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Sesión secreta: Ministerio del Interior identificó uno a uno a los seis "grandes proveedores" de droga pero puso el foco en el narcomenudeo
El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, presentó en reserva este martes en el Parlamento la base de su "plan" largamente anunciado para contener el incremento en el número de homicidios y que, en el líneas generales, se concentra en el combate al narcotráfico y el menudeo, con la represión y la inteligencia policial como protagonistas.
En el marco del llamado a sala en régimen de comisión general en el Senado –convocado por el Frente Amplio–, la cúpula del Ministerio del Interior y la Policía, junto a los partidos del oficialismo, reivindicaron el rumbo de las políticas de seguridad y celebraron la presentación en sala –durante un pequeño tramo de la sesión que fue declarada secreta– de datos "sensibles" de inteligencia y lineamientos de la estrategia policial.
Durante treinta minutos de una sesión que se extendió por unas diez horas, las jerarquías policiales describieron el "mapa" de las principales organizaciones criminales que dominan el narcotráfico en Montevideo y alrededores, y contra las que Heber prometió "dar batalla". Entre otros datos, se revelaron rostros, direcciones y nombres de los principales involucrados.
La fundamentación del pedido de secreto se basó en la necesidad de "no revelar el plan ni la estrategia" a los narcotraficantes.
Fuentes del oficialismo explicaron a El Observador que el plan anunciado se basa en una premisa: una fuerte apuesta al uso de la tecnología y a la inteligencia policial para monitorear desarticular a estas bandas. Una estrategia que, según indicó allí Heber, está teniendo "éxito" pero que como contracara repercute en una mayor violencia.
A través de una presentación gráfica, Heber identificó ante los legisladores a seis "grandes proveedores" que abastecen de droga al área metropolitana. Tres de ellos, señaló, están hoy en prisión. El ministro los identificó uno por uno y los describió como los grandes dominadores del negocio, los que "importan" la sustancia y los que la distribuyen a nivel local.
Debajo de ellos, explicó, hay 45 "organizaciones" que manejan cada una un mínimo de tres bocas de distribución. La mayoría de ellas, indicó, están conformadas por entre cinco y 20 personas, muchas de ellas con lazos familiares entre sí, y que son las dedicadas al tráfico pequeño y mediano.
Es en ese nivel de la organización –con el micro y mediano tráfico– que el Ministerio del Interior pone especial énfasis para el combate del delito, al entender que de allí se derrama gran parte de la violencia.
Al respecto, Heber dijo que el ministerio viene desplegando una estrategia de infiltración, escuchas y trabajo de inteligencia policial que permitió realizar un "mapeo" de estas 45 organizaciones, más allá de los narcotraficantes que están por encima de ellos. Los recursos aplicados, señaló, incluyen medios aéreos, terrestres y fluviales.
El problema, dijeron Heber y los jerarcas que lo acompañaron, es que la desarticulación de una boca repercute en nuevos hechos delictivos. La tesis del Ministerio del Interior, reiterada este martes en el Parlamento, es que el cierre de bocas le genera a los responsables una "deuda" ante sus proveedores que no pueden pagar, y que esa "cadena de incumplimientos" va subiendo desde el distribuidor primario hacia los grandes dominadores del mercado, que se cobran esa deuda de diferentes maneras.
Cuanto más abajo es la pérdida mayor es el endeudamiento, dijeron las autoridades.
Durante la sesión secreta Heber dijo que los sucesos recientes en el barrio Peñarol responden a una "guerra" en la que una banda desplazada por la Policía desde su zona de operaciones en Nuevo París intentó adueñarse de otra boca en ese barrio. El resultado, según expresó el ministro, fue el enfrentamiento entre ambas bandas con varios muertos.
Momentos antes y en forma pública, el titular de la Dirección de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, Alfredo Rodríguez, criticó la "desarticulación" de las brigadas antidrogas de Montevideo y Canelones durante la administración frenteamplista. Además de reivindicar la restitución de esas brigadas, que permitió una "descentralización" de la operativa, Rodríguez aseguró que el ministerio tiene hoy identificadas las rutas por las que estas bandas reciben las sustancias, así como su modus operandi. Rodríguez también describió otra de las causas que, según la visión del ministerio, explican el incremento de la violencia: la lucha por el mercado hace que los responsables de algunas bocas amenacen e incluso atenten contra los consumidores para que les sigan comprando droga a ellos y no cambien de proveedor.
