Sub 30: tres empresas creadas por jóvenes uruguayos que revolucionaron sus rubros y trascendieron fronteras

Antes, “se valoraba la trayectoria recorrida en determinada organización y la confianza solo se podía ganar con el tiempo”, indicó Marroche. Debido a esas razones los jóvenes se encontraban desplazados del ecosistema empresarial, cuyo protagonismo se limitaba únicamente a las personas de mediana edad hacia arriba.

Sin embargo, hoy por hoy, también se valora otro tipo de cualidades, y este esquema empresarial provocó la disolución de un tipo aislado de protagonismo. ¿Qué significa esto? En la actualidad, “los jóvenes están siendo vistos como actores más relevantes porque pueden percibir nuevas oportunidades, atraer visiones novedosas, ser más creativos y, por ende, incorporar más innovación a los negocios”, reconoció Marroche. “Hoy ya no solo se valora la trayectoria y la confianza, aunque continúan siendo aspectos decisivos”, aseveró.

Esta transformación implica también que “todos podamos aportar soluciones e ideas que generen valor”. Esto incorpora también a los adultos mayores, que antes también se veían relegados. “Hay una visión mucho más integradora, que también trae consigo otros desafíos y más oportunidades”, señaló Marroche.

Para Juan Ortiz, el director ejecutivo de la Asociación de Jóvenes Empresarios del Uruguay (AJE), “sin ninguna duda los jóvenes están tomando más preponderancia” en el empresariado nacional. “Los ‘sub 30’ están en una época de mayor capacidad de voz y de visibilidad, que también se maneja de cierta manera en el ecosistema emprendedor”, añadió. 

Según el directivo, hay cada vez más ejemplos de empresarios de menos de 30 años que generan impacto en el ecosistema local con sus iniciativas, muchas veces con pequeños proyectos. “Estos casos de éxito impulsan a más personas a iniciar su camino en el empresariado, sin necesariamente tener en cuenta su edad”, puntualizó Ortiz. A modo de ejemplo, el camino transitado por dLocal —la primera empresa unicornio de Uruguay— logró consolidarse gracias a la operativa de un equipo integrado por jóvenes menores de 30 años. “La gestión de esos jóvenes marcó, luego, el camino de esa startup que es muy exitosa”, aseveró Ortiz.

Otro síntoma de esta tendencia es el número de organizaciones que han surgido en las últimas décadas, que, como AJE y Desem, apalancan a los jóvenes emprendedores. En la actualidad, existen alrededor de 200 instituciones en Uruguay que nacieron con ese fin. Unas 125 de ellas conforman la red Uruguay Emprendedor, una plataforma que orienta y dota de herramientas a jóvenes que desean iniciarse en el mundo empresarial. 

A su vez, las universidades cuentan con institutos propios destinados a que sus estudiantes se inicien en el mundo del emprendimiento. El caso más emblemático para Marroche es la Fundación Julio Ricaldoni de la Facultad de Ingeniería (Udelar). Las demás facultades de la Udelar y las universidades privadas también cuentan con estos centros. En el caso de la Universidad Católica, se creó el centro Ithaka; la Universidad ORT cuenta con el CIE (Centro de Innovación y Emprendimiento) y la UM desarrolló el centro para líderes Initium.

“Estos institutos han fomentado que más jóvenes, mientras cursan sus carreras terciarias, se conviertan en empresarios”, puntualizó Marroche. En este sentido, para el director de Desem, uno de los mayores desafíos es justamente trasladar las herramientas que se necesitan para emprender a personas que no cursan carreras terciarias. 

Tanto Marroche como Ortiz coincidieron en que la llegada de esas oportunidades a más puntos del territorio nacional es otra de las resistencias que enfrentan los jóvenes uruguayos que no nacieron en Montevideo o, incluso, en el cinturón costero.

La dificultad para acceder a inversión para iniciar y potenciar las ideas de negocios que surgen de los menores de 30 años es otro punto en contra, en el que, justamente, trabajan las organizaciones como AJE, Desem o Endeavor. 

“Los desafíos vienen por el lado de la empleabilidad juvenil, dado que en Uruguay la tasa de desempleo juvenil triplica la tasa de desempleo de los adultos”, enfatizó Marroche. “Como país, debemos apuntar a generar más oportunidades para los jóvenes, y, para eso, debemos preguntarnos: ¿cómo se preparan los jóvenes? y ¿qué tipo de oportunidades se les brinda?”, amplificó. 

En red

La masificación de la tecnología provocó que los jóvenes tuvieran más alcance a otros agentes dispuestos a potenciar sus empresas, ya sea por ayudar o para beneficiarse a sí mismos. “Las redes, por ejemplo, contribuyen a que sus perfiles y productos lleguen y tengan más alcance, sobre todo para aquellas personas que no provienen de familias empresarias”, aseveró Ortiz. 

