El ejército de Ucrania afirma haber repelido en las últimas horas a los rusos de una distancia de "entre 3 y 8 kilómetros" de la orilla izquierda del río Dniéper, zona ocupada por Moscú, la primera estimación oficial de su avance en la región tras meses de una infructuosa contraofensiva.
"Las cifras preliminares van de 3 a 8 kilómetros, en función de las particularidades, la geografía y la topografía de la orilla izquierda", indicó la portavoz del ejército, Natalia Gumeniuk, en declaraciones realizadas a la televisión estatal ucraniana.
Según los analistas, de confirmarse el avance, sería el mayor del ejército ucraniano frente al ruso desde la liberación el 11 de noviembre del año pasado de la ciudad de Jersón, en el sur del país, zona en la que ambos bandos se bombardean casi a diario con fuego de artillería y drones.
Desde entonces, el único hecho relevante desde el punto de vista militar lo constituyó el ataque de Moscú del 6 de junio último que destruyó parcialmente la represa de Kajovka, ubicada río arriba de Jersón y que causó inundaciones de una gran amplitud en ambas orillas del Diniéper, que sigue siendo una barrera difícil de franquear para ambos ejércitos.
Ya en el otoño boreal, las fuerzas ucranianas parecieron haber logrado asegurar varias cabeceras de puente sobre la orilla izquierda, y aunque las tropas rusas no parecen hasta el momento capaces de hacerlas retroceder, los observadores dudan si las avanzadas de Kiev son lo suficientemente sólidas como para lanzar ataques más profundos y ambiciosos.
Gumeniuk no precisó si las fuerzas ucranianas controlan completamente la zona de la región meridional de Jersón, o si el ejército ruso se había retirado ante el empuje ucraniano. "El enemigo sigue disparando con artillería contra la orilla derecha", se limitó a señalar la portavoz, quien estimó en "decenas de miles" el número de soldados rusos en la zona.
Kiev lanzó en junio, con el apoyo armamentístico de sus aliados occidentales, una esperada contraofensiva frente a las tropas rusas, operación que no dio el resultado esperado y se tradujo en la toma por el ejército ucraniano de apenas algunas localidades en el sur y el este.
El viernes, sin embargo, Kiev dijo haber afianzado posiciones en la orilla izquierda del río, y reportó "intensos combates" y una "fuerte resistencia" rusa de ese lado del frente, situación que no fue comentada por Moscú.
El anterior éxito relevante reivindicado por Ucrania en su contraofensiva había sido la liberación del pueblo de Robotyne, en agosto, en la región meridional de Zaporiyia. Kiev esperaba a partir de ahí poder romper las líneas rusas y liberar más zonas ocupadas, pero se topó con la potencia de fuego rusa y sus sólidas defensas.
Según los observadores, la toma de posiciones en profundidad en la orilla izquierda del Dniéper podría propiciar una operación ucraniana más importante en el sur, aunque para ello Kiev debería ser capaz de desplegar un gran número de soldados, vehículos y equipamientos en una zona difícil, caracterizada por contar con muchas marismas y arenales.
En paralelo, los ataques con drones explosivos, una constante en la guerra entre Ucrania y Rusia, prosiguieron en los últimos días. En la madrugada de este domingo, tanto Kiev como Moscú fueron blanco de ataques, sin que se produjeran víctimas, según informaron las autoridades de ambos países.
Horas antes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, había reiterado su temor de que Rusia incrementara los bombardeos contra el sistema energético con el objetivo de paralizar el suministro de calefacción y electricidad, como ya ocurriera hace un año. "Cuanto más nos acercamos del invierno, más intentarán fortalecer sus ataques", alertó el mandatario.
Por lo pronto, y en el contexto de una guerra estancada que ocasionó miles de víctimas y enormes daños en la infraestructura, ambos países anunciaron que ampliarán sus gastos en defensa.
Según informó el Ministerio de Finanzas de Ucrania, el presupuesto total para 2024 contempla recursos por un total de unos US$ 93.000 millones y el país requerirá aproximadamente unos US$ 41.000 millones en ayuda externa para mantener a flote su economía, que depende en gran medida del apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus aliados occidentales, principalmente Estados Unidos.
La cartera especificó que el financiamiento externo para cubrir el gasto corriente es más o menos la misma cifra que solicitó Kiev en 2023 al FMI. "Las prioridades del presupuesto estatal son claras. Fortalecer las capacidades de defensa, proteger a la población, apoyar los veteranos, aumentar los estándares sociales y la recuperación económica", indicó Finanzas.
Por su parte, Rusia también prevé incrementar su partida de defensa en 2024. Según un documento del Ministerio de Finanzas, los gastos de defensa aumentarán un 68% en 2024 con respecto a 2023, alcanzando los 10,8 billones de rublos, unos US$ 115.000 millones, monto que representa alrededor del 30% de los gastos federales y el 6% del Producto Bruto Interno (PBI), algo inédito en la historia moderna de Rusia.
(Con información de AFP)