Durante la sesión Heber volvió a apuntar contra el trabajo de la Justicia en unos de los hechos más relevantes de este año. El ministro aludió al reciente crimen del almacenero en la zona de Lezica. La Policía, dijo, logró identificar a dos menores como responsables del hecho, pero el juez optó por dictarles prisión domiciliaria e imputarlos por tenencia irregular de armas. "Encontramos el arma, encontramos la plata y encontramos a las personas", remarcó Heber que dijo ser "respetuoso" con el accionar judicial aunque se sintió en la necesidad de marcar esa discrepancia. "Queremos tener la mejor de las relaciones, pero la verdad es la verdad", dijo.
Heber reconoció que en mayo hubo 37 homicidios pero negó que exista una expansión de la violencia, como afirma el Frente Amplio. También que la tenencia, en términos anuales, viene descendiendo. "El plan estratégico existe, y hoy fue presentado y sustentado", remarcó.
Sobre la situación en Peñarol, el ministro dijo que hay un plan específico para esa zona y que "los datos son buenos", pero que solo tiene "15 días".
Reparto de volantes
La presentación de las autoridades dejó, como era esperable, dos sabores totalmente distintos entre oficialismo y oposición. Mientras que la bancada de gobierno valoró y reivindicó las intervenciones del ministerio y las jerarquías policiales, el Frente Amplio negó que Heber haya presentado este martes algo similar a un plan. El senador Charles Carrera (MPP) dijo a El Observador que el ministro apenas presentó "algunas líneas de acción" y por eso reclamó públicamente que se presentara ese "plan" por escrito a la posición.
En conferencia de prensa, el ministro acudió a la ironía para responder. "Quizá podamos mandar a hacer algunos volantes y repartirlos por los barrios, así los narcotraficantes se enteran cuál es el plan. Hay algunos comentarios que no entiendo".
Al respecto, Carrera señaló que lo Heber "es de un nivel tan básico que asusta". Según el legislador, "nunca se le pidió el detalle de la operativa". Según el senador frenteamplista, el ministro actúa ahora de la misma manera en que lo hizo en torno al polémico acuerdo entre el Estado y Katoen Natie. "Dijo que tenía estudios jurídicos, pero nunca los presentó".
La bancada de senadores del Frente Amplio ratificó la postura de que Heber jamás presentó un plan de acción. "Solo expuso acciones puntuales relativas al cierre de las bocas de venta de droga", se dijo.
La visión desde el oficialismo es que Heber sí presentó un plan. O como optó también por denominarlo el senador Gustavo Penadés: "una hoja de ruta". Para su colega Jorge Gandini, el primer punto de ese plan fue la confianza que este gobierno le extendió a la Policía. "Ese fue el quiebre, el click que hizo este gobierno", aseguró. "Y lo hizo primero que nada con la confianza del presidente el día que asumió". Gandini remarcó que, con esta Administración, los policías dejaron de ser sospechosos. "Ese es el punto central del plan, su columna vertebral: creer en la Policía", concluyó.
"Yo me quedo con la idea, primero que nada, de que hay un plan. ¿Se vino a buscar un plan? Se exhibió un plan. Se dice que no, ¿pero qué esperaban? ¿Un Powerpoint? ¿Flechita para acá, flechita para allá? ¿Teoría de consultores de corbata y camisa de manga corta con la laptop que nos vienen, desde los organismos internacionales, a decir qué hay que hacer? ¿O pie en la tierra administrando una realidad que nos desafía todos los días? Acá el ministro vino, nos dio los datos y nos puso un plan", afirmó Gandini.
"Nosotros sabemos un montón de cosas más que se nos mostraron en la sesión secreta. Y sabemos una pequeña parte de lo que el ministerio sabe. No nos va a venir a decir aquí cual es su estrategia. Pero sí sabemos que van por ellos. Y que es ahí donde va a actuar: y que cuanto más se instala el crimen organizado lo que busca son clientes y por tanto generar consumidores y adictos. Atacar el corazón de la causa principal del aumento del delito es fundamental. Pero además porque hay que desarticular el crimen organizado, que importa clandestinamente lo que se fabrica en países productores de cocaína y derivados y luego ingresan en la cadena de distribución y venta al menudeo. ¡Eso no se había hecho! Ese es el plan", culminó Gandini, quien describió los homicidios que surgen de ese combate como un "daño colateral" de "achicar el mercado".
