El historiador Niall Ferguson, especializado en cuestiones de economía y finanzas globales y académico senior de la Institución Hoover en Stanford y del Centro Belfer de Harvard, advirtió sobre los crecientes riesgos que enfrenta la economía estadounidense y alertó que el récord histórico del oro y el auge de Bitcoin están evidenciando el temor de los inversores a un posible retorno de la estanflación de los años 70. En una entrevista para el podcast Master Investor, Ferguson analizó desde la deuda pública de Estados Unidos hasta el ascenso de China, pasando por las implicancias de los aranceles de Trump y la guerra en Ucrania. El historiador, que hace poco estuvo en Argentina y entrevistó al presidente Javier Milei, viene alertando sobre la deuda federal estadounidense desde hace más de 20 años.
Ferguson, autor de 16 libros aclamados incluyendo The Ascent of Money, Empire y la biografía de Henry Kissinger (cuya segunda parte aún está escribiendo), se refirió al agudo problema que implica el déficit fiscal estadounidense. "Estados Unidos ha estado ejecutando una política fiscal insostenible durante todo este siglo", afirmó. El historiador señaló que la deuda en relación al PBI alcanzó el 100% —el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial— y que por primera vez en la historia moderna, el país gasta más en intereses de la deuda que en defensa. "Tengo una regla que establece que si una gran potencia gasta más en pagos de intereses que en defensa, probablemente no seguirá siendo grande por mucho más tiempo", advirtió.
A esta situación se suman dos shocks económicos que Ferguson considera cruciales: la detención completa de la inmigración (legal e ilegal) bajo Trump, que resultará en migración neta cero en 2025, y la imposición de aranceles que llevaron las tasas promedio a niveles de la década de 1930. "Nunca pensé que me encontraría usando palabras como esas en los años '20 del siglo XXI, pero aquí estamos", lamentó el historiador, quien considera que estos shocks "tenderán a desacelerar el crecimiento y potencialmente también a mantener las tasas de interés elevadas incluso cuando la Fed esté recortando".
Oro y Bitcoin: refugio ante dos escenarios posibles
El analista destacó que el oro alcanzó máximos históricos este año, con un incremento del 47% en lo que va de 2025, tras haber subido un 25% en 2024. Paralelamente, el dólar cayó entre 8% y 9% desde que asumió Trump. "El hecho de que el oro haya alcanzado récords históricos este año te está diciendo algo importante sobre cómo al menos algunos inversores están pensando sobre el mundo", explicó Ferguson.
Según el historiador, existen dos escenarios posibles para la economía estadounidense en los próximos años, y tanto el oro como Bitcoin funcionan como protección en ambos casos. El escenario de pesadilla sería "una repetición de los años '70" con estanflación: inflación elevada combinada con estancamiento económico. "Ha pasado mucho tiempo desde que tuvimos un período de debilidad sostenida del dólar. Si eso es lo que viene, entonces creo que los inversores inteligentes quieren tener oro para protegerse del escenario de pesadilla, que es una repetición de los años '70", advirtió.
De todos modos, Ferguson tampoco descarta la posibilidad de que se dé un escenario más benigno, que es el que busca el secretario del Tesoro, Scott Bessent: una repetición no de los años '70, sino de los reaganianos '80, con "un debilitamiento significativo del dólar". No obstante lo cual los mercados despegaron, la inflación no se disparó y "fue un momento extremadamente bueno" para la economía estadounidense. "Lo que el secretario Bessent quiere es ver un período de debilidad del dólar, pero sin inflación elevada sino con crecimiento creciente e inflación relativamente baja", detalló.
La estrategia de Bessent, según Ferguson, es "hacer que los tenedores extranjeros de bonos paguen" mediante la depreciación del dólar, siguiendo las ideas del economista Stephen Miran, ahora en la Reserva Federal, quien planteó esta posibilidad antes de unirse a la administración Trump en lo que se conoció como la narrativa del "Acuerdo de Mar-a-Lago".
Respecto a Bitcoin, Ferguson reafirmó una tesis que planteó en 2018: "Deberíamos pensar en Bitcoin como una opción sobre el oro digital". En ese momento, recomendó que los millonarios destinaran el 1% de su patrimonio a la criptomoneda, cuando cotizaba alrededor de 15.000 dólares. Si aumentaban esa tenencia al 2%, el precio debería llegar a unos 70.000 dólares. Hoy, con Bitcoin superando los 100.000 dólares, considera que "ha adquirido un estatus comparable al oro" como activo descorrelacionado del resto del portafolio. "Si sos un inversor inteligente en los últimos cinco años, deberías tener tanto Bitcoin como oro para protegerte contra la probabilidad del escenario de pesadilla que aventuro", resumió.
La nueva Edad Dorada y el riesgo del boom de IA
Esta dinámica de búsqueda de refugio en activos alternativos cobra particular relevancia en este contexto que Ferguson caracteriza —siguiendo a la popular serie histórica de plataformas— como una nueva Gilded Age (Edad Dorada), comparable a la de finales del siglo XIX en Estados Unidos, pero esta vez impulsada por el masivo boom de inversión en inteligencia artificial.
Los centros de datos representan "una enorme proporción de la inversión en Estados Unidos ahora mismo", similar a como los ferrocarriles dominaron la inversión en la década de 1890. "De hecho, empezás a pensar que sin el boom de la IA no habría realmente mucho crecimiento en Estados Unidos", observó.
Pero el historiador advirtió sobre un riesgo histórico: la crisis financiera de 1893. "Sigo preguntándome: ¿habrá un momento como 1893, un tipo de pánico cuando de repente los mercados decidan que tal vez no va a haber una olla de oro al final del arco iris de Sam Altman?", planteó. Esa "olla de oro" sería la inteligencia general artificial (AGI). "Si resulta que eso en realidad no está ahí o que los retornos de toda esta inversión van a decepcionar, entonces como mínimo creo que los mercados van a repensar seriamente sus opciones con todo este dinero gastado", advirtió.
China: superpotencia con pies de barro
El historiador reconoció que China logró convertirse en la superpotencia manufacturera global gracias al plan Made in China 2025. "China domina en tantos sectores que es realmente impresionante", admitió, mencionando vehículos eléctricos, baterías, paneles solares y robótica. El país asiático ahora produce el doble de electricidad que Estados Unidos y lidera la tecnología de drones, crucial para la guerra moderna.
Sin embargo, Ferguson identificó un problema estructural crítico: China enfrenta un colapso demográfico catastrófico. "Es razonable estimar que la población de China caerá aproximadamente a la mitad entre ahora y el fin de este siglo", proyectó. La tasa de fertilidad cayó muy por debajo del nivel de reemplazo. "Hay algo mal en la sociedad china: la gente no quiere tener hijos", reflexionó.
Además, el sector inmobiliario chino atraviesa problemas similares a los de Japón post-1989: "Los puentes a ninguna parte han sido reemplazados por torres de departamentos para nadie".
A pesar de estas advertencias, Ferguson considera que las acciones tecnológicas chinas están atractivamente valuadas y recomienda tenerlas en cartera, especialmente tras la rehabilitación de figuras como Jack Ma (el fundador del gigante del comercio Alibaba Group) y el apoyo renovado del gobierno de Xi Jinping al sector tecnológico.