El escándalo sexual que involucra al príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, vuelve a generar repercusiones políticas en el Reino Unido luego de que legisladores británicos estén evaluando abrir un debate parlamentario sobre su conducta, su título de duque de York y su permanencia en Royal Lodge, la mansión donde reside desde hace más de veinte años, según informó el Sunday Times.
El príncipe, relacionado con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein, enfrenta críticas por vivir prácticamente sin pagar alquiler en una propiedad de 30 habitaciones ubicada en Windsor, que perteneció a la reina madre Isabel.
Iniciativa liberal demócrata para tratar el caso en los Comunes
El Partido Liberal Demócrata planea utilizar un día de oposición -cuando el Gobierno no controla la agenda legislativa- para permitir un debate en la Cámara de los Comunes. Los diputados buscan que el Parlamento exprese su posición sobre la posible retirada formal del ducado de York, título que Isabel II concedió a Andrés en 1986, año de su matrimonio con Sarah Ferguson.
Aunque el debate no tendría efectos jurídicos inmediatos, serviría para presionar al Gobierno y al rey Carlos III a tomar medidas. Hasta ahora, el Ejecutivo británico se ha negado a destinar tiempo parlamentario para tratar el asunto.
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El rey Carlos III y el Príncipe Andrés de Inglaterra.
Andrés intenta mantener su residencia y su posición
Fuentes citadas por medios locales señalan que el príncipe se encuentra en conversaciones con representantes del monarca para definir su futuro en Royal Lodge. El inmueble fue asignado a Andrés tras la muerte de la reina madre, en 2002, y ha sido objeto de disputas sobre su mantenimiento y los fondos invertidos.
El príncipe habría manifestado su resistencia a abandonar la residencia, mientras se analizan opciones para un posible traslado y compensación económica.
Consecuencias del caso Epstein y renuncia a honores
Tras las acusaciones de abuso sexual contra Virginia Giuffre, quien era menor de edad al momento de los hechos, el príncipe Andrés renunció al uso del título de duque y a otras distinciones, entre ellas la Orden de la Jarretera. No obstante, conserva formalmente su ducado, cuya eliminación solo puede realizarse mediante una ley aprobada por el Parlamento.
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Príncipe Andrés y Virginia Giuffré
Pese a negar las acusaciones, Andrés continúa enfrentando críticas públicas por su conducta y por su vínculo con Epstein, lo que ha mantenido su figura alejada de los actos oficiales de la Casa Real.
Llamados a la transparencia y posible cambio en la tradición parlamentaria
Una fuente del Partido Liberal Demócrata afirmó que “es necesario garantizar transparencia y rendición de cuentas”, y que el Parlamento debe poder examinar la situación de Andrés “desde su residencia en Royal Lodge hasta su ducado”.
Si el debate se concreta, los diputados estarían dispuestos a romper con la convención que impide cuestionar a la familia real, marcando un hecho inusual en la política británica reciente.
Por el momento, el Palacio de Buckingham no ha emitido comentarios, mientras crece la presión pública para que se adopten decisiones concretas sobre el futuro del príncipe y su posición dentro de la monarquía.