a territorio uruguayo 800 vehículos de ciudades aledañas a Livramento, y que no se trata de personas que vivan o trabajen de este lado de la frontera, sino que llegaron a realizar compras.

Por lo pronto, en Rivera se tomarán “medidas más intensas” para intentar controlar la situación, especialmente en el microcentro de la ciudad. 

“Habrá equipos trabajando desde las 8 hasta las 17 horas, deteniendo automóviles, pidiendo documentación, dando instrucciones acerca de cuáles son las medidas, como la recomendación del uso de tapabocas. Se van a repartir folletos, desinfectar autos y seremos sumamente estrictos en cuanto a la documentación de entrada”, aseguró la intendenta.

Este trabajo se realizará en coordinación con la Policía y el Ejército, y será de una especie de “Aduana móvil”, controlando que los vehículos que no tengan la documentación de entrada al país deban retirarse, puntualizó Galup. 

Al mismo tiempo se “exhortará” a las personas que lleguen desde Livramento a que no ingresen a Rivera sin tapabocas.