Cuando una moneda despega con tanta determinación, es fácil cruzar esa frontera invisible que nos coloca del lado de la euforia. No es buen territorio para tomar decisiones.
JPMorgan es bastante moderado en sus proyecciones.
No puede evitar “entusiasmarse” y hacer notar que hacía ocho años que el euro no registraba una racha tan larga de subas mensuales.
Pero estima que no hay gran “upside” o potencial de suba desde el nivel actual, ya que lo ve en 1,20 por dólar a fin de año.
Hay otros bancos más optimistas o “bullish”. Entre los más controlados, los estrategas de Société Générale esperan que la moneda común llegue a 1,25 en el mediano plazo.
Las acciones están baratas: cotizan con un 35% de descuento
El fénomeno de migración de inversores al euro es muy visible en las Bolsas. En la primera mitad del año, las acciones europeas ganaron en promedio 16% más que las estadounidenses, una brecha jamás antes vista.
Para tener una idea, En los últimos 10 años, sólo dos veces Europa (Stoxx Europe 600) rindió más que Wall Street (S&P 500) en el primer semestre. Esto ocurrió en 2022 y en 2015 y en ambos casos fue apenas un 5% más.
Las acciones europeas están cotizando con un descuento del 35% (son más baratas), lo que hace sus valuaciones atractivas.
Además, las empresas pagan en general dividendos más generosos y el retorno de las recompras se volvió comparable al de las estadounidenses.
España y Alemania, a la cabeza en ganancias.
Si vemos las bolsas de los países, las ganancias fueron espectaculares en algunos de ellos.
España y Alemania lideraron a las economías más grandes, con subas de 20,7% y 20% pero por ejemplo, Portugal sumó 17% e Italia avanzó 16,40%.
Se quedaron muy atrás Francia (3,86%) y Reino Unido (7,2%).
Por el contrario, los inversores aprovecharon oportunidades en bolsas de países del Este, donde se vieron los resultados más impresionantes: Polonia (30%), Grecia (27%), Hungría (23,1%).
También se revirtieron los flujos a fondos en euros. Los fondos de acciones atrajeron u$s 46.000 millones en el primer semestre, según Bank of America basado en datos de EPFR Global, cuando el año pasado hubo retiros por u$s 66.000 millones.
En el caso de los fondos que invierten en bonos denominados en euros, entraron u$s 42.000 millones contra u$s 5.600 millones en el mismo período del año pasado.
Incluso, cada vez más empresas estadounidenses están fondeándose en euros, es decir, emitiendo deuda en esa moneda.
Los tres disparadores que alimentan este "momento del euro"
Como disparadores del fenómeno, podemos identificar tres motores:
1- Se espera que las políticas de Trump tengan efectos colaterales muy distintos de los buscados. Básicamente, que reduzca las ganancias de las empresas, que aumente la inflación y que amplíe el déficit fiscal.
El 9 de julio concluye la tregua de 90 días de las tarifas recíprocas con muy pocos acuerdos firmados y está la polémica “Big Beautiful Bill”, llamada así por una canción country, el proyecto de ley sobre impuestos y gastos que incrementaría en u$s 3.300 millones la deuda.
2- Por otro lado, el hecho de que Alemania abandonara más de una década de austeridad y se embarcara en un plan para endeudarse más e invertir masivamente en defensa e infraestructura generó un vuelco en la percepción del futuro del bloque.
3- Finalmente, está la política monetaria. El Banco Central Europeo (BCE) viene recortando las tasas a buen paso, mientras que la Reserva Federal (Fed) adoptó una posición mucho más moderada.
Según el mercado de futuros, el diferencial de tasas se mantendrá aproximadamente en 2%.
La expectativa, de todos modos, es que la Fed empiece a moverse más agresivamente en lo que queda del año.
El mercado descuenta 125 puntos básicos de recortes en los próximos nueve encuentros contra apenas 25 puntos básicos del BCE.
Claro esto sin considerar el escenario probable de que el jefe de la Fed se removido de su cargo antes del fin de su mandato.
Un mercado dislocado no es lo mismo que desbancar al dólar
Igual, hay que poner todo en perspectiva. Desbancar al dólar es una epopeya que está lejos del momentum que vive el euro.
Todavía casi el 60% de las reservas de los bancos centrales del mundo está en dólares (aún cuando es su nivel más bajo en 25 años). El euro representa sólo el 20%.
En Wall Street, empieza a despuntar un nuevo apetito por el sector tecnológico.
Hoy el mercado estadounidense está dominado por compañías de esta industria que valen más de u$s 2,5 billones. El mercado europeo no tiene verdaderos jugadores en ese terreno, mucho menos empresas valuadas en más de u$s 400.000 millones.
Ya por su sólo tamaño descomunal, EE.UU acapara el 70% del índice que sigue las acciones mundiales (MSCI World Index). Eso genera que fondos en todo el mundo automáticamente inviertan en el mercado porque replican en forma pasiva la composición del índice.
El mercado es muy cambiante. Las ventanas de oportunidad a veces se cierran antes de lo que uno espera. Por eso, hay que aprovecharlas.