8 de octubre 2025 - 11:24hs

En España, el precio mayorista de la electricidad es un 32% inferior a la media europea.

Pero desde el gran apagón del 28 de abril pasado, el temor a volver a quedar a oscuras hizo que la España pionera en la promoción de la energía limpia hoy limite la producción renovable y hasta expulse a las plantas del mercado.

La inversión pública en renovables se disparó a partir de 2020 y se multiplicó por 10 sólo en los últimos dos años, según BBVA Research.

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Pero muchas de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas que nacieron de esa visión ahora enfrentan no sólo pérdidas económicas sino el fantasma de la quiebra.

La nueva medida antiapagones que entra en vigencia hoy arrincona un poco más a la industria, al obligarla a graduar su capacidad de reacción cuando es necesario responder a picos de demanda para evitar sobrecargar la red (ver aparte).

El problema es precisamente ése. Una red eléctrica obsoleta, en la que nadie pensó en invertir, y que no es capaz de asimilar la cantidad de energía producida y termina saturada.

España elige otra vez cubrirse del escándalo y el costo político de un nuevo colapso energético (optando por apoyarse en un mayor uso del gas) aún a expensas de una factura de luz cada vez más cara.

Las claves de la nueva medida antiapagones

  • La norma limita las llamadas “rampas de subida o bajada” de la producción de tecnologías renovables a la red eléctrica.
  • La expresión hace referencia al tiempo que le lleva a una planta llevar su producción de 0 a 100% y viceversa. Hasta ahora eran dos minutos.
  • Las rampas se relacionan con los “mercados de ajustes”. Cuando existe un aumento de la demanda, las renovables participan de estos mercados al incrementar la producción y ajustar la oferta.
  • Ahora las instalaciones eólicas o fotovoltaicas mayores de 5 MW conectadas desde 2018 en adelante deben limitar esa subida y bajada a 15 minutos.
  • Pasar de dos a 15 minutos supone una pérdida económica importante. Cada vez que la planta se enciende y se apaga, demora 13 minutos más en producir al 100%.
  • Además, se los expulsa de algunos mercados de ajuste. Al no poder ofrecer un tiempo de respuesta rápido dejan de ser competitivos. Pierden así otra fuente de ingresos.

Más gas, menos energía limpia

renovables 3

Red Eléctrica, el operador del sistema español, tomó esta nueva medida ante nuevos episodios de “sobretensión”, según la jerga del mercado. Y esto ocurre a pesar de que desde el apagón, se viene operando en lo que se conoce como “modo reforzado”.

Básicamente se trata de activar tecnologías de respaldo como los ciclos combinados, que ayudan a controlar mejor las oscilaciones de tensión.

En otras palabras, volver a los combustibles fósiles. Se incrementa nuevamente la dependencia del gas, a la vez que se desplaza a las renovables en el mix energético.

Es una estrategia que se siente de inmediato en el costo. En los mercados eléctricos europeos, el generador más caro en funcionamiento -normalmente de gas o de carbón - fija el precio mayorista de la electricidad por hora.

Los costos del sistema eléctrico se dispararon 58% en septiembre por el modo reforzado tras el apagón. Promedian unos 16,48 euros/MWh, con lo que treparon casi un 43% interanual en lo que va de 2025.

España está retrocediendo en el tiempo. Las renovables redujeron un 75% la influencia del gas y el carbón en el precio de la electricidad desde 2019, según un informe de Ember.

Esto implica que gracias a las energías limpias, el número de horas en que el precio de la electricidad es dictado por los combustibles fósiles se derrumbó 75%, cuando países como Alemania e Italia apenas lograron que descendiera 12% y 13%, respectivamente.

Renovables, obligadas a no producir

La nueva medida antiapagones se suma a otras restricciones técnicas que ya limitan el negocio de las plantas eólicas y fotovoltaicas. Son los llamados “curtailment”, que desde el apagón y la adopción del modo reforzado de operación se volvieron más y más frecuentes.

Las renovables sencillamente son obligadas a desconectarse ante una red completamente congestionada. Deben detener su producción o reducirla en forma drástica.

Ante las limitaciones de la red eléctrica, en algunas zonas de España llega a desperdiciarse más de la mitad de la producción que pueden alcanzar las instalaciones de energía renovable. Ante las limitaciones de la red eléctrica, en algunas zonas de España llega a desperdiciarse más de la mitad de la producción que pueden alcanzar las instalaciones de energía renovable.

En la práctica, aunque la media es del 15%, en algunas zonas de España hoy llega a desecharse o desperdiciarse más de la mitad de la producción potencial de las plantas de energía renovable.

Se estima que en los cinco meses desde el apagón, los “vertimientos” de renovables -pérdida de energía limpia que no puede ser transmitida por la red- se triplicaron.

La precariedad de la situación económica de muchos emprendimientos se agrava si se suma la cantidad de horas con precios bajos o negativos por el exceso de oferta.

El Gobierno teme el costo electoral de una España que vuelva a paralizarse en otra jornada a ciegas. Las renovables, que creyeron ser el futuro, hoy temen la sombra de la quiebra.

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