Tanto él como Marroche destacaron la importancia de integrar redes de contactos (como las que ofrecen estas organizaciones), que ofician de pares (otros emprendedores sub 30) o instructores (empresarios consagrados o expertos que los guían). 

A continuación, se presentan tres casos de empresas lideradas por ejecutivos jóvenes que alcanzaron el éxito en Uruguay y están logrando llegar a más países.

Los jóvenes que lograron conquistar un mercado imposible y fundaron una empresa millonaria

Son dos, pero parecen uno. La dupla de negocios compuesta por Luciano Corujo (33) y Felipe Herrero (27) tiene ya un largo trecho recorrido en el mundo de los negocios. Se conocieron en la facultad y, desde entonces, no se separaron más. 

Ambos son emprendedores de pura cepa. Crearon proyectos por separado desde que eran chicos, que sirvieron como experiencia para su consagración definitiva en el mercado local.

“Mientras estudiábamos, descubrimos que el mercado de seguros estaba sin explotar, desde el punto de vista de lo disruptivo”. Corujo y Herrero identificaron una falta de innovación en el rubro de los seguros: “Funcionaba igual desde hacía 100 años”, narró Herrero a Café & Negocios. “El mercado de corretaje —es decir, aquel en el que se percibe una comisión por las ventas— tenía potencial en Uruguay y podía tener una espalda de hasta US$ 100 millones”, indicó Herrero, quien, en ese entonces, trabajaba como asesor de seguros. 

Allí estuvo el disparador, que, luego, desembocaría en Ecolicuá, una solución que ofrece al cliente una forma más ágil y transparente de contratar seguros, a través de una plataforma electrónica, que funciona como nexo entre las aseguradoras y sus clientes. Ya muchas empresas habían intentado concretar este modelo de negocios en Uruguay, en el que los seguros publicaban sus diferentes propuestas y los usuarios los contrataban por internet, con toda la información a su alcance. Pero no lo habían logrado.

Los socios desarrollaron el negocio a lo largo de dos años (de 2017 a 2019) y lograron la plataforma de ventas y contrataciones en el rubro de los seguros de autos. “Lo más complejo fue llegar a las aseguradoras y explicarles el modelo de negocios que ya habían rechazado cuando otros emprendedores se lo habían traído”, apuntó Corujo.

“Pero no aflojamos, nos enamoramos de la solución a ese problema —que creemos que debe ser el verdadero foco de un emprendedor— y salimos a convencer a las aseguradoras”, añadió Corujo. El joven explicó que la tenacidad debe ser la principal cualidad de un emprendedor. “No sé si fue por el compromiso o por un poco de suerte, pero logramos convencer con nuestra idea de negocios a las aseguradoras”, explicó.

Los empresarios lograron el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y levantaron una ronda de inversión inicial de US$ 200 mil que les permitió avanzar sustancialmente en su idea de negocio. 

En la actualidad, la empresa logró superar al mercado tradicional de seguros tras alcanzar una tasa de crecimiento récord de 1.025% desde 2021 a 2022, en un mercado que logra “recaudar alrededor de US$ 100 millones al año”, indicó Corujo. Ese monto "es lo que pagan las aseguradoras en comisiones por venta de seguros de auto anualmente", añadió. Desde Ecolicuá Uruguay "apuntamos a facturar todo o un porcentaje importante de esos US$ 100 millones, porque sabemos que nuestro sistema es eficiente y rentable", concluyó Corujo. 

A finales de 2021, el Grupo Santander adquirió la plataforma. Consultados por el monto en que se concretó la venta, los socios prefirieron no brindar detalles al respecto. De todos modos, sus fundadores continúan al frente de Ecolicuá Uruguay y esperan llegar con este modelo de negocios a otros países de la región en el corto plazo.

Actualmente, Ecolicuá Uruguay está valuada en "varios millones", aseguró Herrero.

“No sé si el hecho de ser jóvenes nos jugó o no en contra, pero, a la distancia, esto valió la pena”, concluyó Herrero. 

Lograron hacer de la venta del mate una experiencia de vida y llegaron con sus productos a China

Manuel Romero y Patrick Tyler (ambos de 23 años) se conocieron en la facultad mientras cursaban la carrera de contador público, en 2017.

Todo empezó cuando Tyler iba en el transporte público local y varias personas se le acercaron para elogiarle su mate de calabaza y le preguntaron cómo podían conseguir uno igual. Fue entonces cuando al joven se le ocurrió vender estos clásicos productos en Mercado Libre. 

Luego, se asoció con Romero para llevar la idea de negocio a otra dimensión y hacer de la venta de mates una verdadera “experiencia de vida”, explicó Romero en diálogo con Café & Negocios. 

Mientras los universitarios comenzaron a visualizar su nuevo emprendimiento reconocieron en las redes sociales el canal perfecto para promocionar sus mates y llegar a más público. Fue un año después de conocerse, en 2018, cuando nació Cebala. 

