Siete catástrofes que no ocurrieron

A 50 años del primer Día de la Tierra es oportuno recordar algunas predicciones fallidas de representantes del ecologismo radical

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22 de abril de 2020 a las 05:01

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El 22 de abril de 1970 (el día del 100° aniversario del nacimiento de Lenin) alrededor de 20 millones de personas, en miles de universidades y liceos de los Estados Unidos, participaron en el primer “Día de la Tierra”, para apoyar la protección del medio ambiente. Fue la primera gran manifestación del naciente movimiento ecologista. A partir de entonces se celebra el Día de la Tierra cada 22 de abril. Desde 1990 esa manifestación tiene un carácter internacional.

Una búsqueda en Google con las palabras clave “Earth Day” y “save the planet” da como resultado una lista de más de 1.300.000 páginas web. Esto se debe a que el Día de la Tierra está fuertemente ligado a estas dos ideas: 1) la Tierra está en un estado crítico debido a la contaminación generada por el hombre; 2) todos debemos comprometernos a luchar contra esa contaminación para salvar a nuestro planeta. En las últimas décadas se ha afirmado cada vez más la idea de que el principal aspecto de esa supuesta crisis ambiental es la “crisis del clima”. Las expresiones “crisis del clima” y “cambio climático” se han vuelto sinónimos de “calentamiento global”, interpretado como calentamiento global antropogénico catastrófico. La firma del Acuerdo de París, cuyo objetivo es detener o atenuar el calentamiento global, supuestamente antropogénico y catastrófico, coincidió con el Día de la Tierra 2016.

Hoy (22 de abril) es el Día de la Tierra 2020. A 50 años del primer Día de la Tierra, es oportuno recordar siete de las muchísimas predicciones espectacularmente fallidas de representantes del ecologismo radical o el catastrofismo climático. Las traducciones son mías.

1) “Para 1985, la contaminación del aire habrá reducido a la mitad la cantidad de luz solar que llega a la Tierra” (Time Magazine, enero de 1970).

2) “Para el año 2000 el Reino Unido será simplemente un pequeño grupo de islas empobrecidas, habitadas por unos 70 millones de personas hambrientas… Si yo fuera un jugador, incluso apostaría que Inglaterra no existirá en el año 2000” (Paul Ehrlich, discurso en el British Institute for Biology, septiembre de 1971).

3) “Una reciente ráfaga de artículos científicos ha suministrado más evidencia a favor de la creencia de que la Tierra se está enfriando. Ahora parece haber pocas dudas de que los cambios de los últimos años son más que una fluctuación estadística menor” (Nature, 6 de marzo de 1975). “Hay signos ominosos de que los patrones climáticos de la Tierra han comenzado a cambiar dramáticamente y de que esos cambios pueden presagiar una disminución dramática de la producción de alimentos… Después de tres cuartos de siglo de condiciones extraordinariamente templadas, el clima de la Tierra parece estar enfriándose” (Peter Gwynne, The cooling world, en: Newsweek, 28 de abril de 1975, p. 64).

4) “Ahora pocos científicos discuten que los elevados niveles actuales de dióxido de carbono y otros gases en la atmósfera causarán un aumento de hasta nueve grados Fahrenheit de los promedios de temperatura global algo después del año 2000” (Carl Sagan, Fossils fuels bring trouble, en: The Vindicator, 12 de diciembre de 1985).

5) “[Dentro de 20 años] La autopista del West Side [que corre a lo largo del Río Hudson en Nueva York] estará debajo del agua” (James Hansen, científico de la NASA, entrevistado por Rob Reiss, 1988).

6) “[Habrá] Cincuenta millones de refugiados climáticos para 2010” (Artículo en el sitio web del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2005; borrado del sitio en 2011).

7) “Algunos de los modelos [computacionales del clima] sugieren que hay una probabilidad del 75 % de que la entera capa de hielo del polo norte, durante algunos meses de verano, podría estar completamente libre de hielo dentro de los próximos cinco a siete años” (Al Gore, ex Vicepresidente de los Estados Unidos, discurso en la COP 15, Copenhague, 13 de diciembre de 2009).

Ninguna de estas predicciones se cumplió. No ocurrió nada ni siquiera remotamente parecido a lo anunciado. Podríamos seguir: los glaciares de Montana no se derritieron, las Islas Maldivas no quedaron sumergidas, etc., etc.

Teniendo en cuenta la ya larga y constante tradición de predicciones completamente fallidas de los profetas del ecologismo radical y el catastrofismo climático, parece aconsejable que nos tomemos con una buena dosis de sano escepticismo las actuales predicciones de un apocalipsis climático más o menos inminente procedentes del IPCC, Greenpeace, Greta Thunberg y compañía. 

Aclaro que no soy de la opinión de que, en líneas generales, los asuntos de la humanidad estén marchando muy bien actualmente. Creo que hay muy serios motivos para preocuparse por el derrotero que estamos siguiendo, pero que esos motivos tienen muy poco que ver con algunas entidades legendarias que tanto preocupan a tantos ecologistas: el agujero de la capa de ozono, la isla de plástico del Océano Pacífico, etc. Pienso que esos “cucos verdes”, consciente o inconscientemente, operan como una distracción de los verdaderos problemas de la humanidad.

Otros escritos de Daniel Iglesias Grèzes en: https://www.danieliglesiasgrezes.wordpress.com.

 

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