Según el acuerdo, Bolivia pagará a Petrobras 112 millones de dólares, en dos cuotas, una a la firma del contrato y otra dos meses después.
La refinería Elder recibirá una inyección de 3 millones de dólares para mejorar su capacidad de producción de diésel y cesar sus importaciones de Argentina y Venezuela, según el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
Para el economista Roberto Laserna, investigador del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), la operación es positiva pero alertó sobre la necesidad de mantener operativas las refinerías.
"En cuanto al manejo, va a depender de la capacidad que tenga de mantener al personal ejecutivo, técnico y de trabajadores dentro de la empresa", agregó.
Fuentes oficiales dijeron a la AFP que se busca un mecanismo que permita mantener los salarios elevados que se estaban pagando hasta ahora a los trabajadores de las refinerías.
Petrobras informó que el precio acordado con la estatal boliviana YPFB fue calculado "con base en el movimiento de caja futuro, por una institución financiera internacional independiente", y desmintió que se hayan barajado cifras superiores.La prensa criticó el acuerdo, o lo justificó por razones políticas.
Felipe Cunha, del Banco Brascan, dijo a Estado que Brasil ha perdido tres veces frente a Bolivia: por los mayores impuestos en la nacionalización, por un aumento en el precio del gas y ahora por la venta de las refinerías.
Cumplido su objetivo de recuperar las refinerías, el gobierno comenzará a negociar la semana venidera el control de otras empresas en las que los capitales extranjeros poseen mayoría accionaria.
(AFP)