Los profesionales del agro que deciden irse al exterior

Ante la falta de oportunidades y una coyuntura adversa, cada vez más jóvenes profesionales del agro uruguayo arman las valijas en busca de nuevas experiencias

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01 de diciembre de 2018 a las 22:37

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La oportunidad de vivir en otra cultura, con otro idioma, una calidad de vida distinta, pero sobre todo tener la oportunidad de trabajar en distintos sistemas de producción agropecuarios en Australia –un país que pisa fuerte en el contexto mundial– son algunos de los motivos que están movilizando a emigrar a uruguayos jóvenes vinculados con el agro.
Los datos de la encuesta Latinobarómetro arrojan que este año el 29% de los uruguayos consideró irse del país. La cifra es mayor a la de 2002, cuando el país atravesaba su peor crisis económica. Quienes más optan por hacer las valijas son los jóvenes de clase media y alta.

La imposibilidad de independizarse manteniendo el nivel de vida que tienen en la casa de sus padres, algo que se da por la combinación del alto costo de vida y los bajos salarios, completan las principales causantes de las partidas.

Al otro lado del mundo

José Luis Del Pino tiene 27 años y es oriundo de Sosa Días, localidad de Canelones. Es productor rural, dedicado a la chacra y a la horticultura, y además estudió en la Facultad de Agronomía de la Udelar. 

“Hace un par de años me empezó a ir mal en la chacra. En la facultad tampoco me iba muy bien. Decidí dejar de estudiar y ponerme a trabajar, pero para seguir siendo productor por mi propia cuenta –como hice siempre– necesitaba bastante plata. Entonces, salí a buscar trabajo por fuera. Estuve dos meses y medio buscando en cualquier tipo de rubro, sin nada específico, y no conseguí nada. Solamente alguna changa de vez en cuando, pero quería un trabajo fijo. Fue ahí cuando se me presentó la posibilidad de venirme para Australia”, relató a El Observador vía WhatsApp desde Pingrup, un pueblo ubicado al suroeste del país.

Del Pino vive en el exterior desde el 14 de setiembre pasado. Se decidió por este destino porque muchos de sus amigos estaban allá y lo alentaron para que fuera con ellos. “Me dijeron que había mucha oferta de trabajo y me prometieron que me iban a ayudar con el idioma. Básicamente fue por eso la elección”, explicó.

Los jóvenes buscan una experiencia nueva y Australia está lleno de oportunidades de trabajo en diferentes lugares y rubros: trabajando de mozos, limpiando barcos, en la construcción, en pequeñas fábricas o en el campo. “La mayoría de las personas que conozco son profesionales, agrónomos y algún veterinario. Antes de recibirse ya tienen planeado venirse para Australia un tiempo, seis meses, un año o más. Otros que están estudiando hacen una pausa, están un semestre y vuelven. Eso se va transmitiendo”, indicó.

El uruguayo recordó que los amigos suyos que se iban, si dejaban un trabajo, enseguida conseguían otro. “Me contaban la forma de vivir, que se ganaba bien. Además de que te abre la cabeza, venimos a hacer un poco de plata para volvernos con unos pesos. Venimos a esperar a que remonte un poco Uruguay. Nos vamos con la idea de que a la vuelta tal vez esté un poco mejor y podamos conseguir un trabajo”, explicó. 

Del Pino dijo que en su caso el viaje fue, más que nada, para juntar dinero y adquirir conocimiento, vivir una experiencia. “De no haberme ido de Uruguay estaría trabajando de camionero, que fue lo que me ofrecieron antes de venirme. Para mí es un viaje de trabajo y aprendizaje totalmente. Disfruto lo que hago, pero no vengo a disfrutar de Australia”, finalizó.

Pero, ¿es tan sencillo viajar a Australia y trabajar? ¿En calidad de qué ingresan estos uruguayos al país? ¿Es legal? Son muchas las preguntas que puede llegar a hacerse un interesado en mudarse al gigante de Oceanía. Intentar ingresar al país como un simple turista y luego trabajar sin documentos no solo no es recomendable, sino que además es muy difícil. La oficina de migraciones de Australia se ha puesto muy severa en los últimos años con quienes solicitan una visa de turista, y se asegura que quienes la solicitan no tengan otra intención de fondo. Sin embargo, obtener una visa que permita trabajar no es tan complicado. En esencia, las dos opciones más utilizadas por los uruguayos son la visa Work & Holiday (“trabajo y vacaciones”) o con una visa de estudio, que permite tener un empleo. Además, la legislación australiana premia a los inmigrantes que trabajen en el campo con una ampliación del tiempo en que se pueden quedar en el país.  

