Los
bonos venezolanos se desplomaron este viernes en los
mercados internacionales luego que el gobierno anunció una reestructuración de
deuda y convocó a los acreedores a una reunión en Caracas el miércoles 13 de este mes para iniciar el proceso.
El papel soberano al 2027, el marcador del mercado, perdió 8,6 puntos; mientras que el bono de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con vencimiento en 2022, cedió 20,6 puntos, tras el anuncio del presidente Nicolás Maduro de buscar nuevas condiciones para pagar los compromisos externos.
El resto de los papeles venezolanos también bajaron, especialmente los de vencimientos menores, pese a que el gobierno de Maduro informó que inició la transferencia de US$ 1.169 millones que Pdvsa debía cancelar el jueves, sin demora, en amortización e intereses para evitar caer en incumplimiento.
"Se anuncia a toda la comunidad internacional la creación de la comisión presidencial para renegociar los términos de la deuda externa de la República y de Pdvsa", dijo el vicepresidente Tareck El Aissami, quien la preside.
El anuncio de una reestructuración sin términos claros confundió al mercado, porque se hizo al mismo tiempo en que se pagaba puntualmente el capital de un bono. Algunos pensaban que el gobierno podría estar allanando el terreno para una cesación de pagos, a pesar de que el país ha cumplido sus compromisos. Un incumplimiento podría causar una crisis de deuda soberana a una escala no vista desde la de Argentina en 2001-2002.
Venezuela y Pdvsa no enfrentan nuevos pagos de capital durante lo que resta de este año, pero deberá saldar unos US$ 800 millones por intereses de sus títulos, agendados para las próximas semanas de noviembre y diciembre. Para el año próximo, su servicio de deuda alcanza unos US$ 9.000 millones.