Con el ambicioso objetivo de convertirse en un banco carbono neutral tanto a nivel de sus propias operaciones (para 2030 o antes), como a nivel de su portafolio de clientes (para 2050 o antes), el HSBC definió en 2020 varias acciones para los próximos años que implican una inversión y financiamiento de casi US$1000000 millones en sostenibilidad para 2030. Estos compromisos generaron una revolución en su modelo de negocios, donde el mayor desafío radica en apoyar a los clientes (actuales y futuros) a realizar la transición de su propio negocio, hacia una economía carbono neutral.
Hasta el momento se lleva ejecutado US$294.400 millones de la meta trazada, registrándose un crecimiento exponencial y continuo en el volumen de operaciones y cantidad de clientes involucrados. Mientras que lograron una reducción del 57,3% en el total de emisiones de gases de efecto invernadero propias respecto a 2019.
Con este escenario, a inicios de 2024 el banco publicó su primer Plan de Transición Net Zero, un hito importante en el camino para lograr el compromiso de las cero emisiones netas.
Sebastián Mauri, Sustainable Finance Leader de HSBC Uruguay explicó que este plan implica transformaciones a la interna del banco y en la forma de relacionamiento con los clientes: “hemos integrado los criterios ESG en nuestra toma de decisiones, e implementado robustos procesos de aprobación para garantizar que los recursos económicos se movilizan hacia los proyectos correctos”.
Con un enfoque centrado en aportar y liderar la transformación de los clientes, esperan poder completar la transformación del negocio propio. En ese sentido, es que profundizaron el rol que juega la institución sin limitarlo únicamente a movilizar recursos. “Procuramos aportar conocimiento a nuestros clientes; compartir experiencias y mejores prácticas implementadas en los mercados donde opera HSBC; aprovechar nuestra red internacional para llevar a cada mercado casos de éxito que se puedan replicar, tecnologías disponibles y tendencias por sector de actividad; plantearles alternativas; y así contribuir con los empresarios para recorrer este camino de transformación” ilustró Mauri.
Por otra parte, desde el banco buscan tener intercambios profundos con los clientes para dar visibilidad a los beneficios de recorrer este camino. “Hay muchos factores en juego con la sostenibilidad: 1) acceso a mercados 2) mayores precios de venta; 3) mayores o menores aranceles; 4) exigencias de clientes; 5) acceso a proveedores; 6) acceso a recursos humanos; 7) y hasta condiciones de financiamiento” ejemplificó Mauri, “en consecuencia, entendemos que la evaluación financiera debe ser más holística, y también contemplar los costos por no recorrer este camino.”
Para concretar estas transformaciones, el banco cuenta con varias herramientas y productos diseñados específicamente para eliminar la barrera financiera de la concreción de proyectos e inversiones sostenibles.
HSBC Uruguay lanzó el Programa de Financiamiento Sustentable que busca flexibilizar los tres aspectos más sensibles para el cliente. “Los estímulos de este programa se traducen en financiamiento de la totalidad de la inversión, plazos más extensos de lo habitual, menores costos financieros asociados” aclaró Mauri.
Este Programa de Financiamiento Sustentable abarca tanto proyectos ambientales como sociales, con diversas herramientas o productos, que van desde préstamos corporativos directos; productos de comercio exterior sostenibles; financiamiento de la cadena de valor sostenible y préstamos corporativos vinculados a la sostenibilidad. Este tipo de productos exige compromisos por parte del cliente, tanto en el aporte de información como en el acuerdo de indicadores, que se establecen en los contratos y determinan la hoja de ruta a transitar y controlar.
Un mercado destacado
Desde HSBC observan que el mercado uruguayo tiene varias condiciones para destacarse en las operaciones ESG. “Es un país con múltiples beneficios para realizar inversiones de largo plazo en general, pero particularmente con un ecosistema de estímulos interesantes para inversiones ESG. Según Mauri, hay políticas de país, que traspasan los gobiernos de turno, que han aportado mucho para el desarrollo de proyectos sostenibles y que permiten marcar una hoja de ruta a los agentes privados.
En este sentido, en Uruguay el banco lleva financiados proyectos sostenibles a empresas por más de 130 millones de dólares, que se dividen en más de 90 operaciones, abarcando proyectos de transporte limpio; energías renovables; eficiencia energética; agricultura sostenible; edificios verdes certificados; economía circular; tratamiento de residuos y aguas residuales; así como también incursionaron en los primeros proyectos sociales.
“Adicionalmente, hemos cumplido un rol muy relevante en la emisión del bono soberano indexado a indicadores de cambio climático emitido por el gobierno de Uruguay, el cual fue un gran hito para el país” concluyó Mauri.