Una vez allá,lo más fácil para los uruguayos es encontrar un empleo por hora, con mínimos salariales estipulados por ley. El laudo de la mano de obra menos calificada o con menos experiencia es de 19 dólares australianos (unos US$ 14); si el pago es en base semanal, el salario ronda los 720 dólares australianos (unos US$ 526). El costo de vida, de todas formas, es mucho más alto que en Uruguay.

Otra experiencia

Ramiro García Pintos tiene 26 años y desde hace poco más de dos años es ingeniero agrónomo. Desde marzo de 2017 vive en Australia, pero sus raíces están en Reboledo (departamento de Florida).  En diálogo con El Observador relató que la idea de probar suerte en el exterior surgió a raíz de la partida en octubre de 2016 de su primo, con quien cursaron gran parte de la universidad. “Los porqué del viaje son varios, pero sobresalen la situación económica y social del país, así como mi gran descontento y con el gobierno”, dijo.

De todas formas, García Pintos indicó que siempre tuvo la certeza de que volverá a Uruguay. La explicación de esta corriente migratoria, a su criterio, es multicausal. Describió que “una problemática común” de cierto estrato de jóvenes de Uruguay es poder independizarse, poder comprar un vehículo propio y, sobre todo, poder pagar el alquiler de una vivienda o incluso poder comprar una. “Son aspectos por demás preocupantes en nuestra franja social. La falta de oportunidades en ciertos rubros alientan a buscar oportunidades en otros países”, explicó. 

La estadía

García Pintos comenzó trabajando en las inmediaciones de Roma (un pueblito al este de Australia) en un establecimiento de unas 2 mil hectáreas con recría/invernada rápida de novillos; duró un mes y medio. Los siguientes cinco meses y medio trabajó en el norte, cerca de las localidades de Mataranka y Daly Waters, en dos estaciones ganaderas de 50 mil y 80 mil hectáreas, respectivamente, arrendadas a grupos de aborígenes. En esas tierras se desarrolla la cría en su máxima extensividad y brindan el servicio de captura de ganado salvaje, en su mayoría toros que tienen como destino la exportación en pie.

También trabajó en sistemas estabulados de producción porcina, y como ayudante de cocina y mozo. “Y durante dos anecdóticos días conduje una caravana de camellos que pasean turistas por la playa”, contó.

Ahora trabaja en la zafra de cosecha de trigo, cebada y lupino, además de la producción de fardos, al suroeste de Australia. 
“Venir es una experiencia de trabajo en la que me llevo no tantos conocimientos productivos, pero sí implicados en el sistema de producción. Tuve la oportunidad de trabajar en sistemas de baja disponibilidad de recursos y me llevo las distintas formas de administrarlos. Poder entender cómo piensa y ejecuta cada uno de los patrones en sistemas distintos”, dijo García Pintos.
Para este uruguayo, la brecha salarial entre Australia y Uruguay “es abismal”, aunque no son comparables de forma directa por particularidades de sus economías y contextos socioculturales. Australia es un país desarrollado, con un peso tributario elevado. Pero la mano de obra joven y temporaria que llega al país con una visa Work & Holiday paga impuestos por apenas 15% del salario.

Otra perspectiva

García Pintos comentó que la perspectiva con la que veía a Uruguay antes de viajar cambió. Aseguró que la distancia le dio otra óptica y el conocer países en extremos opuestos en cuanto a calidad de vida, oportunidades de crecimiento y desarrollo personal y profesional, le hizo valorar en mayor medida ciertos aspectos. 

“Uruguay es por excelencia un productor de materias primas y lo hace de manera eficiente y responsable, pero por sobre todo tiene una gran materia prima, que es su gente”, dijo.
A las próximas generaciones aconsejaría no dejar pasar las oportunidades que se presentan, pero por sobre todo cree que hay que generarse esas alternativas. 
“Los visados de trabajo temporario y de estudio son una gran oportunidad. No estoy alentando a dejar de manera permanente nuestro país porque de esa manera se agudizaría la fuga de mano de obra capacitada, que tiene un enorme impacto en la economía y en la sociedad”, finalizó. 

Condiciones de la visa temporaria
La visa Work & Holiday está destinada a personas de entre 18 y 30 años inclusive y permite vivir en Australia durante 12 meses. Para uruguayos existe un cupo de 200 visas cada año, y los interesados se deben inscribir online. Los postulantes deben tener un nivel de inglés “funcional” y haber completado estudios terciarios o al menos dos años de estudios universitarios de grado.
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