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Uruguay aprovecha un hueco en la oferta mundial de carne vacuna

Argentina, Australia y Brasil tienen dificultades para abastecer con carne vacuna del mejor modo a sus clientes y eso establece, al menos a corto plazo, un beneficio para las colocaciones de Uruguay

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23 de julio de 2021 a las 12:00

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Mientras Uruguay sigue apretando el acelerador y faenando todo cuanto es posible para captar los altos precios internacionales, los ganaderos de los países competidores quieren, pero por distintas razones, no pueden.

De modo que por un buen tiempo, al menos hasta el año próximo, estas altas cotizaciones parecen en vías de permanecer.

En efecto, el último reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre la situación internacional del mercado cárnico ratificó el agudo faltante de oferta exportadora en los tres competidores principales de Uruguay: Brasil, Australia y Argentina, y en consecuencia corrigió a la baja la producción mundial para este año.

La caída en la producción mundial de carne vacuna para 2021 se revisa un 1% por debajo del pronóstico de abril, a 60,8 millones de toneladas, como consecuencia de las caídas en Argentina, Australia y Brasil. Argentina no por su balance de oferta y demanda, sino por las medidas del gobierno que limitan la exportación.

Un 1% puede parecer poco, pero es un volumen importante particularmente por provenir de los exportadores en un contexto de tan fuerte demanda de China.

Tal vez el dato más impactante es la proyección de la producción de Australia, que caería a un mínimo de 23 años debido a la reconstrucción de su rebaño tras la prolongada sequía que finalizó un año atrás.

Pero en este caso también incide el distanciamiento político con China para favorecer a Uruguay en el principal mercado importador.

La producción australiana cae por debajo de los dos millones de toneladas, a 1,95 millones, 175 mil menos que en 2020 y 500 mil menos que en 2019, cuando la sequía presionaba a la faena.

En Brasil, la débil demanda interna y los altos costos de producción han reducido los márgenes de la industria, lo que se espera que resulte en menores incentivos para faenar ganado durante el año. Vale apuntar la fuerte escasez de maíz que dificulta el engorde del ganado.

Es muy fuerte la corrección en la proyección de la producción brasileña, que se esperaba creciendo y se ubicaba en 10,1 millones de toneladas y fue llevada a 9,55 millones, frente a 10,1 milllones de 2020.

En el caso de Argentina, la causa no es ni el clima ni un faltante de grano. Es la decisión del gobierno que limita las ventas. La producción se proyecta en 3,03 millones desde 3,17 millones del año pasado. Pero eso le quita a Argentina 140 mil toneladas respecto a las exportaciones de 2020, que habían sido 820 mil toneladas y pasarían a 680 mil.

Las exportaciones mundiales de carne vacuna para 2021 fue reducida un 3% a 10,8 millones de toneladas, ya que el descenso de Argentina, Australia y Brasil  supera las ganancias en Estados Unidos, Canadá, Uruguay y Nueva Zelanda.

Las importaciones bajarían 1%. La restricción en la oferta lleva a una leve reducción de las importaciones a pesar de que en Asia se mantienen a gran ritmo. Pero el informe redujo la proyección de importación de carne vacuna de China respecto a la proyección previa, aunque sigue bien por encima a las del año pasado. En lugar de 3,1 millones de toneladas que se esperaban en la proyección de abril, ahora se esperan 3 millones de toneladas importadas. Un crecimiento significativo respecto a los 2,78 millones importadas en 2020, pero una moderación en el crecimiento, factiblemente por la recuperación de la producción de carne de cerdo, que supera las previsiones anteriores.

China, principal productor y consumidor de carne de cerdo del mundo, venía de generar 54 millones de toneladas establemente en 2017 y 2018. Esa producción cayó a 42 millones en 2019 y a 36 millones en 2020. En 2021 se recuperaría a 44 millones de toneladas, muy superior a las 40 millones que se proyectaban en abril.

Sin embargo en estos días han vuelto a ocurrir casos de fiebre porcina, lo que tiene impacto no tanto por las muertes que causa la enfermedad en sí, sino por las precauciones que toman los productores a la hora de poner hembras en cria en zonas de riesgo.

Es factible que si China logra consolidar una recuperación de la producción interna de carne de cerdo, el crecimiento tan explosivo de las importaciones de carne en general y carne vacuna en particular se estabilice poco arriba de los actuales niveles de tres millones de toneladas por año.

En consecuencia, la proyección de producción de carne de cerdo, a diferencia de la carne vacuna, es creciente. La producción mundial de carne de cerdo para 2021 se revisó casi un 4% desde abril a 105,1 millones de toneladas principalmente por una mayor producción en China. Desde inicios de 2021, la matanza de cerdos en China ha sido fuerte y el peso de las canales más alto.

En síntesis, los tres competidores de Uruguay tienen 510 mil toneladas menos para ofrecer por un descenso de 140 mil en las exportaciones de Argentina y Australia y 170 mil menos de Brasil. Ante eso Uruguay puede aumentar tranquilamente su oferta.

Australia demorará en recuperarse, pero competirá fuerte en 2023.

Por su cercanía con China, es un competidor fundamental para Uruguay en Asia. Allí queda un año y medio de oportunidad por la poca oferta local. Pero la actual retención se convertirá en más competencia. En 2021 se espera que el rebaño crezca 5% a 25,9 millones de cabezas, cerca de su tamaño en 2019 antes del último año de la liquidación inducida por la sequía. Este aumento sigue a la caída a su número más bajo en 25 años en 2020, cuando alcanzó los 24,6 millones. El aumento del 5% que se prevé para 2021 se basa en las proyección de Meat and Livestock Australia. Mientras permanece La Niña o una situación neutral cercana a la Niña, las lluvias son favorables en Australia y de esa manera la oferta de hembras es muy baja ya que, como sucede en Uruguay, los precios en Australia son muy favorables, para algunas categorías los mayores de la historia.

Y eso a pesar de que las ventas a China han caído marcadamente. El mercado de China representaba 30% de las ventas de Australia dos años atrás y a partir de la situación de conflicto han bajado a 15% del total en el presente.

Con una fuerte retención, factiblemente una recuperación de la producción agrícola en Brasil que permita acelerar el engorde y tal vez una reapertura de las exportaciones de Argentina, en el segundo semestre de 2022 puede empezar una lógica de mayor competencia entre los exportadores. Pero para eso falta mucho.

Mientras, la ganadería uruguaya disfruta de uno de los mejores momentos de su historia, eludiendo a sus competidores rengos.

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El mercado mundial sigue ávido de carne vacuna.

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