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19 de junio 2025 - 5:00hs

“Es importante que empiecen a usar ingeniería artificial”, dijo Nicolás Jodal en su exposición ante un auditorio de 400 personas en un evento convocado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE). A lo largo de su intervención, desarrolló su visión sobre cómo las organizaciones pueden adoptar esta tecnología, cómo deben prepararse los liderazgos empresariales y qué nuevos desafíos plantea la IA para la educación, la ética y el trabajo.

“Espero que al final de mi charla quede por lo menos cuál es mi opinión sobre cuál es el camino que hay que hacer para que las organizaciones adopten inteligencia artificial”, indicó.

Jodal estructuró su presentación a partir de lo que denominó tres grandes olas de transformación tecnológica. La primera fue la automatización del back office, iniciada por vendedores de empresas como IBM. “La primera ola fue automatizar back office; la segunda, darle productividad individual a las personas: bicicletas para la mente”. La tercera ola —la actual— está marcada por los modelos de lenguaje.

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Jodal señaló que muchas personas asocian inteligencia artificial con la idea de un “cerebro artificial”, pero aclaró: “No tiene nada que ver con un cerebro”.

Dijo: “No tenemos la menor idea cómo hacer el cerebro artificial de una rata. Apenas entendemos el cerebro de una mosca”.

Los modelos de lenguaje, como ChatGPT, funcionan de otra manera. “Lo que hace es calcular la probabilidad de la siguiente palabra”, indicó.

El rol de la temperatura y el origen de los textos fluidos

Según explicó, lo que convirtió a los modelos en herramientas útiles fue la decisión de no elegir siempre la opción más probable.

“Le vamos a poner temperatura a la máquina. Quiere decir que de vez en cuando no elige la más obvia", aseguró. Esa alteración generó textos más ricos y variados.

“Por primera vez en la historia de la humanidad, tenemos algo que escribe coherente y fluido en cualquiera de los idiomas que fue entrenado”.

Sin embargo, ese mismo mecanismo puede llevar a errores. Jodal relató un ejemplo: “Le preguntamos quiénes habían sido los políticos en Uruguay que habían tenido problemas con los títulos universitarios. Y esto fue lo que respondió la máquina”. Entre los nombres citados aparecieron figuras que no tenían antecedentes relacionados. “Es totalmente falso”, dijo

Jodal explicó que con la capacidad de escribir bien, "viene la capacidad de alucinar”.

Para el ingeiero, la clave está en comprender que estos modelos no están diseñados para verificar, sino para producir texto plausible.

“El secreto está en cómo preguntamos”, agregó.

IA en la educación: la verdad como nuevo objetivo

Durante la exposición, se refirió al impacto en los sistemas educativos: “Yo creo que lo que tienen que hacer las universidades —no soy experto, pero digo— es favorecer el uso de inteligencia artificial”.

Luego planteó una advertencia: “¿Quién es el gran perdedor en este caso? El gran perdedor es la verdad”.

Desarrolló esta idea con un ejemplo: “Me cuesta cada vez menos escribir, pero me cuesta cada vez más saber la verdad”.

Y propuso una nueva lógica para la evaluación académica. "Vos le pedís a alguien universitario que haga un ensayo sobre la función de Robespierre en la Revolución Francesa. El flaco escribía tres, cuatro hojas sobre el tema. Ahora eso es irrelevante porque se lo pido a ChatGPT. Entonces, ¿cómo tiene que ser el examen? El examen tiene que ser al revés. Yo le doy lo que escribió ChatGPT y la pregunta es: 'decime si esto es cierto'. Es decir, lo que importa a partir de ahora en adelante es el pensamiento crítico, no saber escribir".

Para él, el foco educativo debe cambiar: “Escribir ya no es tan relevante. Pero tener la capacidad de saber lo que es cierto y lo que no es cierto, cada vez es más relevante”.

IA, contenido audiovisual y "ayudante financiero"

Jodal también se refirió a los efectos de la IA en la producción de contenidos.

“Lo que va a pasar es parecido a lo que pasó en YouTube. Hacer una película va a ser cada vez más fácil”.

Eso, afirmó, provocará una saturación: “Vamos a tener cada vez más películas, basura”.

Y ejemplificó: “Si poca gente hacía música, teníamos a Beethoven y a Bach. Cuando cualquiera puede hacer música, tenemos la cumbia villera”. Concluyó: “Lo de calidad va a ser igual difícil de encontrar”. Límites para el uso numérico y financiero

Sobre la posibilidad de usar IA para recomendaciones de inversión, fue claro: “Yo te diría que no”. Alertó que los modelos de consumo como ChatGPT “están hechos para agradar, no para responder la verdad”.

Y agregó: “Con tal de agradarte, va a decir ‘comprá tal acción que va a andar bárbaro’. No tienen idea”.

Por eso, cuando entrena asistentes especializados, incluye una instrucción específica: “Respondeme formal, claro, y no quiero que me agrades”.

Una nueva generación de usuarios y las recomendaciones de Jodal

Jodal planteó que habrá una diferencia marcada entre quienes nacen con IA y quienes deben adaptarse.

“Los nativos de inteligencia artificial van a tener una ventaja. Van a poder hacer un montón de cosas mucho más rápido y ya lo tienen en la naturaleza”.

A modo de cierre, Jodal describió un camino escalonado para integrar la inteligencia artificial en las empresas. En primer lugar, subrayó la necesidad de comenzar con el uso personal de estas herramientas. "Empiecen cada uno a usar las herramientas de inteligencia artificial de consumidor final", dijo, instando a reemplazar Google por asistentes conversacionales como ChatGPT.

En una segunda etapa, anticipó que ese uso individual generará una demanda interna. "Después van a tener la necesidad de dentro de las organizaciones de utilizarlo de forma privada", planteó, aludiendo a versiones empresariales de los modelos de lenguaje.

Por último, propuso transformar los sistemas existentes para integrarlos con agentes de IA: "Después, hay que convertir los sistemas y trabajar con empresas que ayuden a crear agentes". Según su visión, este proceso permitirá que las organizaciones automaticen procesos complejos y optimicen el trabajo con grandes volúmenes de texto.

Antes de concluir, Jodal volvió sobre una idea que atravesó toda su intervención:

“Lo que tenemos que controlar son las alucinaciones”.

Y dejó una consigna concreta para empresarios y líderes organizacionales: “Vuelvan a sus empresas y miren dos cosas: qué datos tienen, qué texto tienen. Y miren quién está trabajando en el back office”.

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