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Talvi visualiza una “mesa de tres” cuya "cabecera" aún no tiene dueño

Aunque las encuestas lo muestran lejos, el candidato colorado asegura que tiene capacidad de crecer “trascendiendo fronteras” y llegar al balotaje
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11 de julio de 2019 a las 05:03

“Dio el partido por perdido antes de jugarlo, antes de que las urnas se pronuncien", escribió Ernesto Talvi el 7 de diciembre de 2018. Las encuestas lo ubicaban a casi cincuenta puntos de Julio María Sanguinetti a falta de más de seis meses para las elecciones internas, y una victoria suya aparecía como poco probable en el horizonte. Por más que iba atrás, al economista no le habían gustado las declaraciones de Sanguinetti, que había calificado a Luis Lacalle Pou como un “prepresidente”, porque entendía que ubicaban al Partido Colorado en un lugar secundario y sin oportunidad de pelear en octubre para llegar al balotaje.

Ya con el respaldo de las urnas que lo ungieron como nuevo líder de la colectividad fundada por Fructuoso Rivera y con el antecedente de haber dado vuelta un partido complicado en la interna y aunque de cara octubre también parte de varios escalones más abajo, Talvi mantiene ese concepto. El economista visualiza una mesa compuesta por blancos, colorados e independientes, en la que dará pelea por sentarse en la cabecera. “Aquí no hay alguien que lidera, tenemos nuestras propias ideas, equipos, proyectos y tradiciones partidarias”, dijo a El Observador. El candidato señaló que los votos dirán el 27 de octubre quien es el que se sentará en la "cabecera", que por ahora no tiene dueño. 

La última encuesta de Opción, divulgada este miércoles, dio al Partido Nacional 32%, al Frente Amplio 27%, al Partido Colorado 10% y a Cabildo Abierto 5%.

Lacalle Pou también tiene claro que más allá de las coincidencias y la cooperación, el camino hacia octubre será de competencia. “Parto de la base que con el Partido Colorado no va a haber ningún tipo de dificultad”, dijo en una entrevista con El País en la que señaló que le parecía “lógico” que quisieran disputarle las posibilidades. "Nunca pensé que iba a competir para salir segundo o tercero. Yo voy a hacer la campaña como anticipé que la iba a hacer. Creo que tengo competidores cooperantes", dijo y anunció que pensaba gobernar "en conjunto".

Uno de los temas que los distancia es la invitación a la mesa de Guido Manini Ríos. Mientras que Lacalle Pou es partidario de sumarlo aunque “despacio” y sin “apurarse”, Talvi prefiere mantenerlo lejos y criticarlo por sus dichos contra el presidente Tabaré Vázquez, los inmigrantes y la necesidad de “oxigenar la democracia”.

Si bien aún no se conocen encuestas de opinión pública realizadas luego de las elecciones, en Ciudadanos ya tienen datos –a partir de mediciones propias– que muestran al Partido Colorado creciendo y ensanchando su base de votantes principalmente hacia el centro del electorado. Esos números primarios, sumados a lo que ocurrió el domingo 30 de junio, cuando el 65% de los que votaron a Talvi provenían del Frente Amplio y el Partido Nacional, lo llevan a ser optimista e imaginar un escenario de tres tercios en octubre. “Esa capacidad de trascender fronteras partidarias explica la excelente votación y habla de la posibilidad que el partido tiene, con Ciudadanos liderándolo, de votar formidablemente bien en octubre y ser competitivo para ir al balotaje”, dijo.

Tras las internas, Sanguinetti le transmitió la importancia de que los colorados volvieran a ensanchar su espectro partidario, un tema al que volvió en su columna en Correo de los viernes, en la que destacó que era “muy importante” la apertura a todas las “tendencias” para tener una “gran elección” y subrayó que el “desafío” era “construir un espacio fértil para todos”, los colorados ortodoxos y batllistas típicos.

Talvi también destaca que los colorados tienen posibilidades de crecer en octubre porque en 9 de los departamentos en que ganó Ciudadanos, el partido aumentó su votación respecto a 2014. El economista ganó en 12 departamentos, Julio María Sanguinetti en seis y José Amorín Batlle en uno, y los colorados tuvieron 181.384 votos, 40.000 más que hace cinco años.

En su comando repiten que el 85% de los uruguayos se autodefinen como de centro, algunos más a la izquierda y otros a la derecha, y destacan que ese es el lugar al que apuntarán en octubre porque es donde lo visualiza la población. “Me encanta esa ubicación y me siento muy cómodo porque creo que es donde realmente estamos”, dijo meses atrás.

Esta semana la revista norteamericana Americas Quarterly actualizó su publicación acerca de las elecciones uruguayas y lo ubicó como un internacionalista de centro-izquierda, mientras que identificó a Lacalle Pou como un internacionalista de centro-derecha y a Daniel Martínez como una persona de centro-izquierda a medio camino entre el nacionalismo y posturas globalistas.

El artículo dice que su electorado está compuesto por votantes “centristas” e integrantes de “izquierda frustrados” con el Frente Amplio después de 14 años de gobierno. “Como tecnócrata el camino de Talvi hacia la victoria radica en ganar el apoyo de los votantes del Frente Amplio desilusionados con la respuesta de la coalición gobernante al aumento de la delincuencia, entre otros temas”, agrega.

La publicación señala que su “mayor ventaja” también es su “debilidad” ya que no tiene el reconocimiento o la base de Lacalle Pou o Martínez.

En el comando también trabajan con un informe de la consultora Opción, publicado en Búsqueda, que muestra que sus electores son principalmente montevideanos (43%), con educación terciaria (48%), y que la mitad se considera de centro, mientras que solo 9% dice ser de derecha.

El perfil contrasta con los apoyos que cosechó Sanguinetti, ya que según datos de Equipos y la Corte Electoral, la mayoría de los votos al dos veces presidente provinieron de personas del interior con menor nivel educativo. “Pocas veces he visto un contraste tan fuerte como en este caso", dijo el sociólogo Ignacio Zuasnabar al presentar los datos en Canal 10.

Por más que Sanguinetti advirtió que la candidatura de Manini Ríos le había provocado una “fuga de votos”, Talvi no cree que siga aumentando de cara a octubre, ya que está seguro que el “sanguinettismo” cooperará y buscará retenerlos.

La deuda por la torta frita
Talvi suele recurrir a una anécdota de campaña para explicar la construcción “silenciosa” de la relación con los líderes del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, y el del Partido Independiente, Pablo Mieres, a quienes ve como posibles socios en una coalición.
En una recorrida de campaña, una tarde de lluvia en Mercedes, el ahora candidato colorado pasó por un local del sector Todos de Luis Lacalle Pou e ingresó a saludar. Los militantes blancos lo recibieron con torta fritas y él aceptó posar para una foto, que horas más tarde le envió a Lacalle Pou. “En la coalición, los colorados comienzan debiendo una torta frita”, le contestó el líder nacionalista.

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