Filas interminables para cargar combustible
En las afueras de La Paz, en la populosa ciudad de El Alto, los camioneros acordaron un código de convivencia. Cuando las colas están frenadas, los choferes pueden dejar un ladrillo o un cono en el lugar de su vehículo. Eso les permite ir a comer, bañarse o descansar un rato. En los peores momentos de la escasez, los transportistas llegan a pasar la noche dentro de su camión. La paz social en Bolvia pende de un hilo cada día más delgado.
Pequeños contratos como el de los ladrillos ayudan a que el país no explote. También circulan los grupos de Whatsapp entre amigos y conocidos. Por esa vía los bolivianos se informan sobre las estación de servicio en las que acaba de llegar combustible.
"En mi grupo alguien puso 'calle 23, gasolina premium, fila corta'. Eso ayuda un poco. Pero aún así, acá me ves renegando con la fila", explica Darío Kawasa, quien atraviesa la experiencia del encierro en el auto junto a su hijo de 5 años. "Soy transportista hace 45 años y nunca viví algo así. Dos días de cola. Es desesperante. Y encima estamos con poco trabajo", se queja Elías ante El Observador USA. El experimentado camionero salió de su vehículo para tomar sol en la vereda. Lleva 7 horas de espera.
Bolivia - Falta de combustible y dolares
Crisis económica, fractura de la izquierda y balotaje: por qué estas elecciones en Bolivia son diferentes.
Los mecanismos de colaboración chocan contra la contudencia de la escasez. En este sábado soleado de invierno, Luis Fernando Alcazar aguarda en su auto hace casi 6 horas. Llegó a la fila de la YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) a las 7.30 de la mañana. Este paceño cincuentón había estimado (a puro optimismo) que podría almorzar con su familia. A la 1 del mediodía, tiró la toalla. Tiene una mezcla de fastidio, resignación y hambre. Chista a un vendedor ambulante y compra una porción de pollo a la broaster con arroz. Luis devora con la mano una pata y muslo frente al volante.
"Esto se convirtió en habitual en los últimos meses. De golpe nos cambió la vida en sociedad. Hay que dedicar casi un día en cargar combustible y uno se priva de compartir este momento con su familia", se lamenta ante este medio.
En la hilera de autos y camiones los testimonios se repiten con mínimas variantes. A diferencia de países más habituados a lidiar con la falta de productos básicos, como Cuba y Venezuela, en Bolivia la crisis explotó en los últimos meses. O al menos se volvió un drama palpable en el día a día. Y los bolivianos se resisten a que se les vuelva parte del paisaje.
Bolivia - filas para cargar combustible - EFE
Samuel vs Tuto por la presidencia
Frente a la YPFB, el candidato Samuel Doria Medina sonríe desde las alturas. Su imagen exhibe los dos pulgares hacia arriba en un cartel estratégicamente ubicado frente a la estación de servicio estatal. Samuel, como lo llaman todos, es un poderoso empresario inmobiliario, cementero y gastronómico. Construyó el edificio más alto del país y trajo la cadena Burger King a Bolivia. Tiene 66 años y arrastra varios coqueteos (fallidos) con la política. Fue candidato a presidente en 2014 y 2019.
Pero esta vez el aspirante de la derecha moderada lidera las encuestas. Desde la gigantografía en el centro de La Paz, Samuel promete "¡Combustibles para todos en 100 días!".
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La escasez de combustible se volvió un tema central de la campaña en Bolivia. El cartel de Doria Medina se ubica frente a una YPFB.
Los seguidores de Doria Medina repiten ese mantra en cada acto de campaña. Cantan en loop que las soluciones llegarán "en 100 días, ¡carajo!, en 100 días, ¡carajo!". La persona elegida por Samuel para ser ministro de Economía se muestra bastante más cauto ante El Observador USA.
"El plan de 100 días es una medida urgente para estabilizar la economía. Sabemos que las transformaciones estructurales tomarán mucho más tiempo", reconoce José Gabriel Espinoza.
Detrás de Doria Medina en las encuestas aparece Jorge Fernando "Tuto" Quiroga. Se trata de un político tradicional de la derecha boliviana. Fue presidente entre 2001 y 2002, tras la renuncia de Hugo Banzer por motivos de salud. Antes de eso, "Tuto" Quiroga se desempeñó como vicepresidente entre 1997 y 2001. Es menos outsider aún que su competidor Doria Medina. El empresario cuenta con una ventaja que podría ser determinante: resulta más ideológicamente amigable que Quiroga para los votantes del MAS.
