Las elecciones del próximo domingo, más allá de las lecturas políticas sobre derrotas y victorias, determinan la composición del Congreso a partir del 10 de diciembre. En ese marco, y ante un escenario complejo, el Senado puede darle una buena noticia al Gobierno.
Ocho provincias eligen a sus representantes. Hay 24 bancas en juego. La Libertad Avanza (LLA) solo registra posibles ganancias, mientras que Fuerza Patria (FP) buscará defender su posición de fuerza.
La Libertad Avanza busca multiplicar su fuerza parlamentaria
La Libertad Avanza no arriesga ninguna banca en el Senado. Sus siete escaños actuales provienen de las elecciones de 2023. Para el oficialismo, todo resultado será positivo en la Cámara más hostil en sus primeros dos años de mandato. La Casa Rosada proyecta un escenario estándar de ocho nuevos senadores nacionales. Esto incluye la segura obtención de dos escaños en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y dos en Entre Ríos, además de una banca en Chaco, Neuquén, Salta y Tierra del Fuego.
Así las cosas, en el peor de los escenarios LLA tendría 15 senadores. Es decir, como mínimo duplicará su propio bloque. Es verdad que la ganancia también es a costa de sus propios aliados. Como ejemplo sirve Entre Ríos, donde el que más perderá es Juntos por el Cambio, un aliado incondicional en la Cámara alta de LLA.
Más allá de la ampliación del bloque, en principio el oficialismo quedará lejos de los 24 senadores necesarios para tener el tercio propio.
Fuerza Patria, obligada a defender 16 escaños
Fuerza Patria enfrenta la defensa de su posición como primera minoría en el Senado. El peronismo pone en juego 16 de las 24 bancas que se renuevan. A pesar de los desafíos, las cuentas provisorias indican que FP obtendría 12 de los 16 escaños que renueva, lo que implica una pérdida de cuatro bancas que afecta su gravitación, aunque mantendría su rol predominante.
En ese marco, y teniendo en cuenta que el peronismo no presenta un mismo sello en todas las provincias, será a partir del 11 de diciembre, el día después del recambio, cuando se consoliden los interbloques y el peronismo sepa con cuantas bancas cuenta. Más allá de la cuenta fina, el peronismo continuará siendo la primera minoría.
Qué se juega distrito por distrito
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: LLA apunta a las dos bancas por la mayoría. Mejoraría su posición, ya que uno de los actuales senadores que fue elegido por Juntos por el Cambio es Martín Lousteau que oficia como opositor. Fuerza Patria, por su parte, renueva la banca de la minoría con Mariano Recalde.
Entre Ríos: El oficialismo podría retener las dos bancas de sus aliados. El peronismo busca conservar la banca por la minoría.
Chaco: Escenario incierto. El peronismo quiere retener sus dos bancas. La alianza que gobierna la provincia y acompaña a LLA a nivel nacional pone un escaño en juego.
Neuquén: Una de las provincias más complicadas para el peronismo que pone en juego dos bancas y tiene serias chances de quedar fuera del reparto.
Salta: El oficialismo tiene expectativas de quedarse con las dos bancas por la mayoría y sumar un legislador más a su bloque. El peronismo que va divido a las urnas le da la posibilidad.
Santiago del Estero: No existen sorpresas. El gobernador Gerardo Zamora encabeza la oferta del Frente Cívico, integrado a FP, y ya se sabe que ganará. Este movimiento asegura que el bloque peronista renueve sus tres bancas.
Río Negro: LLA compite con baja expectativa. El escenario base establece un tercer lugar, aunque el oficialismo nacional aspira a lograr una banca. La candidata libertaria, Lorena Villaverde, enfrenta una intensa acusación mediática. El diputado Martín Soria, de Fuerza Patria, se posiciona ahora como favorito.
Tierra del Fuego: El escenario es incierto. Las dos fuerzas políticas en disputa se ven con chances de quedarse con las dos bancas que ofrece la minoría. Si gana el peronismo no cambiará la composición fueguina en el Senado. Si gana LLA, será un batacazo.
Más allá del detalle fino, está claro que el oficialismo consolidará un bloque propio con mayor volumen del actual, más allá de que lo haga también en detrimento de sus actuales aliados.