Uruguay tiene un plan

El presidente perpetuo del imperio ruso dará el lunes 9 de mayo un discurso en el que probablemente volverá a amenazar al mundo entero con disparar bombas atómicas aquí y allá, como un niño malcriado que agrede y luego intenta romper todo lo que esté a su alcance.

La guerra es para la incipiente articulación global de esfuerzos para frenar el calentamiento un duro revés. Los niños que nacen hoy ¿qué mundo tendrán cuando lleguen a la mayoría de edad? Las Naciones Unidas pueden plantearnos ambiciosos objetivos de Desarrollo Sostenible, pero no tienen poder disuasorio para frenar el empuje bélico de un autócrata.

Muchos nos ilusionamos en la última década del siglo pasado con que la globalización e Internet significaría una era de acuerdos, la instauración de la democracia parlamentaria globalmente, la integración regional como paso intermedio hacia una integración global.

Cayó el muro de Berlín y lo celebramos con el profético The Wall de Pink Floyd. Imaginamos la paz. Palestinos e israelíes firmaban en 1993 los acuerdos de paz de Oslo y los jóvenes estudiantes chinos iban a Tianan Men a enfrentar los tanques pidiendo libertad.

Pero un oscuro agente de la KGB se abrió paso entre la burocracia rusa, Isaac Rabin fue asesinado, los fundamentalistas palestinos asesinaron cuantos israelíes pudieron y el partido comunista china cerró con siete llaves cualquier atisbo de prensa libre o justicia independiente.

Internet se llenó de equipos de robots puestos a diseminar noticias falsas y odio en frases de pocos caracteres. La Amazonia se siguió talando como siempre y más, y los esfuerzos por detener el deterioro de la Naturaleza no pasaron de muchas reuniones y pocas resoluciones.

Uruguay no podrá por su escaso tamaño revertir los graves problemas de cambio climático o de colapso de biodiversidad, de faltante de fertilizantes e inseguridad alimentaria de los 8 mil millones de habitantes del mundo. 

Tampoco podrá por si solo revertir la lógica de una parte muy grande de la humanidad que sigue como miles de años atrás apostando a la violencia primitiva y tribal con armas de destrucción masiva.  Tampoco podrá instaurar la paz mundial, que algunos pensadores como Steven Pinker veían cercana pocos años atrás.

Pero si puede ser un hermoso ejemplo de diversidad política, biológica cultural, un país que captura carbono con su ganadería, su agricultura, su forestación y su actividad granjera, que tiene aguas cada vez más limpias, que tiene clara su estrategia que involucra a las energías limpias, el transporte racional, los textiles que ya se exportan con múltiples certificaciones, la tala cero de monte nativo, la trazabilidad, la agricultura cuidadosa del suelo, la pesca del pacto Oceánico, el trabajo de mediciones que llevan adelante Fucrea, el Plan Agropecuario y otras instituciones.

Y también es un país capaz de acordar entre instituciones y personas que piensan muy diferente una ley que declare de interés general a la Agroecología y luego elaborar un plan también consensuado entre quienes piensan distinto, que sea una pista de aterrizaje para lo que el legislador pautó.

Los consensos logrados nos permiten soñar, a partir de hoy empieza una nueva etapa de hacer esos sueños una realidad para todos y todas, contamos con ustedes. Estos pequeños pasos pueden servir para invitar a todos los productores a pensar la posibilidad de iniciar una transiciones de este tipo. 

Una invitación a los agricultores que están logrando muy buenas cosechas en el este y en el oeste, a los ganaderos que están llevando la producción uruguaya a volúmenes y valores nunca alcanzados antes con una calidad cada vez más reconocida, a los productores laneros que enfrentan las dificultades de mercado certificando las cualidades ambientales de esa fibra natural y compostable a los horticultores y fruticultores que permiten que todos los días se despliegue una red vibrante de ferias donde la población cuenta a un precio accesible con una variedad importante de frutas, verduras, legumbres y plantines a avanzar por este camino.

Un camino que ya recorren viticultores y olivicultores, productores de Cannabis y de arándanos, Citricultores y avicultores que exploran la diferenciación de carne y huevos de pasto y animales libres.

Uruguay puede trazar y puede medir y puede prometer creíblemente que esto será una política de Estado que persistirá con alternancia de partidos en el poder, gane quien gane.

Puede ser cada vez más un gran centro de innovación y Startups, de energías renovables, de transporte eléctrico o en bicicleta. Exportador de hidrógeno verde o de energía eléctrica limpia, de software y de un conjunto de productos que directa o indirectamente se relacionan con regenerar este pequeño planeta tan dañado.

Pero puede ser un gran laboratorio y vidriera de soluciones que es apliquen a lo largo y ancho del mundo y que contribuyen a que nuestros hijos y nietos puedan tener un futuro. 

En un mundo cada vez más oscuro Uruguay prendió este jueves una lucecita de esperanza presentando su primer Plan de Agroecología con presencia de representantes de todos los partidos políticos, de personalidades del exterior, de productores de distintos rubros que llevaron sus frutas y verduras. Uruguay desde la diversidad tiene un plan que es parte de una vertiente de proyectos y realidades bien orientados.

El mundo no tiene mucho para celebrar, pero muchos uruguayos si pueden con el bajo perfil uruguayo darse el gusto de una pequeña celebración de republicanismo verde.