Bolivia - Quiroga y Doria Medina - AFP
"Es un caso bien complicado porque los dos con posibilidades son políticos antiguos. En un momento en que el 80% de la gente, al igual que en Argentina y en Ecuador, quiere que los antiguos se vayan", reconoce el consultor Jaime Durán Barba ante este medio. El mítico estratega esta vez tiene un desafío grande. Se desempeña como asesor de "Tuto" Quiroga, arquetipo del político old school.
Lucha de apoyos y diferencias en las propuestas
¿Cuál es la principal diferencia en las propuestas de los candidatos con mejores chances? No demasiadas. ¿La más visible? El team económico de Quiroga planea obtener un préstamo del FMI de 4.000 millones de dólares. Se trata de un recurso que Espinoza y Doria Medina descartan. Pero los aspirantes presidenciales de la oposición tienen coincidencias. Ambos piensan devaluar la moneda, quitar los subsidios a los combistibles y reformar las leyes bolivianas para atrater inversiones. En concreto, buscan romper con la línea populista que, en la versión más exitosa del MAS, encarnó Evo Morales.
Bolivia tiene un décit fiscal del 10% del PBI. Dentro de ese agujero, el subsidio a los combustibles representa el 4% del producto bruto interno. "No es sostenible", afirman desde ambas trincheras de campaña.
En la carrera por los apoyos sectoriales, no hay alineamientos que inclinen la balanza. Pero Doria Medina se anotó un fuerte triunfo simbólico. Conseguió el respaldo del empresario Marcelo Claure, la persona más rica de Bolivia y dueño del club de fútbol Bolivar. Radicado en Estados Unidos y tras una especie de casting entre opositores, el multimillonario Claure se decidió por Samuel.
El empresario Marcelo Claure.jpeg
Doria Medina aseguró en el empresario Marcelo Claure le prometió invertir 1.000 millones de dólares en Bolivia.
¿A cambio de qué le dio su apoyo? "No ha habido ningún condicionamiento", jura el aspirante al Ministerio de Economía de Doria Medina. El único sueño del empresario, asegura ante este medio un asesor de Claure, es que se termine el ciclo del MAS y se estabilice la economía de su país.
Doria Medina aseguró en el debate presidencial que Claure le prometió invertir 1.000 millones de dólares en Bolivia. Ese monto, sólo a título personal. El grupo económico del empresario podría movilizar entre 5.000 y 10.000 millones de dólares, según relató Samuel, si el país ofrece seguridad jurídica.
"No hay un favorito claro entre los empresarios en cada una de las regiones de Bolivia", explica Fernando Hurtado. Ex presidente de la poderosa CAINCO (Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz), la de Hurtado es una voz muy respetada entre los empresarios del país.
La compañía de Hurtado importa insumos y equipos médicos. Tiene 250 empleados. "El año pasado, los costos de importación subieron un 80% por la falta de divisas", se queja al paso ante El Observador USA.
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Referencias a Trump y el movimiento MAGA en los seguidores de Jorge "Tuto" Quiroga, candidato de la derecha tradicional a la presidencia.
"En Santa Cruz, 'Tuto' Quiroga tiene apoyo, pero no es tan marcado como para garantizarle una victoria", detalla el empresario. "En La Paz, Samuel tiene un respaldo importante. Al sumar los votos de ambos, llegamos al 40%, lo cual no da una ventaja significativa en la Asamblea. Lo importante es que cualquiera de los dos representa un giro en las políticas económicas", agrega Hurtado.
Interna feroz de la izquierda en Bolivia
La izquierda boliviana se desmigaja al ritmo de la crisis. El presidente Luis Arce termina su único mandato sin ninguna posibilidad de soñar con la reelección. Arce acumula denuncias de corrupción (su hijo está en el ojo de la tormenta por los contratos de explotación de litio con empresas de Rusia y China) y bate récords de impopularidad.
Arce fue ministro de Economía durante 12 de los 14 años que gobernó Evo Morales. Pero abandona la presidencia peleado a muerte con quien fuera su mentor. Morales, a su vez, se mantiene atrincherado en El Chapare. En esa provincia rural del departamento de Cochabamba, en el centro de Bolivia, Evo construyó su poder político y territorial.
Desde esa zona de confort, el líder cocalero elude la citación judicial por presunto abuso de una menor cuando era presidente. Si bien intentó ser candidato una vez más, Morales esta vez no se postulará. Arce operó para impedirlo. La letra de la Constitución tampoco lo ayudó, al establecer que una persona solo puede ser presidente durante dos periodos, continuos o discontinuos. Morales lo fue entre 2006 y 2019.
