El Parlamento de Italia dio este jueves el primer paso para convalidar un decreto-ley del Gobierno de Giorgia Meloni que limita la concesión de la nacionalidad a descendientes de italianos en el extranjero.
El texto fue aprobado en el Senado, con 81 votos a favor y 37 en contra, y ahora deberá ser validado también en la Cámara de los Diputados para culminar su trámite.
En Italia, los decreto-ley deben pasar por el Parlamento en el plazo de 60 días o expiran, por lo que se espera que esa cámara lo vote antes de mediados de julio.
El festejo del canciller Tajani: "Un vínculo verdadero con Italia"
"Este resultado es muy importante porque la medida pretende devolver dignidad y significado a un derecho que debe estar basado en un vínculo verdadero con Italia, no solo burocrático sino también cultural", declaró el ministro de Exteriores, Antonio Tajani.
El 28 de marzo el Gobierno italiano aprobó este proyecto de ley, propuesto por Tajani, que limita la concesión de la nacionalidad a los descendientes de italianos en el extranjero para contener su comercialización y el aumento de las solicitudes, especialmente desde Sudamérica.
Italia concede su nacionalidad siguiendo, entre otros, el principio de 'Ius Sanguinis', es decir, por descendencia o filiación, lo que hizo que muchas personas extranjeras pero descendientes de antiguos emigrantes italianos pudieran reclamado.
Más de dos millones de italianos que son de Sudamérica
Al anunciar los cambios, Tajani explicó que los italianos en el extranjero crecieron un 40 % en la última década, pasando de los 4,6 millones a los 6,4 millones, especialmente en Sudamérica, donde en los últimos 20 años pasaron de ser 800.000 a superar los dos millones.
En el caso de Argentina se pasó de reconocer 20.000 casos de nacionalidad italiana en 2023 a 30.000 en 2024; en Brasil, de 14.000 en 2022 a 20.000 el pasado año; y en Venezuela había casi 8.000 en 2023.
El Gobierno italiano tomó las riendas de un asunto delicado que tiene impacto político, y decidió combatir este fenómeno poniendo algunos límites a la solicitud de nacionalidad.
Qué dice la nueva legislación que aún debe sancionar Diputados
La nueva legislación prevé que los descendientes de italianos nacidos en el extranjero solo recibirán la nacionalidad automática durante dos generaciones: es decir, si al menos un progenitor o un abuelo nacieron en Italia.
Pero ya no podrán hacerlo si quién nació en ese país es un bisabuelo o de generaciones anteriores, un límite importante para pedir la ciudadanía.
Asimismo, impone a los italianos nacidos y residentes en el extranjero mantener vínculos reales con el país europeo, ejerciendo sus derechos y deberes al menos una vez cada veinticinco años.
La tercera fase de esta reforma obligará a los interesados en obtener la nacionalidad a presentar su solicitud ante un ente del Ministerio de Exteriores y ya no podrán hacerlo en los consulados, sobrepasados en los últimos años por estos trámites.