En menos de dos años, el embajador Ricardo Nario pasó de representar al país en los Países Bajos al Líbano. El Senado aprobó este miércoles la venia del diplomático junto con la de Laura Dupuy, otra embajadora que ocupará el lugar de Nario en los Países Bajos y la discusión se centró en que ambos son marido y mujer, lo cual motivó que integrantes de la oposición no votaran afirmativamente.
El senador nacionalista Luis Lacalle Pou reconoció que “ambos son profesionales que han tenido buena carrera y preparación” pero afirmó que votaría en contra porque el cambio de país de ambos obedecía a “algo que tiene un condicionamiento totalmente personal”. “No hay ninguna razón esgrimida, es un tema familiar, muy respetable, pero no puede traerse una venia al Senado de cambio de política exterior por un tema familiar. Me hubiera gustado una consulta anterior para no tener que expresar esto”, sostuvo.
La intención del matrimonio de diplomáticos, que tiene un hijo, era poder seguir desarrollando su actividad profesional y mantener al mismo tiempo su vida familiar. Por eso desde 2017 –cuando ambos cumplían funciones en puestos jerárquicos de la Cancillería– intentaron que sus futuros destinos contemplaran sus necesidades personales y profesionales. Su primera apuesta fue la apertura de una nueva embajada en territorio holandés. Sin embargo, eso no fue posible porque el gobierno holandés comunicó al Ministerio de Relaciones Exteriores a principios del año pasado que no había “bases legales” para la apertura de una nueva representación diplomática en ese país para que se acreditara ante algunos organismos internacionales que funcionan en La Haya. Finalmente, ambos decidieron trabajar a 4000 kilómetros de distancia.
En la discusión sobre su venia no faltaron las menciones a que se habían enamorado en funciones. Así lo quiso dejar claro Ruben Martínez Huelmo, senador del Espacio 609, al afirmar que al pedir la venia la Cancillería logró “armonizar sus reglas con aspectos particulares de la vida de dos diplomáticos que tienen derecho a enamorarse”.
“Con esta designación de Nario para embajador del Líbano ha sido muy salomónica (la Cancillería) y respeta la carrera funcional desde todo el punto de vista y presenta esta venia objetivamente, apegada a la Constitución. Nada habla de otros aspectos más ligados a la subjetividad, que me cuesta hablar de un tema absolutamente familiar, es un asunto de relación profunda entre dos personas”, afirmó en la sesión.
En tanto, la senadora socialista Mónica Xavier sostuvo que se trataba de “una verdadera injusticia” decir que la votación era por un interés familiar. Lacalle Pou se dio por aludido e insistió en su planteo: “¿Cuál es la razón de interés nacional? No hay una respuesta de por qué un embajador votado hace un año y pocos meses, se le hace este tipo de traslado”, dijo.
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