Con Arce y Morales fuera de competencia, el jefe del Senado Andrónico Rodríguez es la única esperanza de sobrevida para la izquierda boliviana. Se trata de un dirigente cocalero de Cochabamba de 36 años que, a diferencia de Evo Morales, tiene estudios universitarios. Se recibió de politólogo.
Andrónico Rodríguez - 24-7-25 - AFP
Pero la postulación de Andrónico nunca terminó de ganar peso. A la imprecisión de sus propuestas económicas le sumó otro problema: la falta de apoyos internos. Morales lo acusó de traidor y llamó a sus seguidores a votar en blanco. Así se cerró el círculo del internismo fraticida en la izquierda boliviana.
Hasta hace pocas semanas, la oposición sospechaba que la pelea del MAS era orquestada. Una simulación que a último momento derivaría en la candidatura unificada de Andrónico Rodríguez. Pero a una semana de la elección ya no quedan dudas. Los receleos y las disputas de poder son tan reales como la falta de diesel en las estaciones de YPFB.
¿Cuándo se jodió el MAS en Bolivia?
Un ex funcionario de Evo Morales lo resume a lo Vargas Llosa. "Cuando se jodió el MAS, se jodió Bolivia", dice. Este político semi-retirado lo enuncia con una mezcla de nostalgia y autocrítica. Según su análisis, hubo dos factores que estabilizaron Bolivia en las últimas dos décadas: Evo Morales y el poder económico de Santa Cruz, en ese orden.
"Cuando se jode Evo Morales, al avanzar con una acción no respetuosa de la democracia como fue no reconocer el referéndum que le impedía la reelección en 2019, se jode el MAS. Ahí el país queda a la deriva. Porque sólo con la potencia de Santa Cruz como factor ordenador no alcanza", reflexiona y se lamenta.
Evo Morales. AFP
Evo Morales incentiva el voto nulo para las elecciones presidenciales de 2025.
AFP
"Después vino el golpe de Jeanine Áñez, que fue una respuesta aún peor. Esos fueron los factores originarios del desorden", asegura el ex funcionario. Si bien en 2020 Luis Arce arrasaría en las urnas con el 55% de los votos, las semilla del caos y de la debacle del MAS ya habían sido plantadas en Bolivia.
Crisis económica, motivos y el después
"La situación del país es el resultado de lo que llamo un 'triángulo imposible'", opina el economista boliviano Jonathan Fortun, del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). Fortun enumera las tres puntas de la crisis. En primer lugar, dice, hubo un alto grado de gasto público, con una presión fiscal enorme. "Esto se refleja en los planes de subvenciones, como los hidrocarburos, y en la expansión del aparato público, que se profundizó con la nacionalización de los hidrocarburos y de muchas empresas estatales", afirma el ex economista del BID y el Banco Mundial.
"El segundo vértice del triángulo es el control de los precios, especialmente de productos clave como la nafta, la electricidad y el empleo. De hecho, alrededor del 90% de los trabajos formales en Bolivia están directamente relacionados con el gobierno. El tercer punto es la falta de inversión, especialmente en el sector de hidrocarburos", señala el analista ante El Observador USA.
Hasta 2018, el país contó con un flujo constante de dólares gracias a la venta de hidrocarburos, principalmente gas, a Brasil y Argentina. Bolivia es históricamente un exportador de materias primas. Lo fue primero de minería y después de hidrocarburos, lo que representa alrededor del 70% de sus ventas al exterior. Pero el panorama cambió cuando Argentina dejó de comprar gas y Brasil comenzó a buscar otras alternativas como el offshore y las energías renovables. Esto generó una reducción drástica en los ingresos en dólares para el Estado.
"Las subvenciones a los hidrocarburos, la falta de dólares y de inversiones, más el gasto público descontrolado han llevado a una inflación creciente", concluye Fortun.
Respecto a lo que viene, ante la inminencia de un probable balotaje entre Doria Medina y "Tuto" Quiroga, tampoco abunda el optimismo entre los analistas. Al menos no en el corto plazo.
"Va a ser muy complejo. Con un gran porcentaje de indecisos, el próximo presidente enfrentará un panorama difícil, con ajustes económicos que afectarán a toda la población", agrega el empresario Fernando Hurtado. "Es probable que haya escasez, y la inflación se descontrole aún más. Lo más grave será la posible crisis social, sobre todo si no hay una cohesión en las políticas económicas. Lo que se viene es muy duro", afirma.