A la oferta de los mates de calabaza, le agregaron sus posamates y, así, el negocio se fue diversificando. Luego llegarían las bombillas, la matera convencional, la matera Pampita (diseño y marca propia de Cebala) y la mochila mate, un producto pensado inicialmente para estudiantes que tiene lugar para el termo y el mate sin necesidad de acarrear una matera. 

La empresa se había consolidado, pero llegaría la competencia masiva.

“Una vez que montamos el negocio, muchas otras marcas vieron esta oportunidad y la competencia comenzó a ser cada vez más”, señaló Romero.

Lejos de un obstáculo, esto significó “una oportunidad” para los empresarios que se vieron obligados a innovar y a ampliar el menú de ofertas.

“Siempre pusimos mucho énfasis en el marketing y en ser prolijos a la hora de presentar nuestros productos”, puntualizó Romero. Fue entonces cuando alcanzaron el acuerdo de Cebala con la compañía de logística internacional FedEx para llegar a destinos de todo el mundo con sus mates y accesorios. “Este fue un gran paso para nuestro e-commerce”, aseguró Romero. 

A este acuerdo se le sumarían dos más: uno con la plataforma Mercado Libre y otro con la compañía de comercio electrónico Amazon. Gracias a estas alianzas, Cebala ha logrado trascender fronteras y vender sus productos en Australia, Estados Unidos, España, Francia e, incluso, Kuwait.

Pero la anécdota más pintoresca se dio cuando Cebala exportó sus productos a China. “Fue algo muy peculiar —dijo Romero—. Se trató de una comunidad china que era fanática del fútbol y, en especial, de Lionel Messi. Llegaron a encargar “una partida de mates y bombillas porque veían al jugador argentino tomar esta infusión”. 

Con su trayectoria ya consolidada, Cebala espera continuar consolidándose en Uruguay y llegar a más países de la región con sus productos (de hecho, la matera Pampita está registrada en Uruguay y Argentina). 

Desde su fundación, la empresa ha logrado mantener una tasa de crecimiento anual del 200%.

Conquistaron los colegios y ahora esperan llegar a las empresas con su aplicación

Ni Matías Craviotto ni Luis Carrero ni Juan Rodríguez se habían propuesto convertirse en empresarios algún día. Ya fuera porque nunca se lo preguntaron o porque eran demasiado jóvenes cuando idearon una idea de negocios que les cambiaría la vida. 

Corría el año 2018 cuando los jóvenes emprendedores cursaban el último año de colegio en Punta del Este. “Detectamos varias problemáticas en el funcionamiento de los comedores de la institución”, señaló Craviotto. El empresario señaló que estos espacios no contaban con la mejor organización, los padres no tenían registro del gasto de los estudiantes y, además de que la fila para retirar el almuerzo era interminable, muchas veces algunos niños chicos que se encontraban allí necesitaban de la atención de los funcionarios, encargados de entregar los alimentos. “No era para nada eficiente”, explicó Craviotto.

Fue entonces cuando los jóvenes, que en aquel entonces tenían entre 17 y 18 años, idearon un modelo de negocios para agilizar la compra del almuerzo de una manera fácil. De esa idea nació una aplicación, llamada OrderEAT en 2019. 

El software de gestión de las cantinas permite que los usuarios cuenten con una billetera prepaga; la aplicación de celular informa a los usuarios sobre las compras realizadas y su saldo restante; permite realizar pedidos para el día y por adelantado desde el celular y, además, llevar un registro de las órdenes.

En la actualidad, Craviotto se desempeña como el líder y responsable de la logística del proyecto; Rodríguez es CTO de la empresa, es decir, el encargado del desarrollo y del correcto funcionamiento de la plataforma, y Carrero es el responsable de llevar a cabo la actividad contable y comercial.

Luego de recaudar fondos iniciales por US$ 5.000 para el desarrollo de la aplicación en 2019 y afinar detalles del modelo de negocios durante el 2020 (en plena pandemia por covid-19), en 2021 OrderEAT logró aterrizar en 10 colegios uruguayos. En la actualidad, esta aplicación funciona en 50 colegios, entre Uruguay y Argentina. 

Los jóvenes empresarios recibieron “mucho apoyo” del sistema emprendedor local y destacaron la ayuda recibida por AJE, ANII, Ingenio, Endeavor y el Instituto Uruguayo-Argentino. 

Hoy por hoy, los fundadores trabajan para llevar su negocio a Paraguay y a México y adaptarlo a diferentes clases de empresas.

Además, están por cerrar su primera ronda de inversión para cumplir con esos objetivos. 

“No vamos a mentir, ser joven es un poco difícil para emprender”, reconoció Craviotto

Sin embargo, para el empresario de 21 años esto no significó un problema. “Si verdaderamente sos bueno y trabajás duro en defender y argumentar la solución que ideaste para solucionar un determinado problema, siempre se van a abrir las puertas”, concluyó.

OrderEAT pasó a registrar en su plataforma US$ 50 mil por mes durante 2021 a US$ 250 mil por mes durante 2022.